Llegando a la etapa final de la cosecha, aunque hay lotes aún pendientes de levantar, la situación de los caminos rurales se pone en el foco, especialmente con las últimas lluvias en la Región. A ello se suma una resolución judicial en la provincia de Santa Fe que puede sentar jurisprudencia en cuanto al tratamiento de caminos rurales, tasa vial y contraprestación, entre otras cuestiones.
Democracia consultó al vicepresidente de la Sociedad Rural, Gustavo Frederking, y a la presidenta de la Federación Agraria, Rosana Franco. Ambos se refirieron a la situación de la cosecha y la actualidad de la traza, en torno al reciente fallo judicial.
Cabe destacar que, desde la salida del último director de Caminos Rurales en el Municipio de Junín, Mauricio Mansilla, aún no se nombró uno nuevo en el área.
Un precedente en la cuestión de caminos
El fallo que se conoció en los últimos días, de la Cámara de Apelación Civil, Comercial y Laboral de Reconquista, resulta clave para los productores ya que se encamina a sentar un precedente en torno al cobro de las tasas por mantenimiento de caminos rurales, la contraprestación y la obligación de que los municipios informen sobre lo recaudado y el destino de esos fondos.
El fallo en cuestión determinó la inconstitucionalidad del artículo 8 de la Ley 5.066, que a través de juicios de “apremios fiscales” da facultad a los municipios para el cobro, sin tener en cuenta a los productores. La resolución en concreto, obliga a la comuna a que haga pública la información de lo que se recauda por tasa, por hectárea y el monto que se dispone para el mantenimiento de caminos rurales. Es decir, para que los productores tengan acceso a ésta. Asimismo, se advierte respecto de una proporcionalidad que se debe dar entre lo que abonan los productores y las tareas efectivamente realizadas por el municipio.
Sin dudas una cuestión que desde el plano local, en Junín, se viene reclamando desde hace tiempo, incluso a nivel provincial.
Rosana Franco reconoció que “el fallo de Santa Fe es muy importante e inédito”. Y celebró que “por fin la Justicia piensa en los caminos de la producción. Veremos cómo lo acatan los municipios”.
Por su parte, Frederking destacó la importancia del fallo que puede sentar jurisprudencia en una cuestión tan relevante para la ciudad. “El fallo menciona lo que nosotros venimos diciendo, que entendemos que la tasa tiene que ser una contraprestación por un dinero que se abona y se tiene que destinar para tal fin específico, para lo que fue creada. Entonces lo que se plantea en este fallo es eso, porque muchas veces los intendentes hacen lo que se les antoja con el dinero de la tasa y no entienden que lo tienen que destinar a caminos. Nosotros eso lo tenemos claro pero los intendentes no, entonces esta resolución les marca el camino en ese sentido”.
Asimismo, destacó la importancia en cuanto a la información disponible: “Esto le permite al productor plantear a las autoridades municipales, que son quienes crean estos tributos y los ejecutan, el poder tener acceso a la información que es una herramienta jurídica que está al alcance y es constitucional. Es poder pedirle al Estado municipal que informe a dónde va el dinero de la tasa, en este caso de tasa red vial, para tener un control. Y al tener un control están obligados a destinarla a tales fines, ya no pueden hacer dibujos, ni nada que se le parezca”.
El monto de la tasa
En Junín, la afectación de la tasa de red vial para los caminos es del 55% y desde el sector se viene pidiendo -desde hace tiempo-, que sea mayor.
No obstante, es clave entender cómo se fija el valor de la tasa, que debe ser por el trabajo realizado. “Muchos municipios de la provincia de Buenos Aires como no saben o no quieren brindar un informe individualizado de los gastos, para fijar el monto se basan en diferentes formas de medición que son totalmente absurdos, como litros de gasoil, kilos de novillo. Con el fallo se marca que para calcular cuánto se va a cobrar de tasa se tiene que hacer en base al gasto del gasoil de la maquinaria, su función específica, entre otras cuestiones lógicamente”, señaló Frederking.
Franco aseguró que el estado de los caminos actualmente, en el marco de la cosecha que se realizó y la que queda, “es muy malo. Están muy deteriorados”.
Cosecha y últimas lluvias
Las lluvias recientes demoran el último tramo de la cosecha, pero según señalan desde el sector, está casi terminada. Restan lotes de segunda, de maíz tardío, pero está avanzada. Asimismo, Frederking refirió “una muy buena cosecha de soja, y de maíz, con rindes discretos”.
Un dato positivo tiene que ver con la acumulación de agua: “Eso es una buena señal para recuperar la napa, tan importante, y que hemos perdido en los últimos años”.
Franco destacó que “la cosecha está en su etapa final, aunque quedan lotes todavía para cosechar. Ahora hay que esperar varios días para entrar a los lotes”.
Si bien las precipitaciones suelen ser positivas, en este momento llegan en un punto crítico para los lotes de soja madura, listos para la trilla. Según analistas, en muchos sectores, las lluvias causaron una significativa demora en la cosecha de soja, con solo la mitad de la superficie recolectada en comparación con los promedios históricos para esta época.
La persistencia de las lluvias podría no solo retrasar aún más las tareas de recolección, sino también impactar negativamente en el rendimiento y la calidad del grano.
El fantasma de las retenciones
La comercialización también se presenta lenta, lo que incrementa la necesidad de espacio de almacenamiento y financiación. Los productores se ven presionados a vender ante las obligaciones poscosecha y la posibilidad de un aumento en las retenciones a partir de julio, en un contexto de precios en descenso (USD 10 en la última semana tanto para soja como para maíz).
A partir de este cuadro, en el sector evalúan priorizar la venta de maíz y esperar una menor presión de cosecha para la soja, aunque advierten sobre el riesgo de un posible aumento en los derechos de exportación.
Los compromisos de entrega de soja también muestran un ritmo lento, el más bajo en 11 años, representando solo el 24% de la cosecha esperada.
Las ventas a precio fijo alcanzan el 11%, también por debajo del promedio histórico. Esta lentitud se debe a dudas sobre la producción, una cosecha demorada e incertidumbre sobre el tipo de cambio y las retenciones. En cuanto al maíz, las ventas a precio fijo están 7 puntos porcentuales por debajo del promedio, y considerando los negocios a fijar, el retraso es de 7 puntos.
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