COMENZO A REGIR AYER

Ya se aplica en varios kioscos de Junín el cobro de un plus para los cigarrillos

El incremento es de un peso para los atados de veinte unidades y de cincuenta centavos para los de diez. La decisión fue impulsada por un kiosquero y encontró eco en varios comercios locales. Argumentan que es por la “baja rentabilidad”.

“Falta de rentabilidad” o directamente “pérdidas” son las causas que llevaron a kiosqueros juninenses a salirse del esquema de precios fijado por el mercado y aumentar, por cuenta propia, el precio de los cigarrillos.
Desde ayer, la medida se refleja en los mostradores de los comercios que tienen ese producto a la venta, con un incremento de un peso en los atados de veinte unidades y de cincuenta centavos en los paquetes de diez.
DEMOCRACIA habló con Rubén Quiroga, el mentor de esa disposición comercial, quien explicó los motivos que lo condujeron a impulsar la suba: “No nos dan los costos operativos. En el último aumento nosotros hemos perdido entre quinientos y seiscientos pesos, porque las empresas no nos entregaban los cigarrillos y cuando lo hicieron la mercadería tenía una recarga del cinco por ciento, que en una suma de tres mil pesos de inversión no nos representaba ganancia”, explicó.   
Acto seguido afirmó que la gran mayoría de sus colegas está informada y hay una parte “a la que no llegamos por falta de tiempo”. “De los que fueron notificados, el cien por ciento se acogió a la medida. Cuando les preguntás si se quieren adherir no te dejan ni hablar, te dicen que les parece correcto”, agregó Quiroga, dueño de un local ubicado en inmediaciones del Colegio Marianista.
En una recorrida realizada por algunos kioscos y comercios del rubro comestible, este diario recabó que varios ya están aplicando la carga “decretada” por sus pares de la ciudad.

“No da ganancias”

Profundizando sobre las razones que desembocaron en el incremento de los cigarrillos, Quiroga aseguró que “esta es una historia que se viene viviendo hace años; el cigarrillo no da nada de ganancia”.
“Puedo prescindir del producto porque no me deja plata. Antes, con la venta pagaba el alquiler, ahora no cubro ni un cuarto”, continuó, aunque reconoció que la venta de cigarrillos es “un gancho” para que el cliente lleve otras cosas. “La mayoría de los que vienen a buscar cigarrillos también se termina llevando chicles, golosinas u otra cosa”, describió.    

En otras ciudades

La decisión adoptada por los kiosqueros de nuestra ciudad se basó en una acción realizada en otras ciudades del país. La pionera fue Mar del Plata, el 1º de mayo de 2011, a la que más adelante se plegaron Pergamino, San Nicolás, Chivilcoy y por último Bariloche.
“Me enteré por Internet que los comerciantes de varias ciudades estaban empezando a tomar medidas y me pareció que podía funcionar acá, porque, hablando con un par de colegas, la queja sobre la pérdida que nos significa la venta de cigarrillos estuvo siempre. Y no me equivoqué”, destacó.
A su vez indicó que la Cámara de Kiosqueros “nos sugiere que, por ejemplo, un Marlboro Box sea vendido a diez pesos. Estaba poco más de ocho pesos, ahora pasó a valer 8,75 y nosotros lo subimos un peso más, es decir que desde hoy (por ayer) sale $ 9,75”.
¿Y cómo reacciona el cliente fumador ante el incremento?, preguntó DEMOCRACIA, a lo que Quiroga respondió que “la gente lo entiende, un poco porque se lo veníamos advirtiendo en el cara a cara y otro porque hace algunos días pegamos cartelitos en los negocios. Además, el argentino se acostumbra rápido”.
Sobre posibles repeticiones de esta disposición en el futuro, el comerciante calculó que “por lo menos por los próximos cuatro o cinco meses vamos a seguir con esta medida”.

La voz de la calle…

Sin embargo, en la calle la medida de los kiosqueros juninenses hizo pegar varios gritos en el cielo. En una proporción de cuatro a uno, impera la reacción contraria al incremento por sobre aquellos que dicen entender el fundamento de los comerciantes.
“No estoy para nada de acuerdo. Ahora el atado de 20 se va a ir a ocho pesos, es una locura”, se quejó Florenza. Martín y Rocío coincidieron en que “es la empresa la que le tendría que dar la ganancia al kiosquero, y no el cliente. A mí no me modifica mucho, porque fumo en situaciones especiales, pero creo que nadie va a dejar el vicio por el aumento”.
Nicolás, por su parte, advirtió que “no está bueno que aumenten tanto. Se están aprovechando de los fumadores”. En tanto, Soledad, que dice fumar ocasionalmente, expresó que la medida no le parece mal. “Incluso capaz que me ayuda a dejar de fumar”, deslizó. 

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