A partir del último 14 de abril, la economía nacional fluctúa sin cepo al dólar. Una de las consecuencias inmediatas fueron una serie de modificaciones en los precios de los productos exhibidos en las góndolas argentinas.
En la Región, durante las tres semanas posteriores a la medida cambiaria, diferentes artículos se encarecieron, mientras que otros, aunque en menor medida, bajaron sorpresivamente su valor.
Lo que también llamó la atención fue la variante de precios en un mismo producto y marca en las góndolas de diferentes comercios en una distancia mínima de cuadras. Este fenómeno, denominado dispersión de precios, refleja la especulación, expectativa, cautela y sobreabastecimiento de algunos comerciantes locales.
Según un informe privado, hay productos que presentan hasta una diferencia del 89 por ciento, siendo la categoría carnes la que exhibió una mayor dispersión entre un supermercado mayorista con un hipermercado.
En lo que respecta al sector almacén, según la consultora Focus Market, “la diferencia de precios más significativa en los productos de la misma marca y cantidad, se encontró en azúcar y yerba”, cuya diferencia, de acuerdo al lugar donde se adquiere el artículo, puede variar hasta un 34 por ciento.
Fernando Savore, vicepresidente de la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires y vicepresidente de la Confederación General Almacenera Nacional, expresó que durante marzo, las empresas y los mayoristas han inflado los precios y algunos valores que, en la actualidad, se están cayendo.
Por ejemplo, una harina de una importante marca se estaba vendiendo en 1.700 pesos. Pero en el mayorista el precio estaba a 1.300 pesos.
Otro ejemplo contundente se visualiza en una gaseosa de primera marca de 2.25 litros. La misma está a $2.800 en un comercio de barrio, contra $3.300 en el sector opuesto de la ciudad. Es decir, el mismo producto varía casi en un 20 por ciento.
Según el dirigente y almacenero, la “remarcación” de precios en marzo ante la especulación sobre qué pasaría con el dólar y el sobreabastecimiento de colegas, son algunas de las claves principales para entender la dispersión de precios que, según él, “hablar de un 89 por ciento es exagerado”. De todos modos, reconoció: “Estamos sin norte".
Desde el sector aseguran que la diferencia de precios es hasta que se acomoden los valores, tras los aumentos agresivos que se han sucedido durante marzo. “Los asesores de las empresas importantes se adelantaron a la salida del cepo y aumentaron los precios”, dijo Savore.
En ese sentido, los comerciantes también advirtieron que algunas empresas mayoristas percibieron los precios utilizando un dólar a 1.400 pesos, ante la inestabilidad que provocaría cambiar diariamente los precios.
La categoría Carnes presenta la mayor dispersión de precios con respecto al resto de los rubros analizados. La diferencia de comprar un kilo de bondiola de cerdo en un Supermercado Mayorista frente a un Hipermercado es del 89 por ciento. "Buscar el mejor precio implica tiempo y esfuerzo lo cual significa visitar nuevas tiendas, buscarlo online y comprarlo. Ese proceso es el que se da entre oferta y demanda encontrando nuevos equilibrios en los precios", concluyó la consultora.
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