Sedimentos y agua estancada en el Río Salado.
Sedimentos y agua estancada en el Río Salado.
LA FURIA DEL CLIMA

Por la sequía extrema, el Río Salado arroja imágenes desoladoras en Junín y la Región

Democracia realizó una recorrida por el Salado, entre la Ruta Nacional 7 y la Laguna de Gómez, y las postales recabadas son impactantes: sectores enteros donde prácticamente no hay escurrimiento de agua. El impacto en el medio ambiente y en la economía.

Las imágenes del Río Salado, convertido en apenas un “charco” en varios tramos, por la extrema sequía afecta a la provincia de Buenos Aires y a varias regiones del país, siguen causando asombro y consternación por el impacto negativo en el medio ambiente y en la economía, con pérdidas en los cultivos que ya son irreversibles.  

Democracia realizó una recorrida por el Río Salado, a la altura de Junín, entre la Ruta Nacional 7 y la Laguna de Gómez, y las imágenes recabadas son impactantes: sectores enteros donde prácticamente no hay escurrimiento de agua.

A esta situación se suma la presencia de cianobacterias en el agua, que presenta un color verdusco, al tiempo que el semáforo de la provincia de Buenos Aires alerta de un riesgo medio (color naranja) por la sequía.

Esta semana también un productor que viajaba por la ruta 5, a la altura del partido de Alberti, en el kilómetro 192, tomó una foto del Salado, que pasa por las ciudades de Junín, Roque Pérez y General Belgrano para desembocar en el río de la Plata.

Se trata de Carlos Grondona, un productor agropecuario de 9 de Julio y Tandil, quien compartió en Twitter las imágenes del río seco por la falta de precipitaciones a causa del fenómeno de La Niña, que azotó por tres años consecutivos al país. “El otrora caudaloso Río Salado hoy a la tarde en el puente de ruta 5, partido de Alberti. Una imagen de la peor sequía”, escribió en la red social junto con la imagen en la que se puede ver que lo que un día era una corriente de agua ahora solo refleja un panorama desértico.

Otros productores también contaron que fueron testigos de este panorama desalentador. “Hoy pase por ahí. Nunca lo había visto así”, escribió Santiago del Solar. “Río Salado a la altura de Roque Pérez. Nunca en mi vida lo vi tan seco”, afirmó Francisco Carreras, quien también compartió una foto.

De los 135 partidos de la provincia de Buenos Aires, 62 están en situación de emergencia agropecuaria declarada por el Gobierno.

Medio ambiente

Perla Casella, titular de Medio Ambiente de la Municipalidad de Junín, afirmó a Democracia: “En el ecosistema del río y la laguna, donde el factor fundamental, la falta de oxígeno es un problema grave, que generó la mortandad de peces, las cianobacterias, porque al bajar la cantidad de agua se concentran mucho más los nutrientes y eso hace que se desarrollen por demás un montón de algas y estas bacterias, que no son tóxicas para el ambiente, pero sí para la población que usa el agua de manera recreativa”. 

“Después también tenés las aves, ya que pudimos ver cambios de comportamiento en el Salado por la baja cantidad de agua. Otro impacto es que no se ve agua en el río y en la laguna, pero tampoco hay en las napas. Hay lugares donde se utiliza el agua para riesgo, pero las napas están tan deprimidas, que es difícil que salga agua. Los impactos son muchos más de los que a veces vemos”, explicó.

“No es solo el impacto ambiental, sino también social y económico, porque el turismo y la laguna son un factor económico importante para la ciudad”, señaló.  

Informe del INTA

El último informe del INTA de Junín, del 20 de marzo pasado, señala que hubo una menor superficie sembrada de los cultivos de verano y rendimientos por abajo del promedio, al tiempo que advierte que “el estado de los cultivos es prácticamente irreversible”. 

El trabajo compila los informes presentados ante la Comisión de Emergencia y/o Desastre Agropecuario del Partido de Junín, tomando como base los monitoreos realizados en distintos lotes del distrito y la información agrometeorológica disponible.

“Marzo, de acuerdo a los modelos climáticos, marcaría el fin del fenómeno denominado “Niña” que, en nuestra región, se manifiesta con escasez de precipitaciones y humedad y que lleva tres años consecutivos, generando una sequía histórica en nuestro distrito”, sostiene el estudio.

Y agrega: “En términos generales, se calcula que hubo una menor superficie sembrada destinada a los cultivos estivales. Además, en relación con los rendimientos, se estima que estarán por debajo del promedio como consecuencia de las situaciones climáticas”.

“Si bien la agricultura puede trabajar en precisar fechas de siembras, densidades, variedades e híbridos y otras cuestiones de manejos, aquellas unidades productivas que presentan mayor diversidad de actividades muestran una mayor adaptabilidad a situaciones climáticas extremas como las que experimentaron este verano”, señalaron los expertos.

“El estado de los cultivos es prácticamente irreversible, con pocas posibilidades de recuperación debido a lo avanzado de sus estados fenológicos. En lo que se refiere a la situación ganadera, la situación también es muy complicada. La producción estival de mohas y sorgos fracasaron, y la producción de maíz para picado en grano fue de la mitad de su rendimiento y de mala calidad. Los verdeos de invierno no se sembraron aún, aunque aún hay tiempo para hacerlo si las condiciones de humedad se revierten”, concluye.

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