La ola de calor que cubre gran parte de la Argentina y la falta de lluvias previstas para los próximos días podrían generar menores rendimientos en el cultivo de soja con respecto a los esperados en la zona núcleo. Es que en un contexto de temperaturas máximas que alcanzan los 38°C, si en los próximos días no llueve, la situación que actualmente afecta a los suelos de mala calidad se extenderá a los suelos buenos, generando menores rendimientos.
Al respecto, el ingeniero agrónomo Luis Crosetti, perteneciente al Centro Cooperativo Primario de AFA Rojas, destacó que "el contenido de agua es crítico y está poniendo los cultivos en una situación de estrés hídrico, sumado al estrés térmico por altas temperaturas".
"El cultivo de soja de primera se encuentra en periodo crítico, y podemos estimar pérdidas por un 15% en el inicio de formación de granos", señaló el ingeniero.
En cuanto al maíz de primera, el ingeniero agrónomo sostuvo que "podemos decir que pasó su periodo crítico con buenas condiciones hídricas, por lo que los rendimientos ya están prácticamente definidos".
Y agregó que "un estrés hídrico en estos momentos va a afectar el componente de rendimiento que se está definiendo ahora, que es el peso de los granos. Podemos llegar a tener alguna pérdida en ese aspecto en torno al 10%".
"Se va a ver restringido el rendimiento"
Democracia dialogó con Alejandro Signorelli, jefe de la Agencia de Extensión Rural INTA Junín, quien trazó un panorama sobre la situación de los lotes: "Desde el 15 de enero que no tenemos lluvias. Después de esos 80 milímetros acumulados que fueron muy buenos, las precipitaciones desaparecieron. Hasta ahí el panorama venía con muy buenas expectativas para lo que eran tanto los cultivos de primera y también para los cultivos de segunda".
Y luego lamentó: "Ahora, 15 días después, fíjate cómo es la situación: no solo que no llovió más, sino que hay que sumarle estos golpes de calor".
Sobre cómo afectará a los mismos, Signorelli destacó que "los cultivos tienen temperatura de base, temperaturas óptimas y temperaturas máximas para sus diferentes etapas de desarrollo", sostuvo y aclaró que "en algunos casos puede llegar a detener la etapa de llenado, acelerando la madurez fisiológica y, obviamente, se va a ver restringido el rendimiento".
Según explicó el representante del INTA, "los cultivos de segunda están empezando a florecer, por lo cual esta situación les va a afectar en su etapa de floración. Por eso necesitamos lluvias próximamente que alivien, por un lado, el calor y, por el otro lado, el déficit hídrico extremo que se está teniendo".
Por último, el ingeniero consultado señaló que "estamos teniendo lluvias con golpes de calor, entonces esto va a ser una combinación bastante complicada para el desarrollo de la etapa final de los cultivos".
"No hay napas"
El prosecretario de CARBAP Junín, Gustavo Frederking, señaló que "hay dos condiciones fundamentales para el desarrollo del cultivo: una es la lluvia, que es fundamental durante el proceso del desarrollo del cultivo; y lo otro es tener napa, tener humedad en el suelo. Esta última no la tenemos más y hace mucho la napa no existe por la sequía de los últimos años que venimos teniendo".
"El mayor indicador es la Laguna de Gómez sin agua y la Mar Chiquita con muy poca agua. Eso es indicador de que no hay napa. Y fijate que viene lloviendo en primavera y, aun así, no solo que ni se mantuvo, sino que fue bajando", sostuvo Frederking.
En sintonía, sostuvo el integrante de CARBAP que "cuando hablaban de cosecha récord, decíamos que no había que cantar victoria, porque de verdad vamos a necesitar más que nunca el agua, porque no la veníamos teniendo hace muchos años".
Sobre la situación actual, Frederking sostuvo que "ahora no solo dejó de llover, sino que la temperatura aumentó. Estamos con esta oleada de calor que agrava el crecimiento de un cultivo. Normalmente, cuando pasás los 35 grados en la temperatura es cuando empezás a tener perjuicios".
Por su parte, en el análisis del estado de los cultivos, el prosecretario de CARBAP señaló que "tenemos un maíz de primera que, dentro de todo, en su periodo crítico le llovió bien. En reglas generales, se ha desarrollado con condiciones aptas para los cultivos".
Con respecto a la soja de primera, indicó que "estamos en el periodo crítico, cuando realmente se necesita lluvia. Hasta ahora -de aspecto- la soja se ve bien, pero el daño puede ser a posterior".
"Creo que Junín está mejor que otros partidos de la provincia de Buenos Aires, claramente. hay lugares en los que los cultivos están mucho más dañados que acá", indicó.
Por último, se refirió al maíz tardío: "Uno sale a recorrer un lote y ve que hay indicios de daño y que van a rendir menos. Igual hay que esperar. Lo mismo ocurre con la soja de segunda, le queda más tiempo, puede tener revancha. Si llueve bien cambiaría todo sustancialmente".
El informe de la Bolsa de Cereales
"En tan solo siete días, el área con condiciones de cultivo de muy buenas a excelentes disminuyó del 90% al 65%, mientras que el 10% de los lotes se encuentra en condiciones regulares o malas", planteó un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Las altas temperaturas han tenido un impacto significativo en la soja de primera durante su fase más sensible. El 60% de la soja se encuentra en las etapas R4 y R5, en pleno llenado de granos, mientras que el resto está en la etapa R3, desarrollando vainas.
Según el informe de la BCR, "la soja de primera estaba en buen estado hasta esta semana, cuando comenzaron las altas temperaturas y la falta de lluvia empezó a afectar a los lotes de calidad inferior". Esto se está observando en gran parte de la región núcleo, y la perspectiva de una cosecha exitosa se está desvaneciendo, especialmente en suelos de baja calidad, donde se registra estrés y pérdida de rendimiento", agrega el texto.
¿Cuándo llegan las lluvias?
Las precipitaciones llegarían recién entre el jueves y el viernes. Según pudo averiguar Democracia, desde el aeródromo local estiman que caerán entre 50 y 100 milímetros.
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