María Aguilera y Jonathan Rodríguez tuvieron a su hijo Enzo Emir en el Hospital.
María Aguilera y Jonathan Rodríguez tuvieron a su hijo Enzo Emir en el Hospital.
PREOCUPA EL ENVEJECIMIENTO POBLACIONAL

En Junín y la Región se afianza la tendencia a tener menos hijos, según datos oficiales

Democracia realizó una consulta al Registro Civil y un relevamiento en las maternidades públicas y privadas, que atienden a pacientes de esta ciudad y la zona, y los especialistas consultados concordaron en que se registra una baja en la natalidad. Las causas que explican el fenómeno.

La tendencia a una menor tasa de natalidad se afianza en Junín y la Región. En efecto, según datos oficiales, obtenidos por este diario, y un relevamiento propio en las maternidades públicas y privadas, se registran menos nacimientos que en años anteriores. Entre las causas que explican el fenómeno, los especialistas consultados por este diario señalaron las políticas anticonceptivas para evitar los embarazos no deseados y el control de la natalidad.

Según los registros, el año pasado hubo más nacimientos en el ámbito privado que en el nosocomio de gestión estatal, y cabe aclarar que, en ambos casos, atienden no solamente a familias de Junín, sino de una amplia zona de influencia, por lo que los números grafican una realidad regional.

Los datos estadísticos del Registro Civil de nuestra ciudad evidencian una baja de nacimientos en los últimos años. Según lo expuesto, en las clínicas privadas juninenses, durante 2022, hubo 650 nacimientos, mientras que, durante el año anterior, se habían notificado 668.

Los datos aportados por el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) “Dr. Abraham Félix Piñeyro”, donde se atienden mujeres de Junín y la Región, arrojaron también resultados que indican una baja en la natalidad. De hecho, en 2020, hubo 603 nacimientos; en 2021 se contabilizaron 559; y en 2022, apenas 520.

Como se dijo, hubo más nacimientos en las clínicas privadas que en el Hospital Interzonal. El año pasado, el HIGA registró 520 nacimientos, mientras que en el ámbito privado hubo 650.

El decrecimiento en lo que respecta a los nacimientos se dio en nuestro distrito, pero la misma tendencia está presente en el resto del país. Durante 2022, se registró un total 1170 nacimientos, mientras que, en 2021, se contabilizaron 1227, o sea, 57 nacimientos menos de un año a otro. 

La fecundidad, en baja

Desde Neonatología de Clínica Centro, la jefa del área hizo referencia a que, en el país, desde el 2014, la natalidad y el índice de fecundidad en la mujer ostenta una merma. 

“Actualmente por mujer habría 1,5 hijos, cuando antes del 2014 la media era de 3 hijos. Y no es por la pandemia que bajaron los nacimientos. Tienen mucho que ver las políticas antinatalidad que se han tomado, como la prevención del embarazo adolescente y demás”, dijo.

La especialista consideró que, para la Argentina, “no está bueno” ese franco descenso de nacimientos, y se mostró a favor de las políticas que pudieran mejorar la calidad de vida y asegurar la natalidad, “en vez de ir contra ella”.

Por otra parte, afirmó que la mortalidad infantil en el país registra un descenso desde hacía varios años, sobre todo al mejorar la baja mortalidad neonatal, que es la que más impacta en la mortalidad infantil.

Repunte en el ámbito privado

En el ámbito privado, en Junín, aumentó la atención en algunas clínicas a embarazadas y recién nacidos, aunque el panorama es distinto en cada una de ellas.

En diálogo con Democracia, el doctor Julio Aparicio, especialista en Ginecología y Obstetricia, coordinador de la Unidad Materno Infantil  y Jefe del Servicio de Obstetricia de Clínica Centro, habló del crecimiento en la atención, gracias a la incorporación de más personal y mejores equipos.

Explicó que si bien, en general, las estadísticas nacionales señalan que bajó la cantidad de nacimientos en el país, en Clínica Centro hubo una suba con respecto a años anteriores, sea por las derivaciones de la región, sea por los cambios que hubo en la clínica y la modalidad de trabajo.

No obstante, en los totales de nacimientos en dicha clínica también pudo observarse una baja el año pasado, si se tiene en cuenta que en el 2021 hubo 163 nacimientos y en el 2022, 155.

El profesional destacó que la Unidad Materno Infantil de Clínica Centro surgió en marzo de 2020, sumando más profesionales y nueva aparatología en los servicios de Ginecología (donde se hacen nuevos estudios que antes no había) y Obstetricia, Neonatología, con equipos de alta complejidad, puericultora, licenciadas obstétricas, psicología perinatal, entre otros avances, que atrajeron la atención de las embarazadas.

La contracara: el envejecimiento poblacional

Desde la Clínica La Pequeña Familia, Javier Pepa, director médico adjunto del establecimiento, explicó a Democracia que el descenso de la natalidad es algo que se venía viendo en los últimos 5 o 6 años y que genera preocupación en el país. 

“Es un descenso que se está registrando a nivel nacional. Esto fue charlado muchas veces en reuniones de clínicas, sanatorios y hospitales, ya que se observa un descenso de la natalidad. Como dato anecdótico te comento que algunas clínicas en Buenos Aires tuvieron que cerrar las neonatologías porque no tenían pacientes”, afirmó.

Y detalló la situación particular planteada en La Pequeña Familia. “El pico de mayor cantidad de nacimientos en la institución se dio en 2018, cuando nacieron 694 bebés en la clínica. Después, en 2019-2020, bajó. En el 2019 nacieron 543; en el 2020, subió a 588; en el 2021, hubo 591; y en el 2022, subió un poco a 653, se está recuperando y acercándose a los valores que había en el 2018”, dijo.

“La realidad es que nosotros recibimos todos pacientes de Junín y la región. Los de Junín son aproximadamente la mitad de los nacimientos, o un poco menos, del universo que se atiende en la clínica”, acotó.

Respecto de la baja de la natalidad a nivel país, Pepa opinó que, si bien en LPF se da más o menos el mismo número de nacimientos, a nivel general el panorama es otro: un descenso de la natalidad. “Se observa como una nueva curva demográfica, que preocupa un poco porque achata la curva de nacimientos y eso hace que la curva demográfica se modifique con más personas envejecidas y menos personas jóvenes, en el mediano plazo”, advirtió.

“Mi opinión es que la población joven no prioriza dentro de sus planes de vida a la maternidad o paternidad como antes sí sucedía. Se posterga para más adelante. Prioriza un desarrollo laboral, realizar viajes, planean la vida de otra manera y postergan los planes de maternidad o paternidad. También es cierto el tema de la crisis económica y la crisis global que quita estímulo para programar ser padres”, concluyó.

Políticas públicas

La licenciada en Obstetricia del HIGA, Laura Larghi, respecto a la baja del índice de natalidad, opinó que pudo influir la colocación del método anticonceptivo de larga duración, el implante subdérmico (chip) y de DIU en los últimos años. 

“Fueron campañas muy fuertes que se hicieron y se logró colocar implantes en los CAPS, se abrieron consultorios anticoncepción en el hospital y también hubo, que antes no pasaba, la posibilidad para la mujer que tiene un bebé de hacerse la ligadura tubaria, que es un método definitivo ya contemplado por la ley. Es decir, esta ley por la que vos decidís sobre tu cuerpo. Si la mujer quiere ligarse las trompas a los 18 años, por ejemplo, puede hacerlo, pero sabiendo que eso es irreversible, no va a volver a quedar embarazada. No hay nada que no le permita hacerlo”, explicó.

Hablando de cambio de modalidad de la atención en este aspecto, la profesional dio un claro ejemplo: “Si vas a hacerte la segunda cesárea automáticamente te preguntan si querés ligarte las trompas, te dan toda la explicación de por qué es un método irreversible, ya que una vez que se ligan las trompas es muy difícil revertirlo. Eso hizo que muchas madres de 20, 22, 24 años en la segunda cesárea tuvieran la ligadura tubaria”.

“Ya no te ponen la excusa de antes, de que si era joven se iba a arrepentir. Si se te da la información y vos decidís, te ligan las trompas en la cesárea”, afirmó.  

“Por otra parte, desde el 2020 está la ley que permite interrumpir el embarazo, la ley IVE. Hubo una afluencia importante y un equipo interdisciplinario trabajando en el tema: tres tocoginecólogas, trabajadoras sociales, psicólogos, donde en la consulta explican, y si se decide abortar se firma el consentimiento. Automáticamente la paciente se va con la medicación para hacerlo en su casa, hasta la semana 12 de embarazo. Es decir, es ambulatorio. Y después te asegura el método anticonceptivo de larga duración que la persona elija”, detalló.

El Hospital también cuenta con un equipo dedicado a la atención de la demanda espontánea del adolescente, compuesto por pediatra, licenciado en obstetricia, psicólogo y trabajador social. Vale aclarar que atiende al adolescente, esté o no con embarazo. “Uno de los puntos abordados es la prevención del embarazo no deseado y el uso del preservativo, aconsejado para evitar la concepción y el contagio de enfermedades de transmisión sexual. Al respecto cabe acotar que en Junín hay muchos casos de sífilis. Y si tiene una pareja estable se busca un método anticonceptivo de larga duración si se quiere”, explicó.

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