La pala que fue encontrada cerca del autódromo de Lincoln y con la que la Justicia presume que fue asesinado el niño Tomás Santillán, de 9 años, pertenece al albañil Adalberto Cuello, ex pareja de la madre del pequeño.
Así lo confirmaron familiares del imputado, quien está detenido por ser el presunto autor material del crimen del chiquito, ocurrido el pasado martes 15 en las afueras de esta vecina ciudad.
La Policía, durante los allanamientos en el marco de la causa, secuestró una pala en la casa de Cuello, cuyos familiares reconocieron que era la que él utilizaba para su trabajo.
Lo que se determinó en la autopsia que se le hizo al cadáver de Tomás es que al niño lo mataron de varios golpes en la cabeza, realizados con un elemento “romo”, que bien podría ser una pala.
Precisamente esta herramienta fue encontrada junto a la mochila de los “Power Rangers” y el guardapolvo que pertenecían a la víctima.
Ahora la pala está siendo examinada en La Plata para poder detectar huellas o restos de sangre que permitan determinar algún ADN, que pueda ser comparado con el del imputado.
El detenido por el crimen de Tomás Santillán aseguró que el pequeño “era un santo”, pero dijo que no era agradecido con él, según consta en el expediente que tramita la Justicia de Junín.
En su declaración indagatoria, Adalberto Cuello afirmó que la relación con el pequeño hijo de su pareja era buena cuando vivían en Timote, pero dijo que cambió al mudarse a Lincoln.
“Nunca le pegué”
“Con Tomás en Timote era espectacular (la relación), pero cuando llegaron a Lincoln, cambió, no sé por qué”, expresó, y agregó que “solo una vez” levantó de una oreja al niño “pero -aseguró- nunca le pegué”.
Asimismo, Cuello señaló que su ex pareja Leonor, la madre del pequeño, le había roto ropas y fotos, dado que estaban atravesando una crisis de la relación, por lo que él decidió “romperle la PlayStation al niño”, dado que entendía que Tomás no era agradecido con él.
Cuello está detenido como presunto autor del crimen de Tomás y el sábado pasado, según consta en el expediente reproducido ayer por el sitio 26 Noticias, le dijo al fiscal de Junín Javier Ochoaizpuro que el nene “era un santo”, tras negar que él haya sido el autor del crimen.
Según fuentes judiciales, en la indagatoria que llevó cuatro fojas, Cuello recordó que siempre estuvo “muy preocupado por la desaparición de Tomás”, y que la última vez que lo vio fue cuando salió de la escuela el mediodía del martes 15 de noviembre, mientras que su cuerpo fue encontrado el jueves por la tarde.
Cuando se refirió a cómo era la convivencia con Tomás, mientras vivía con la madre -con la que además tuvo un hijo- señaló que él le “enseñó a comer, a no tirar la comida”, y agregó: “No sé si lo retaba, sólo le enseñaba, pero si no comía no lo retaba ni le pegaba”.
En su relato Cuello dijo que ese martes 15 cuando desapareció Tomás -mismo día en que lo mataron- estuvo con su novia María Inés Márquez, quien luego negó que eso fuera cierto, y hasta comentó que había subido unas fotos al Facebook.
Cuando se enteró a través de unos tíos de la desaparición de Tomás llamó a Leonor, la madre del nene, quien le comentó lo que había sucedido. “Leonor y la policía llegaron a mi casa y me tomaron mis datos personales”, sostuvo, y que cuando él le ofreció a Leonor ayudar a buscar al niño, ella le respondió negativamente, por lo que se quedó en su casa.
Cuando el fiscal le recordó que alguna vez él le dijo a alguien allegado a la madre del niño que iba a hacer algo que le dolería, tras la separación, Cuello negó tal afirmación.
“Nunca le comenté a nadie que quería secuestrar a Tomás para hacerle pagar a Leonor por no dejarme ver a mi hijo Juan Martín, sino que alguna vez dije que el día que tuviera dinero me llevaría a Juan Martín y eso le dolería a Leonor, pero no me refería a Tomás”, sentenció.
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