En un mundo cada vez más marcado por la hiperconexión y las redes sociales, las series que abordan problemáticas sociales contemporáneas se convierten en una herramienta que permite visibilizar los desafíos de las nuevas generaciones.
Es el caso de Adolescencia, la serie británica de Netflix que ha capturado la atención por su enfoque directo y crudo sobre la influencia de las subculturas digitales misóginas -denominadas “incels”-, y la presión social que enfrentan los jóvenes al navegar por el laberinto de las plataformas en línea.
A través de la historia de Jamie, un adolescente de 13 años acusado de asesinar a una compañera, la serie se adentra en la realidad de jóvenes que se ven atraídos por los grupos que promueven una visión tóxica de la masculinidad y en muchos casos, una profunda aversión hacia las mujeres. El relato no solo se limita al caso criminal, sino que avanza en el malestar emocional y la soledad de los adolescentes que pueden ser canalizados de manera peligrosa y dañina. También es un llamado de atención sobre el rol de los adultos y la fuerza de las redes sociales.
A propósito de las reflexiones a las que obliga esta ficción cargada de verdad, TeleJunín dialogó con el psicólogo Federico Appiani, de la Fundación Soberanía Sanitaria, sobre cuestiones como la salud mental, las inquietudes de los adolescentes y la importancia de la escucha.
La salud mental, un punto central
Consultado sobre el lugar que ocupa en los adolescentes la salud mental, Appiani aseguró que “es central” para ellos.
“A los adolescentes les importa la salud mental, la de sus compañeros, de sus amigos. Intentan buscar respuestas, a veces en los lugares equivocados, como en las redes sociales, a veces googleando, a veces con inteligencia artificial, pero van buscando respuestas, porque es un tema que tienen en agenda. Intentan ponerle palabras a lo que sienten y por eso es importante abrir un diálogo con ellos, hablar de lo que les pasa, de la salud mental, de lo que sienten y es responsabilidad de nosotros, los adultos”, detalló el profesional.
Sobre las inquietudes en torno a la salud mental, aseguró que una de ellas es la soledad, “lo cual es paradógico y paradigmático en una época donde todos tenemos un celular en la mano. El celular es una computadora que supuestamente te conecta con todos, una época de hiperconectividad, y sin embargo aparece mucho el sentimiento de soledad, una sensación de estar solos. Un mundo también cada vez más individualista”.
Otra inquietud es la violencia en todas sus formas: “Las violencias entre ellos, entre pares, en el barrio, en la familia, en las instituciones, en los medios de comunicación, en las redes sociales”, indicó y mencionó asimismo la violencia autoinfligida.
Appiani destaca que la serie, si bien plantea un caso extremo, introduce el tema de la salud mental y en ese sentido destacó la importancia de “poder generar un espacio de escucha con nuestros jóvenes, poder hablar de salud mental, hablar de lo que les pasa. Hablar de salud mental no es solo lo malo que les pasa, es hablar también de su deseo, de sus amistades, de sus parejas, su proyecto de vida, de cómo están habitando el mundo. La recomendación para padres es encontrar esos momentos de diálogo con sus hijos y sin juzgar tanto. Un diálogo más franco, más honesto, sin tanto prejuicio”.
Hablar siempre
Sobre la necesidad de prevenir y concientizar en cuanto al uso de las redes sociales, Appiani reconoció que resulta difícil “en el punto de que los adolescentes también tienen un celular en la mano, igual que nosotros, los adultos”.
El profesional insistió en el diálogo y la escucha: “Creo que la prevención tiene más que ver con esto de ir hablando pero no es solo dar herramientas. Si bien se pueden dar ciertos consejos y acompañar, me parece que es constante esto de ir hablando siempre de lo que está sucediendo en las redes”.
En ese sentido se refirió a usos de las redes que muchas veces los adultos desconocen y ejemplificó con la situación de un adolescente que tal vez sube una foto y todos sus compañeros la critican o dicen cosas desagradables: “Tal vez uno ni se entera, y es algo que le genera mucho dolor a ese chico o a esa chica. Entonces ir acompañando, hablar todo el tiempo de lo que va ocurriendo en la vida de ellos y ellas, que no solo ocurre en la escuela o en el club, sino que ahora también tiene una existencia virtual. Ocurre en las redes”.
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