Destacan la necesidad de políticas que garanticen el acceso a la vivienda.
Destacan la necesidad de políticas que garanticen el acceso a la vivienda.
PANORAMA INMOBILIARIO LOCAL

Los jóvenes juninenses y el complejo desafío de construir su primera vivienda

Arquitectos locales analizaron los modelos de construcción más elegidos entre las familias jóvenes, quienes – a pesar del panorama crítico y del déficit habitacional – continúan proyectando edificar el primer hogar.

En Argentina, la crisis habitacional se ha convertido en un desafío latente que afecta a millones de ciudadanos, especialmente a los jóvenes que buscan su primer hogar. A pesar de un contexto económico desfavorable, marcado por la inflación y la falta de oportunidades, estos jóvenes se ven impulsados por el deseo de construir un espacio propio que les brinde estabilidad y autonomía. 

La necesidad de acceder a una vivienda digna se torna urgente, en un país donde el déficit habitacional sigue creciendo y las políticas públicas parecen no alcanzar a satisfacer esta demanda. En este escenario, se hace imprescindible abordar las alternativas y soluciones que permitan a las nuevas generaciones superar las barreras y concretar el sueño de tener un lugar al que puedan llamar hogar.

Democracia dialogó con tres arquitectos juninenses, quienes compartieron las opciones más requeridas por este segmento de la población. Desde sistemas constructivos innovadores hasta diseños que priorizan la flexibilidad y la adaptabilidad, las nuevas generaciones buscan soluciones que se ajusten a sus necesidades y presupuestos.

"La casa es una pieza dinámica que se adapta a las circunstancias, que marca el tiempo respondiendo a pautas culturales específicas. No obstante, el caso de la vivienda progresiva, partiendo de una superficie mínima y con distintas posibilidades de crecimiento, es un prototipo solicitado con frecuencia. Sobre todo a la hora de hablar de la primera vivienda”, aseguró el arquitecto Marcelo Fernández, quien definió este tipo de modelo como “viviendas modulares y progresivas que permiten diversos crecimientos, a partir de un espacio mínimo”. 

Esta visión refleja la tendencia creciente hacia viviendas flexibles y adaptables, que puedan crecer y transformarse según las necesidades de sus habitantes. Los jóvenes buscan espacios que se ajusten a su estilo de vida y a sus posibilidades económicas, priorizando la funcionalidad y la eficiencia.

"Hay búsquedas que tienen ciertos factores compartidos como la necesidad de encontrar volúmenes útiles, flexibilidad espacial, crecimiento, protección climática, aprovechamiento de espacios exteriores, economía de obra y rapidez en la construcción", detalló Fernández.

 

Alternativas innovadoras

Ante la necesidad de soluciones rápidas y económicas, los sistemas constructivos innovadores ganan terreno. "Los sistemas constructivos elegidos, en los últimos años, estuvieron relacionados con la necesidad de dar una respuesta urgente y económica a los problemas del déficit habitacional; con una debida racionalización y sistematización de los recursos técnicos y humanos", afirmó.

El Steel Frame se destaca como una opción cada vez más popular. "El Steel Frame aparece como alternativa a esta búsqueda, transformándose en un sistema constructivo de amplio crecimiento en los últimos años, a partir de ser considerado como un sistema de construcción en seco. El mismo tiene una serie de beneficios como la optimización de recursos; el hecho de que sea un sistema liviano; un menor costo en fletes; posibilidades de construcción en planta alta; el ahorro de energía. Otros de los beneficios podrían ser la facilidad de instalación, el menor tiempo de ejecución, un proceso más corto y previsible que los sistemas tradicionales, un sistema apto para cualquier destino y escala de obra.

"Podríamos definir a este aspecto como una ‘flexibilidad arquitectónica’, en cuanto a las posibilidades de diseño", explicó Fernández.

Tras ser consultado por la influencia del aumento del precio del ladrillo hueco, en los niveles de construcción indicó que “toda suba de cualquier material tiene cierta repercusión en el costo de la vivienda”. “Tanto los materiales como el valor del suelo, como la mano de obra, son cuestiones que forman parte del costo final, así que cualquier variación que sufra algunos de esos en forma particular va a tener incidencia”, señaló. 

 

Desafíos y perspectivas

A pesar de las alternativas disponibles, el acceso a la vivienda sigue siendo un desafío para muchos jóvenes. "El gran inconveniente es el alto costo de la vivienda, de la tierra y la dificultad de acceso a créditos así como la poca capacidad de ahorro relacionada con la situación económica. Esto hace que la demanda exista. La capacidad de ahorro es prácticamente nula de un amplísimo sector de la sociedad, con lo cual hace que la demanda de vivienda, si bien es creciente, no se puede satisfacer de ninguna manera", señaló Fernández.

Y agregó que “una de las grandes deudas del sistema democrático o de la sociedad es el acceso al hábitat; que es un derecho vulnerado. El problema de las viviendas radica en su carácter de mercancía que se le otorga”. 

El arquitecto destacó la importancia de cambiar el paradigma del "sueño de la casa propia" al "derecho a una vivienda digna". "Luego, el objetivo prioritario, en materia habitacional, es seguir atendiendo aquellas demandas que el mercado no satisface. Eso es un compromiso como profesionales que debemos tener en cuenta", enfatizó.

En ese sentido, sostuvo que la arquitectura debe ser entendida “como una articulación entre un sistema de proyectos y un sistema constructivo, donde se pueda llegar a generar un pensamiento que racionalice, que economice, que le dé calidad a la vivienda y que intente - de alguna manera - indagar y desafiar la búsqueda de achicar el déficit habitacional que es un problema crónico, sobre todo en los países latinoamericanos”. 

 

Un llamado a la acción

Fernández subraya la necesidad de políticas públicas que garanticen el acceso a la vivienda y el hábitat. "Hace falta una política pública que tenga que ver con el hábitat como garante de un desarrollo integral. La ausencia y la debilidad del Estado generan, no solo inconvenientes para responder a la disminución del déficit, sino desigualdades y precariedad socioterritorial. También es uno de los causantes. Creo que no hay posibilidades de hacer ciudades justas y sustentables sin la intervención del Estado", afirma.

"Darle respuesta a la demanda de vivienda y hábitat es un elemento transformador clave; tiene un efecto catalítico y promueve transformaciones sociales; también estimula la dinámica de la economía y favorece la recuperación económica", concluyó Fernández.

 

Flexibilidad y adaptabilidad

La elección del sistema constructivo adecuado es fundamental para optimizar costos y tiempos de construcción.  En ese sentido, el arquitecto Benjamín Kessler destacó la importancia de considerar las características específicas de cada proyecto al elegir el sistema constructivo. "Esto quiere decir que si tenemos una vivienda tipo country con molduras y donde hay gran cantidad de muros, un sistema tradicional Steel Frame se adapta bien. En cambio, si tenemos una casa más bien minimalista con grandes paños vidriados y superficies abiertas y demás, conviene un sistema de hormigón armado. No es que uno sea mejor que el otro, cada uno tienen características propias, ventajas y desventajas, de acuerdo al tipo del proyecto en el que se va a implementar", explica.

A pesar de las ventajas del Steel Frame en términos de rapidez de construcción, Kessler advirtió sobre la necesidad de un desembolso inicial significativo. "Respecto al sistema tradicional, el sistema Steel Frame es más rápido, pero no es más barato. La dificultad del SteelFrame es que requiere un desembolso inicial de obra que es muy grande, porque mayormente todos los constructores o empresas constructoras que lo trabajan, piden el adelanto del 100% de materiales o un porcentaje muy alto, lo cual implica que la gente tiene que desembolsar más de la mitad del costo de la obra de entrada, cosa que con el sistema tradicional no", señaló.

Ante esta realidad, muchos jóvenes optan por estrategias de construcción gradual. "Si la gente no tiene todo el dinero disponible puede ir comprando materiales aunque no empiece la obra, y puede ir empezando con los cimientos, luego levantando las paredes y hacerlo en forma paulatina de acuerdo al flujo de fondos que tenga. El SteelFrame implica básicamente tener casi toda la plata de entrada, y en cuanto al costo final respecto del sistema tradicional es lo mismo", explicó Kessler.

 

El perfil del joven constructor

"El grueso de mis clientes son parejas jóvenes; sin hijos o con hijos muy pequeños. Dependiendo el color político o el gobierno de turno siempre van cambiando los clientes. Yo hace 15 años que estoy trabajando y fueron variando muchos", comentó.

Kessler recordó cómo los programas Procrear impulsaron la construcción de viviendas, en el inicio de su carrera como arquitecto. "Cuando empecé a trabajar acá la mayor cantidad de trabajo que tuve estuvo impulsada por el Procrear 1 y 2. Básicamente el 90% de mi trabajo venía de ahí", indicó.

En la actualidad, el perfil del constructor se ha modificado. "En este momento, en estos últimos años, la mayor parte de los clientes son jóvenes solteros o mayormente familias sin hijos o con hijos muy pequeños", señaló. 

 

Ahorros vs. créditos 

En diálogo con Democracia, el arquitecto Damián Almozni trazó una radiografía del sector de la construcción y relató que si bien “hacía unos años teníamos mayor cantidad de proyectos de viviendas, eran de menos metros cuadrados – entre 60 y 100 metros cuadrados - financiadas con créditos por lo general”. 

En tanto, en la actualidad, se registra una disminución en la cantidad de obras, pero “un aumento en la superficie promedio (+200 m²)”. “Las mismas están realizadas con ahorros propios de los clientes y con lo que van generando mes a mes", explicó. 

"Sí notamos que, desde el año pasado, hay una cierta estabilización económica que podría facilitar el acceso al crédito. Algunos clientes consideran obtener un crédito como una opción viable para financiar las terminaciones de la obra, ya que los montos son más manejables y comparables al costo del alquiler de una vivienda familiar", señaló Almozni.

 

Estrategias y adaptación

Ante la incertidumbre económica, los jóvenes buscan estrategias para hacer realidad el sueño de la vivienda propia. "También están las familias que compraron un lote anteriormente, realizan el proyecto de la vivienda con el estudio, y están esperando el momento que crean conveniente para arrancar la obra. Con el proyecto de la casa realizado tienen la posibilidad de ir acopiando materiales, llegando al comienzo de obra solamente teniendo que cubrir los gastos de presentación, el presupuesto de la mano de obra y la dirección de obra", detalló Almozni.

Esta planificación anticipada y la posibilidad de acopiar materiales permiten a los jóvenes avanzar en la construcción de su vivienda de forma gradual, adaptándose a sus posibilidades económicas.

 

Construcción tradicional vs. Steel Frame

La elección del sistema constructivo es una decisión fundamental al momento de construir una vivienda. En los últimos años, el Steel Frame ha ganado terreno como una alternativa al sistema tradicional, generando interrogantes sobre sus ventajas y desventajas.

Daniel Di Palma, presidente del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos del Departamento Judicial de Junín, explica que "pasar de un sistema convencional de vivienda a la modalidad de Steel Frame significa una variación sustancial, en cuanto a costos de construcción".

Según Di Palma, el Steel Frame ha experimentado avances tecnológicos que han mejorado su calidad y eficiencia en los últimos años. Sin embargo, esto también ha generado una diferenciación en los costos en comparación con la construcción tradicional.

"De todas maneras, esto tiene una implicancia definitiva en el precio final del inmueble porque los costos, más allá de que estén en la misma ubicación, mismo lote, con valores referentes de acuerdo a la zonificación existente en el lugar donde se establezcan y se empalmen las construcciones, hace que la diferenciación en el costo de lo convencional a lo Steel Frame definitivamente tenga una variación diferente", afirma Di Palma.

A pesar de las diferencias en costos, el Steel Frame ha ganado popularidad en el mercado debido a su eficiencia en tiempo y costos de obra. "El Steel Frame se ha incorporado, en un gran porcentaje, al mercado, respecto de la construcción convencional. Por una cuestión de costo y economía de procedimiento, en obra y en tiempo, se elige en una mayor porcentualidad que años anteriores", señala Di Palma.

Sin embargo, la construcción tradicional sigue siendo una opción elegida por muchos, influenciada por factores culturales y económicos. "Lo convencional sigue siendo, teniendo una amplia diferenciación respecto del Steel Frame, también por una cuestión de uso y costumbre cultural y una dinámica que lo permite o lo determina el bolsillo de cada uno a la hora de realizar la construcción", concluyó Di Palma.

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