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LA DISCUSION POR EL CONTROL DE LA COMPAÑÍA PETROLERA

La expropiación del 51% de YPF genera polémica entre los políticos juninenses

El secretario de Desarrollo y Planificación Estratégica del Gobierno local, Oscar Palma; el economista kirchnerista Santiago Aguiar; los concejales José María Banfi (Coalición Cívica) y Ricardo Petraglia (MID), y el dirigente de Pro Pablo Petrecca, dan sus puntos de vista, en un contrapunto que no elude, por cierto, visiones del mundo y del país.

No sólo en el ámbito nacional el proyecto kirchnerista para expropiar el 51% de YPF genera debates y acusaciones cruzadas. En el plano local, distintos referentes políticos expusieron sus opiniones, en un contrapunto que no elude, por cierto, visiones del mundo y del país.
En este sentido, el secretario de Desarrollo y Planificación Estratégica del Gobierno local, Oscar Palma, afirmó a DEMOCRACIA que si bien está de acuerdo con el fondo del proyecto oficial, discrepa en el modo en que se llevó a cabo y planteó dudas sobre el futuro de la petrolera bajo la dirección de los mismos que debieron controlar a Repsol. “La misma gente que durante ocho años no aplicó ningún control sobre la compañía, será ahora la encargada de manejar la empresa”, cuestionó el funcionario a cargo del área de producción. “Uno espera que funcione bien, por el bien del país, pero tengo muchas dudas”, aseveró.
“Creo que nunca se tendría que haber privatizado, porque es un recurso natural y estratégico para el país”, opinó.
Con respecto a si la expropiación puede afectar las relaciones internacionales de la Argentina, Palma mencionó que ya España anunció que dejará de comprarle biodiésel a nuestro país, y vaticinó futuros conflictos con la exportación de carne y maíz, debido a que la Unión Europea (UE) podría interrumpir o restringir las compras a la Argentina. “La Argentina le vende biodiésel a la comunidad europea por 1.100 millones de pesos anuales”, indicó, y añadió que “se tendrían que haber tomado otras acciones”.
Con respecto a una eventual baja en el precio de la nafta, la descartó tajantemente, y predijo “un efecto rebote al revés”, ya que los supuestos beneficios de nacionalizar una parte de la compañía “se verán de acá a 4 ó 5 años”.
En la vereda de enfrente, el economista oficialista Santiago Aguiar, que actualmente ocupa el cargo de Supervisor de Auditoría de Presupuesto en el Ministerio de Agricultura de la Nación e integra el equipo de asesores del diputado nacional Julián Domínguez, defendió la nacionalización. “Como el 90% de los argentinos, estoy de acuerdo con la expropiación”, afirmó, y señaló que “YPF termina siendo en la Argentina una especie de variable macro-económica”.
Por otra parte, diferenció lo que es “tomar el control” de la empresa, de una “estatización”, ya que “sólo se expropia el 51%”.
Satisfecho con la decisión de la Presidenta, Aguiar –que fue candidato a intendente de Junín por el FpV en las últimas elecciones primarias- reconoció que es un “desafío” hacerse cargo del manejo de la petrolera, pero recordó que en manos privadas la compañía “fue vaciada, llevándose las utilidades o dividendos afuera, y sin invertir en nuevos pozos”, por lo que “nos hemos comido los recursos”.
Consultado sobre si el mismo gobierno que no supo controlar YPF durante todo este tiempo, será capaz de revertir la situación y llevar a cabo un manejo eficiente de la empresa, el funcionario kirchnerista afirmó que la intención de Cristina es la “profesionalización del staff de YPF”. Reconoció que hay responsabilidad del Gobierno en la falta de controles, pero explicó que “cuando la Presidenta vio los números de 2011, se alarmó, y tomó esta muy buena decisión”.
Asimismo, recordó que YPF seguirá siendo una sociedad anónima, que contará con todos los controles comerciales de una sociedad de este tipo.
Por otra parte, recordó que la Argentina “no es un país petrolero, sino un país que tiene petróleo, pero es un petróleo caro”.   
Sobre la reacción de España ante el conflicto, dijo que “el problema de España es que se queda sin una caja importantísima, justo en medio de la gran crisis económica que atraviesa, además de que caen las acciones de la compañía y en consecuencia vale menos”.
Por su parte, José María Banfi, concejal de la Coalición Cívica, afirmó a este diario que, en líneas generales, está de acuerdo con la expropiación del 51% que propone el Ejecutivo Nacional y que este miércoles deberá votar el Senado, pero aclaró que le genera muchas dudas que quienes manejaron la empresa hasta el momento, sean los encargados ahora de dirigir los nuevos destinos.
Por otra parte, afirmó que nunca debió ser privatizada. “En los 90, cuando pasó a manos privadas, yo ya militaba y recuerdo que estuvimos muy en contra de la entrega de la empresa al capital privado, porque es un bien estratégico”.
En tanto, el concejal del MID y ex candidato a intendente de Junín, Ricardo Petraglia, consideró que si bien YPF nunca debió haberse privatizado, la acción “patotera” con que se encaró la expropiación “no es la forma de resguardar la soberanía, aunque esta medida despierte un sentimiento en la ciudadanía que, si bien es puro, carece por lo general de todos los elementos de información –y de formación- para analizar sus consecuencias. Se termina transformando en un sentimiento ‘patriotero’, nacionalista de sainete”.
“Sería ingenuo creer que con nacionalizar YPF -que produce el 30% del petróleo en el país- vamos a llegar rápidamente al ansiado autoabastecimiento”, afirmó, y se preguntó: “¿Y con las otras empresas que operan y producen el 70% qué actitud se tomará?”.  
“Cada medida que toma el Gobierno nacional y que involucra la relación de la Argentina con el mundo parece que responde a impulsos, en lugar de ser una política instrumentada a partir del estudio profundo y medular del problema a solucionar”, consideró el edil desarrollista.
“El Estado debe resguardar todo lo que sea estratégico para preservar la soberanía y esto  implica que exista una empresa estatal testigo, que pilotee las políticas de estado en materia de energía, pero más allá de lo que significa YPF para los sentimientos de los argentinos, no necesariamente debe ser ésta, cuando se ha creado hace unos años atrás ENARSA, cuyo propósito, incumplido, por cierto, era el de invertir en exploración y explotación de hidrocarburos off shore”, recordó Petraglia.
El dirigente de Pro y ex candidato a intendente de Junín, Pablo Petrecca, afirmó que “la discusión de fondo no pasa por si YPF debe ser pública o privada. El verdadero debate debería centrarse en si el sector de hidrocarburos logra satisfacer adecuadamente las necesidades energéticas presentes sin comprometer el futuro, y esta medida no pareciera que aporte soluciones al respecto, más bien parece que tiende a comprometer las inversiones públicas (por los recursos que significará la expropiación) y privadas (por el mal precedente de inseguridad jurídica y pésima imagen de país)”.
Y agregó: “¿Entonces, para qué se busca expropiar YPF? Para hacer frente al corto plazo (usar el flujo de fondos de YPF para pagar la cuenta de importaciones de energía). El kirchnerismo nos tiene acostumbrados a que cuando los fondos comienzan a escasear se busca donde hay excedente con el objetivo de evitar el ajuste, evidentemente cada vez con menos reparos”.
“Con el Estado de por medio, en el mejor de los casos la YPF estatal competirá en el mercado en igualdad de condiciones con las empresas privadas. En el peor de los casos, la YPF estatal se parecerá a Aerolíneas Argentinas, los trenes, ENARSA, Fútbol para Todos, y otros ejemplos de fracasos en la gestión y de falta de control”, vaticinó el macrista.
“La discusión no pasa por si la propiedad es privada o estatal, sino si tiene hoy el Estado argentino la capacidad, la seriedad y el profesionalismo para gestionarla y con el nombramiento de Julio de Vido como interventor de la petrolera, el gobierno no lo está demostrando y ratifica así, su pésima política en materia energética”, afirmó Petrecca.

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