1. Massey y Caseros es una de las esquinas en las que habrían recogido a Tomás Dameno Santillán. Cabe recordar que el menor había salido caminando del colegio (Massey y Pringles) y luego de transitar al menos cuatro cuadras se subió a un auto, que habría tomado por avenida Alem, hacia las afueras de esta ciudad.
2. El conductor del auto trasladó a Tomás por Alem hasta la avenida Menarvino. Habría doblado hacia la derecha para emprender en línea recta el viaje hasta la Ruta Provincial Nº 50. Al llegar al empalme, volvió a doblar hacia la derecha y tras viajar unos 2 kilómetros bajó por un camino rural hacia la izquierda. A unos trescientos metros el auto se detuvo en el monte donde luego encontraron el cuerpo de Tomás.
3. Desde Massey y Caseros hasta el monte donde fue encontrado el menor hay unos siete kilómetros. La mitad del trayecto el conductor no pudo haber ido a más de 50 kilómetros por hora si se tiene en cuenta que es zona urbana. Pero desde donde comienza la extensión de la avenida Maipú hasta la ruta (acceso Martín Recalde) la velocidad pudo haberse duplicado. Una vez que Cuello subió a la ruta, pudo haber alcanzado una velocidad de 120 a 160 kilómetros hasta llegar al camino que conducía al monte. En total, el asesino pudo haber tardado menos de 15 minutos en secuestrar al niño y llegar hasta al monte.
4. A unos 700 metros del casco urbano, en avenida Maipú (acceso Martín Recalde) está ubicado el autódromo Livio Antonio Biasussi, lugar donde el domingo pasado encontraron enterrada una pala (que reconocieron como propiedad de Cuello) junto a la mochila y el guardapolvo pertenecientes a Tomás. En su viaje de vuelta, quizás con el crimen ya consumado, Cuello podría haberse detenido para enterrar los elementos.
5. Para los investigadores el final del recorrido puede ser la casa donde Cuello vivía con su novia. En la vivienda de Primera Junta al 740, el acusado del crimen pudo haber llegado antes de las 13.
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