La gran pregunta era si el promedio de la soja de segunda, que tanta importancia tenía por la gran cantidad de trigo que se hizo en el promedio total, iba a poder alcanzar los 30 quintales por hectárea (qq/ha), tras perderse casi el 30% del área sembrada en el noroeste de la provincia de Buenos Aires por la sequía extrema.
Pero contra toda previsión, está rindiendo más de lo esperado. Incluso en algunos lugares muestra hasta mayor recuperación. Por lo pronto, el promedio regional es 33 qq/ha, con techos de hasta 46 y pisos que se ubican en torno a los 31, según indicó el último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
La tendencia de buenos resultados es similar a la soja de primera: en Corral de Bustos, los rindes llegan a los 45 qq/ha en promedio. En cambio, en zonas más castigadas por la falta de agua como el noroeste bonaerense, los promedios caen a 23 qq/ha. “Esperamos unos 20 a 25 qq/ha. Al igual que la de primera, hubo una mejora respecto a los 15 a 20 quintales que se esperaban en enero”, comentan técnicos desde General Pinto.
De todos modos, la cosecha de soja de segunda avanza con retraso: apenas se ha recolectado el 25% del área, lo que representa 28 puntos por debajo del promedio de las últimas cinco campañas, por lo que aún podrían registrarse cambios.
Si bien en la última semana se recolectaron 900.000 ha de soja de primera en la región, la cosecha sigue atrasada. El avance es del 70% cuando debería estar, según el promedio de los últimos 5 años, en el 90%. El noroeste bonaerense es la zona más atrasada con un 40% trillado.
La oleaginosa promedia 41 qq/ha en la región núcleo. Los techos llegan incluso a superar los 60 quintales. “Si me contabas en enero o febrero que iba a ver estos rindes, no te creía”, coinciden en destacar los técnicos. Y agregan también: “la recuperación ha sido sorprendente, pero no les llegó a todos”. La heterogeneidad entre zonas se marca, pero incluso en las zonas más castigadas también se sorprenden los técnicos.
Los mejores números se concentran en el extremo sur santafesino y en el extremo sudeste cordobés, con promedios de 42 y 45 qq/ha respectivamente. Hacia Marcos Juárez, son más cercanos a los 40 qq/ha. “Sacar estos rindes en un año Niña, después del estrés que pasamos… Si hace dos meses me decías que esto iba a terminar así, te hubiera dicho que era imposible”, destacan asesores desde Corral de Bustos, donde los techos llegan a 63 qq/ha en soja de primera.
La contracara, es el noroeste bonaerense, donde los rindes son más bajos, pero con promedios de 38 qq/ha. Aun así, los técnicos de General Pinto explican: “si bien los rindes podrían haber sido mejores, estamos viendo unos 500 kilos por encima de lo esperado hace tres meses atrás en soja de primera”.
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