“El paquete tecnológico para el trigo es caro, por lo que tenemos que tener certeza de lluvias”.
“El paquete tecnológico para el trigo es caro, por lo que tenemos que tener certeza de lluvias”.
EN JUNÍN Y LA REGIÓN

Afirman que tienen llover 300 milímetros para sembrar trigo con rindes rentables

Tras el fracaso de la campaña de granos gruesos, el cereal concentra las esperanzas de productores y de sectores afines para aliviar un cuadro financiero muy complejo. “El productor viene muy desfinanciado y apostará el trigo para seguir trabajando”, dijo Rosana Franco.

Las lluvias de las últimas semanas que se registraron en gran parte del área agrícola permitieron en la provincia de Buenos Aires recomponer los niveles de agua útil en los suelos y dejar así de lado la gran sequía que todavía afecta al país.

En este contexto, el trigo 2023/2024 podría ser el elemento crucial que apalanque y alivie un flujo financiero muy comprometido de los agricultores de Junín y la Región, para que puedan llegar a la orilla después del naufragio del ciclo 2022/2023.

“Es un cultivo que puede dar ingresos estratégicos en diciembre, sin tener que esperar hasta la cosecha de granos gruesos, lo que obligaría a tomar deuda por un periodo muy largo para reiniciar el ciclo”, afirmó el consultor Julio Lieutier.

Y agregó que “es importante reducir ese tiempo, porque el porcentaje de deuda sobre el activo corriente será altísimo en muchas empresas, sobre todo en el caso de los arrendatarios”.

No obstante, para que el salvavidas del trigo pueda funcionar deberían ocurrir nuevas lluvias en abril y mayo, que recarguen completamente los perfiles.

“Hasta mediados de marzo el tanque estaba vacío y se deberían acumular por lo menos 250-300 milímetros para llenar un perfil de 1,5 metros, que es lo que podrían explorar las raíces del trigo. Si no se alcanza esa disponibilidad a fines de abril, es difícil que se complete a partir de mayo, cuando las lluvias disminuyen significativamente”, sostuvo.

Con el anuncio del fin del fenómeno de sequía La Niña, la titular de la Federación Agraria filial Junín, Rosana Franco, aseguró que “todavía no empezó El Niño”.

“Ojalá empiecen las lluvias abundantes para recomponer la napa freática. De darse esta condición el productor seguramente sembrará más trigo, también cebada y pastoreo para el ganado”, confirmó.

Y remarcó que “el productor viene muy desfinanciado económicamente y apostara el trigo para seguir trabajando y cumpliendo con todos los compromisos económicos”.

“El paquete tecnológico para el trigo es caro, por lo que consecuentemente tenemos que tener certeza de lluvias”, concluyó.

Centro y sur bonaerense

Según el último informe del Instituto de Clima y Agua dependiente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el porcentaje de agua útil en el suelo del centro-este y sur de la provincia de Buenos Aires alcanzó valores entre 70% y 100%, los más altos del área agrícola.

Esto quiere decir que la cantidad de agua en el primer metro de tierra es óptima y en línea con los niveles normales para la Región, que se erige como la principal zona productora de trigo del país, con un aporte en torno al 40% de la producción nacional.

La licenciada en Ciencias Atmosféricas e integrante del Instituto de Clima y Agua Natalia Gattinoni explicó que "desde el 10 de marzo hasta la fecha se produjeron varios eventos importantes de precipitaciones en el sur de la provincia bonaerense, que en casos puntuales se ubicaron por encima de los 100 milímetros esta semana".

A partir de esta situación, Gattinoni consideró que "esta zona se fue desplazando de la condición de sequía, si bien todavía para evaluarlo debemos ir considerando el paso del tiempo".

En este caso, las zonas del centro-este y sur de Buenos Aires se destacaron por la cantidad de lluvias que recibieron durante gran parte de marzo, permitiéndole a la Región recargar sus perfiles de humedad en los suelos.

Cabe mencionar que, si bien estas zonas fueron afectadas por la sequía, sobre todo en el centro, en el sur no fue tan golpeada por la falta de lluvias.

De hecho, en el primer trimestre gran parte del centro-sur de la provincia recibió precipitaciones por encima del promedio histórico para la zona.

Según la Bolsa de Cereales y Productos de Bahía Blanca (BCP), durante enero el volumen de lluvias recibido en el sudoeste se ubicó, en promedio, en 89 milímetros, cuando suele recibir 64 milímetros.

Durante febrero, mes catastrófico para gran parte del área agrícola nacional, con una ola de calor extrema y prolongada, que se combinó con la falta de lluvias, en esta zona el volumen fue de 65 milímetros, 3 milímetros por encima del promedio.

Marzo no fue la excepción y se acumularon 103 milímetros, más de 20 milímetros por encima de lo previsto para el mes.

Durante la última semana, la región en cuestión recibió lluvias de consideración, con acumulados de 132 milímetros en Coronal Suárez; 85 milímetros en Coronel Pringles; 51 milímetros en Tres Arroyos; y 44 milímetros en Azul, por citar algunas localidades, apuntó Gattinoni.

"Son lluvias muy considerables con mucha cantidad de agua en poco tiempo. Para esta área, las estimaciones que nosotros realizamos de contenido hídrico en los suelos muestra un aumento y es una de la zonas que fue experimentando una mejoría en sus condiciones", explicó.

Además, remarcó la recuperación del "contenido hídrico", en especial de cara a la próxima campaña de trigo, donde la Región es responsable del 40% de la producción a nivel nacional.

Pero la recuperación no se dio sólo en el centro-sur de Buenos Aires, sino que "en los 20 días de marzo permitieron que distintas áreas de la región pampeana estén por finalizar el mes con acumulados normales para este período. Es una cierta normalización de las condiciones", marcó la especialista.

Dichas lluvias se dieron en áreas de la región centro del país, como en la provincia de San Luis, parte de Cuyo y centro-sur de Córdoba, con acumulados que en algunos casos superaron los 100 milímetros, como en la localidad de Marcos Juárez.

Sin embargo, en esas zonas, si bien se registró una mejora en los perfiles hídricos de los suelos, todavía los niveles de agua útil en los mismos se mantienen en el 40%.

También se registraron importantes lluvias en zonas de Santa Fe y Entre Ríos, dos áreas muy golpeadas por la falta de lluvias, que recién la semana pasada comenzaron a recibir precipitaciones de consideración, con 120 milímetros en Paraná y 90 milímetros en Concordia.

No obstante, el advenimiento de mejores lluvias, más abarcativas y constantes, como las que sucedieron en estas últimas dos semanas, deberán continuar en los próximos meses para poder recuperar los niveles de agua en los perfiles en zonas que han sido muy golpeadas por la sequía, como en Entre Ríos, Santa Fe, norte de Buenos Aires y centro-norte de Córdoba, ya que la cantidad de agua en el suelo todavía se mantiene en niveles inferiores al 10%.

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