Preveían que se podrían encontrar yacimientos en la cuenca del Salado.
Preveían que se podrían encontrar yacimientos en la cuenca del Salado.
HIDROCARBUROS

La vez que YPF quiso explorar Junín y Lincoln para buscar petróleo y gas

El proyecto iba a dar comienzo en 2010 y apuntaba a conocer el potencial de reservas del país. La empresa tenía previsto destinar más de 28.000 millones de pesos en los siguientes 5 años -entre inversiones y gastos de operación- con el objetivo de impulsar nuevas tecnologías.

En 2009, YPF anunció un plan plurianual para buscar nuevas reservas de hidrocarburos en el continente y en el Mar Argentino. Entre los 250 lugares elegidos para buscar petróleo y gas estaban Junín y Lincoln.  

Así lo había informado el ex CEO de la empresa, Sebastián Eskenazi, durante un acto en la sede de YPF que encabezó la por entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner. 

El proyecto apuntaba a conocer el potencial de reservas del país. La empresa YPF tenía previsto destinar más de 28.000 millones de pesos en los siguientes 5 años -entre inversiones y gastos de operación- con el objetivo de impulsar nuevas tecnologías para la exploración de petróleo y gas en todo el país, a través de un programa que incluía unos 250 bloques exploratorios y un análisis integral del Mar Argentino.

De los 250 bloques exploratorios, 135 eran de offshore (en el mar), 39 estaban en Neuquén, 21 en Santa Fe, 18 en Santiago del Estero, 16 en la provincia de Buenos Aires –allí estaban Junín y Lincoln– y 12 en Santa Cruz, entre las provincias con mayor potencial.

Antecedentes

La primera vez que se habló del petróleo bonaerense se destacó la zona de Punta Piedras en Samborombón en la década de 1970.

Alguna vez Shell y Pérez Companc también buscaron en Miramar y la cuenca del Colorado, y gas en las sierras de Tandil y Ventana.

En la década de los 90 volvió a hablarse del fenómeno y se buscó incipientemente en la zona de Paragüil partido de Laprida, y en la zona de San Cayetano. En 1998, las petroleras Bridas y Amoco realizaron perforaciones en esos partidos bonaerenses.

Según reconstruyen las crónicas de más de dos décadas atrás, los presuntos yacimientos habían sido detectados a través de una serie de estudios satelitales desarrollados un año antes. Posteriormente, se habría realizado otro estudio denominado "vibración de suelo", cuyos resultados concordaban con los satelitales, pero ninguna de las experiencias resultó satisfactoria. 

Según se informó en ese momento, en Laprida había hidrocarburos aunque comercialmente inviables y en San Cayetano sólo se habrían descubierto vestigios de gas que no justificaban su producción. 

Desde entonces la fiebre por el “oro negro” bonaerense se apaciguó durante más de una década hasta que el exgobernador Daniel Scioli reavivó el entusiasmo con un proyecto para la exploración de hidrocarburos en la Provincia. 

La propuesta contemplaba el inicio de la exploración en las cuencas de los ríos Salado y Colorado, así como también el monitoreo de reservas en cercanías de las localidades de Sierra de la Ventana, Saavedra y Laprida.

Si bien preveían que se podrían encontrar yacimientos en las cuencas del Salado y el Colorado, se iba a investigar la totalidad del suelo para saber dónde realizar las excavaciones.

Estudio

Por F. Raggio, R. Gerster y H. Welsink (YPF)

L as cuencas del Salado y Punta del Este poseen una geometría elongada en sentido NOSE, que se estrecha hacia el NO y se ensancha hacia el E. Se encuentran limitadas al Norte por el Alto del Polonio que representa el límite con la Cuenca de Pelotas y al Sur por el Alto de Tandil, límite morfoestructural con la cuenca del Colorado. Las cuencas del Salado y Punta del Este se encuentran separadas entre sí por el alto de Martín García y el alto del Plata, y se encuentran genéticamente relacionadas comportándose como conjuntos sedimentarios subparalelos de edad y estilo estructural similar.

El origen de las cuencas del Salado y Punta del Este se encuentra relacionado con la ruptura del supercontinente Gondwana y la apertura del océano Atlántico en la era Mesozoica. Los sedimentos mesozoicos y cenozoicos que incluyen las fases de rift, sag y margen pasivo alcanzan un espesor máximo de aproximadamente 7.000 metros.

Entre 1937 y 1942, YPF realizó la registración de la primera sísmica de refracción en el continente que permitió determinar la presencia de un espeso depocentro sedimentario. Como consecuencia, se perforó el primer pozo exploratorio en 1948, General Belgrano x-1. En total, en la Cuenca del Salado se perforaron 10 pozos exploratorios, 6 en el onshore y 4 en el offshore, mientras que en la Cuenca de Punta del Este sólo se perforaron 2 pozos (Tavella y Wright, 1996).

Los primeros pozos offshore fueron perforados en 1969: Samborombón B-1, Samborombón A1-A y Samar D-1. Los dos primeros alcanzaron el basamento cristalino a profundidades de 1.839 metros y 1.731 metros respectivamente. Samar D-1 llegó a una profundidad de 3.245 metros, lo que permitió investigar sedimentos del Cretácico Medio. Este sondeo encontró dos manifestaciones de petróleo residual en areniscas tanto de edad paleocena como del Cretácico Tardío.

En el continente se perforaron seis pozos más: Pipinas-1 (1968), Las Chilcas-1 (1969), Los Cardos-1 (1970), Valeria F-2 (1971) y General Paz-1 (1974), todos resultaron estériles. El sondeo General Paz obtuvo trazas de metano en el Cretácico y Terciario, con fluorescencia leve. Los resultados de los pozos exploratorios se resumen en la figura 3.

En la década de 1970, se perforaron los pozos en aguas uruguayas de la vecina Cuenca de Punta del Este, Lobo-1 y Gaviotín-1, ambos por la compañía Chevron. Estos sondeos encontraron evidencias de hidrocarburos en inclusiones fluidas en los niveles clásticos del synrift de edad cretácica.

Entre 1992 y 1994, se registraron 2.000 km de sísmica en la cuenca del Salado, y se perforó el sondeo Dorado x-1, que atravesó 3.139 metros de columna, hasta alcanzar el Cretácico Medio y parte del basamento. El resultado fue estéril.

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