El transporte en las rutas sentirá el impacto de la sequía.
El transporte en las rutas sentirá el impacto de la sequía.
CONSECUENCIAS DE LA NIÑA

Por la sequía, se profundiza la crisis en el sector del transporte de cargas en la Región

Cámaras transportistas, referentes gremiales y representantes del agro admiten que los números magros de la cosecha se trasladarán a las rutas, con una fuerte baja en los viajes a las zonas portuarias. Se espera una caída del 50% de las operaciones logísticas de granos.

En medio de los recientes informes meteorológicos que anticipan el inminente fin del fenómeno Niña, que ocasionó una sequía histórica en el Noroeste bonaerense, distintas voces de los sectores afectados admiten que el impacto negativo sobre la economía de la Región ya está consumado y excederá a los alambrados que marcan los límites de los campos.

Además de las pérdidas que sufrirá el agro, las consecuencias de la sequía se verán en las rutas, con una fuerte baja en la cantidad de viajes hacia los puntos portuarios, para el traslado de granos.

En total, fuentes vinculadas con las cámaras transportistas y entidades agropecuarias de la zona coinciden en que este año habrá un millón de viajes menos que en 2022, es decir, una caída del 50% de las operaciones, a raíz de las cosechas perdidas.

Junín y las ciudades aledañas no estarán ajenas a esta realidad que se reflejará en postales de rutas despejadas de camiones que trasladan granos. A su vez, se descuenta que este efecto desatará una reacción en cadena hacia otros rubros que dependen directamente de la actividad transportista, como la venta de repuestos, comercialización y reparación de neumáticos, talleres mecánicos, entre otros.

En esta línea, la representante de la filial Junín de la Federación Agraria Argentina (FAA) señaló a Democracia que "se han empezado a cosechar algunos lotes de soja con rindes muy malos, de entre 800 y 1000 kilos por hectáreas, que no alcanzan para cubrir los costos de producción". 

"Se preveía que esto iba a ocurrir, pero no de esta manera, la pérdida es muy grande, nos tocó un año malo", agregó Franco, quien admitió que habrá una larga fila de actores perjudicados por los resultados magros de la campaña.

"El contratista va a cosechar mucho menos, pierde también el dueño del campo que alquiló. La economía de la ciudad se va a resentir. Vamos a tener un millón de camiones menos en los puertos. Hay que tener en cuenta que una cosecha normal en nuestra zona núcleo ronda los 4.000 kilos por hectárea y estamos hablando de que vamos a cosechar 1.000. Esa diferencia son viajes de transportistas que no van a estar", amplió la dirigente rural.

Panorama sombrío

En el contexto de crisis por las subas de costos del transporte de cargas, la semana pasada se reunió la Mesa de Negociación Participativa para la determinación de tarifas de referencia del transporte de cereales, oleaginosas y afine.

El encuentro se llevó a cabo en el Ministerio de Transporte de la Nación, con participación de algunos de sus funcionarios, entre ellos, la secretaria de Transporte, Jimena López.

También estuvieron representados el Ministerio de Agricultura -con Delfo Buchaillot, subsecretario de Agricultura-; la Federación de Transportistas Argentinos (Fetra) -con el vicepresidente Pablo Angolati-; la Federación Argentina de Entidades Empresarias de Transporte de Cargas (Fadeeac) -con el director de Estudios Económicos, Emilio Felcman-; la Federación de Enteidades de Transporte y Logística -con el director Pablo Gunning-; y la Confederación Argentina de Transporte Automotor de Cargas (Catac) -con el presidente Ramón Jatip-.

 Además, participaron entidades del agro, como la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (Coninagro), la Federación de Centros y Entidades Gremiales de Acopiadores de Cereales (Fcegac), la Sociedad Rural Argentina (SRA) y las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).

En la negociación, se acordó un incremento del 22% con respecto a noviembre de 2022.

Sin embargo, transportistas de la Región asumieron que 2023 será un año adverso para la actividad, que se encuentra directamente ligada a la suerte del campo.

"Acordamos un aumento del 22%, pero el problema no es la tarifa, sino la sequía, que ha sido tan larga que va a ocasionar que este año haya 1.700.000 viajes menos que el año pasado, que tuvimos en total unos 3.500.000", explicó a Democracia Ramón Jatip, presidente de la  Confederación Argentina de Transporte Automotor de Cargas (Catac).

"Esto ya está estimado, ya se sabe que vamos a tener la mitad de viajes que en 2022. Y lo más preocupante es que muchos de esos viajes que van a faltar corresponden a nuestra zona núcleo, es decir, Junín y unos 150 kilómetros a la redonda", agregó Jatip, quien adelantó graves dificultades para el porvenir inmediato de la actividad del transporte. 

"Como transportistas, vamos a estar complicados. Vamos a tener un invierno muy duro, porque no va a haber cereal para llevar. Será un año muy difícil y también muy conflictivo, porque la zona núcleo no va a tener fletes y los camiones de nuestra región no pueden ir a las zonas en donde haya un poco de carga, porque se crea un conflicto con la gente de esos lugares", explicó.

De allí que, desde la perspectiva de Jatip, el sector transportista "es consciente de que será un 2023 en el que se va a viajar muy poco", aunque aclaró que los principales perjudicados son los productures agropecuarios.

"La mayor desgracia es la que golpea a los productores, a los que les va a ir muy mal, porque han sembrado todo y han resembrado, y aún así no van a tener una cosecha que por lo menos iguale el dinero invertido. Nosotros, eventualmente, podremos irnos a otro lado, podremos transportar arena o caños, pero los campos no se pueden mudar", sentenció.

En Chacabuco, la realidad que se percibe es similar y recordaron que el impacto de la sequía en los campos se trasladará a un sector transportista que ya venía golpeado por otras problemáticas, como la suba de los costos operativos y la escasez de combustible. 

"La realidad que se viene para la cosecha gruesa es muy mala. Si bien hay que esperar, recorriendo los campos vemos que la situación es terrible. Lo que estimamos es que va a haber más de un millón de viajes menos para el transporte de carga, lo que va a profundizar una crisis que se viene dando en los últimos años", afirmó a Democracia Rubén Gardella, gerente de la Cámara de Transportistas de Chacabuco. 

El directivo subrayó que el bajo rinde de la campaña es un nuevo golpe al transporte de carga, que se suma a lo ocurrido el año pasado con el faltante de gasoil.

"El resultado es que va a faltar trabajo en el transporte de granos, que es muy fuerte en nuestra zona. Van a faltar granos para transportar a Rosario o a Bahía Blanca, el escenario va a ser muy duro", insistió Gardella.

Por otro lado, advirtió que la combinación entre el balance negativo de la cosecha y los números adversos de la macroeconomía comienzan a impactar directamente en la ecuación de costos y beneficios del transporte.

De allí que explicó que "los centros de acopios de Chacabuco están pagando una tarifa muy alejada de la realidad, del orden del 10% por debajo de la tarifa de noviembre, que ya estaba desactualizada".

"Vamos a tener menos trabajo, muchos transportistas que van a tener que trabajar aunque no les rinda. También empezamos a ver transportistas que tratan de mudar su trabajo de granos a otros rubros. Va a ser un año muy difícil, que se agrega a un escenario ya complicado", insistió.

En la rama sindical, el secretario general de la seccional Junín del gremio de Camioneros, Miguel Gauna, coincidió en que los transportistas serán gravemente perjudicados por el saldo crítico de la cosecha.

"Se perdieron la cosecha fina y la gruesa. El maíz tardío, en el que todos teníamos esperanza, parece que tampoco se va a poder cosechar. Más allá de algunos lotes puntuales, que han resistido más, la verdad es que recorrer los campos da pena", reconoció el dirigente, en diálogo con Democracia.

Y agregó: "Esto nos va a afectar muchísimo, no sólo a nosotros, también a quienes trabajan con los repuestos, a los que venden cubiertas, a los talleres. Va a ser un año muy complicado para todos, porque, nos guste o no, la economía se mueve por el campo. Y si el campo está parado, nos afecta a todos".

"A nuestro sector nos golpea mucho, porque nuestra zona es agrícola y ganadera. Si falla el campo, estamos en problemas, así que estamos preocupados. Lo único que podemos hacer es esperar que la próxima cosecha tenga rindes positivos", concluyó Gauna.

A pocos kilómetros de Junín, en la ciudad de Pergamino, un informe publicado en enero pasado por la Sociedad Rural estimó en 192 millones de dólares las pérdidas económicas por la sequía.

Más allá de la cifra, lo concreto es que el sector transportista ya siente en el rostro el impacto de la Niña y se proyecta una cifra preocupante de reducción de viajes a los puntos de descarga.

"Pergamino está igual o peor que en otros lados. Hay lotes en los que directamente no se va a levantar la cosecha, porque no hay nada", advirtió a Democracia Pedro Avilés, titular de la Asociación de Transportistas de la ciudad y la secretario de Servicios Técnicos de la Confederación Argentina del Transporte Automotor de Cargas (Catac).

"Se perdió la cosecha de arvejas y el trigo, ni hablar. En la Asociación de Transportistas estimamos que serán entre 22.000 y 24.000 viajes menos los que se van a hacer este año", confirmó.

Asimismo, Avilés lamentó que "hay puestos de trabajo que están en riesgo" y señaló a la sequía como un agravante más de la crisis que venía afectando al sector.

"Ya se venían perdiendo puestos por los incrementos de los costos del transporte. Hay gente que no puede mantener a un chofer, entonces, quedan dos opciones: o venden el camión o se suben los dueños. Pero ahora, sin mercadería para transportar, se terminan las alternativas", insistió.

Finalmente, Avilés descartó la chance de que los transportistas puedan "mudarse" hacia otros tipos de mercadería, hasta tanto se normalice la situación del agro.

"Los camiones que están adheridos a la Asociación no tienen otra opción que el transporte de granos. Algunos han podido transportar piedras para una obra en la Ruta 32, pero la realidad es que son los menos. El transporte de granos está atado a la producción y hoy la producción no está", lamentó.

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