Fabio Pannone Arenas, diseñador de alta costura juninense.
Fabio Pannone Arenas, diseñador de alta costura juninense.
14 AÑOS DE TRAYECTORIA

Fabio Pannone Arenas: “El ámbito de la moda es complejo, hay que trabajar mucho para imponerse”

El diseñador de alta costura local es conocido por sus desfiles solidarios y el particular estilo que presenta cada temporada. Un apasionado de la moda, conocedor del cine y la historia, afirma que sólo vive el presente y, en diálogo con Democracia, repasó sus proyectos personales.

La historia, el cine y la moda lo atraviesan completamente. Tiene pasión por lo que hace y se dedica plenamente a su carrera en el diseño de alta costura. Mujeres de todas las edades, y de diferentes localidades, visten sus prendas y, desde hace más de una década, presenta sus colecciones para cada temporada.

Autor de un estilo que describe como “clásico aggiornado”, conoce su lugar en el mundo de la moda y remarca el carácter artístico de la disciplina. En diálogo con Democracia, recorrió sus inicios, la propuesta detrás de sus trabajos y los proyectos que emprende con una notable insignia solidaria.

Su historia

Su vida siempre pasó por el arte porque, mientras hacía su formación básica en el colegio Padre Respuela, ya asistía a la escuela de arte Xul Solar. “Desde muy chico me sentí atraído por el arte y la creatividad”, afirmó Fabio, a quien el tiempo lo volcó al diseño de indumentaria, y fue en la facultad de arquitectura de La Plata donde se formó como profesional. 

“El primer contacto con el diseño empezó con una colección de ropa de distintas épocas, y a partir de allí ya me volqué de lleno en la profesión”, explicó. Hoy, se cumplen 14 años de esa primera inserción en el campo, y su carrera tiene madurez y proyectos.

Sin embargo, Pannone reconoce que no fue fácil explotar su potencialidad y ser conocido por ello. “El ámbito de la moda es complejo, hay que trabajar mucho para imponerse”, observó, y demostró haber trabajado lo suficiente para lograr su cometido.

Es ineludible que, como expresión artística, la moda requiere del particular ojo y conocimiento de los diseñadores, que ofician de posibles mensajeros de lo que será tendencia en el futuro. “Se trabaja con iniciativa y creatividad propias, hay que ofrecer al cliente tu perspectiva de moda para esta temporada o la que viene”, agregó Fabio.

Su estilo, su arte

Conocerse es la base para definir el estilo propio. En el caso del diseñador local, eso tiene sustento en la historia y el cine, las otras pasiones que lo atraviesan. “Hago cortes clásicos aggiornados, no es una moda incómoda y lo que busco es resaltar la figura femenina”, explicó, y agregó que tiene afición por el cine de los años 30 a los 50 porque allí “se puede ver la evolución de la sociedad y de la industria de la moda”.

En el escenario actual, donde predomina la falta de estructuras y las prendas se piensan para múltiples ocasiones, lo suyo es un retorno a las bases y la recuperación y transformación de lo que se ha perdido parcialmente. 

En dicho sentido, enfatizó que “la moda es arte, y el diseñador muestra eso con sus prendas”, y que, por ello, “se permite crear con libertad”. En su marca personal no hay rastros de sastrería y prefiere diseñar prendas para mujeres, cualquiera sea su edad o la ocasión en que las vestirán. Así lo decidió, y se muestra cómodo con su forma de trabajar.

En contraposición a la corriente Prêt-à-porter francesa, el “listo para llevar” que las grandes marcas inauguraron para popularizar la moda, vender prendas en serie y maximizar sus ganancias, la tarea de Fabio, al igual que muchos otros diseñadores, es trabajar de forma personalizada. 

“No me gusta hacer una colección que salga en serie y tenerla lista”, sentenció, y explicó que “como no es un trabajo maximizado, cada prenda es única y personal”.

Terminaciones hechas a mano, reuniones con sus clientas y mucho trabajo en el taller se esconden detrás de cada uno de sus productos, obras de arte de la moda.

Desfiles y propuesta solidaria

Hace 14 años, comenzó con una colección de ropa de época por hobbie y así dio inicio a su muestra “Evolución: la historia de la moda”, que tuvo varias ediciones y se basó en un revisionismo histórico realizado a través de la ropa. 

“Luego de ese primer desfile, yo quería mostrar todo lo que diseñaba y que se viera que tenía una meta profesional además del hobbie y la beneficencia”, explicó Pannone, que, desde entonces, organiza sucesivos encuentros en el Club Social para presentar la temporada, donde incluso participan otros emprendimientos vinculados a la moda. 

Lo suyo es un trabajo intenso para impulsarse como profesional. Es que, tal como expresó, “Junín no tiene un gran mercado y hay que reinventarse para trascender”, y por eso sabe bien que “el desfile siempre deja clientes, es una vidriera y da un buen marketing”, pero no es para él un medio para obtener ingresos.

Asimismo, en cuanto a la preparación para cada encuentro, el diseñador destacó que “lleva mucho tiempo, no sólo hay que confeccionar las prendas sino pensar una idea detrás, armar un relato que articule todo”. En muchos de sus desfiles, lo logró a través de la historia.

Cabe agregar que, en lo que comprende a la selección de las modelos, la confección de las prendas y organización del desfile, él trabaja sólo. “Tenés que hacer un poco de todo, si no hay alguien que peine también lo hago yo”, afirmó. 

Colaborar con colegios, capillas y asociaciones civiles; reunir fondos para la restauración del Teatro Italiano o para el Rotary Club; detrás de muchos de sus eventos, hay un objetivo solidario, y Pannone trabaja codo a codo con los vecinos y autoridades para que sea posible.

Respecto a “Cien historias, cien vestidos”, su último desfile llevado a cabo el pasado 18 de febrero a beneficio de la capilla Nuestra Señora de Luján, Fabio explicó que el proyecto comenzó hace ya varios meses, cuando el sacerdote lo convocó para recaudar fondos. 

“Siempre hay que pensar y crear acorde al contexto y lugar”, explicó, y por eso eligió los vestidos de novia como medio para historizar, una idea que tenía hace ya tiempo en el tintero. Así, hizo partícipe a los vecinos de la ciudad, y abrió la convocatoria para que vestidos ya usados fueran prestados para la muestra, que resultó un éxito.

Por su parte, el diseñador se mostró agradecido con el acompañamiento que ha recibido desde las autoridades en toda su carrera. “En todas las gestiones, siempre trabajé muy bien con todos los directores de cultura. Siempre me apoyan y me acompañan”, destacó.

El trabajo diario

La alarma diaria de las 7 de la mañana indica el comienzo de su rutina. Prefiere trabajar en el silencio de la noche, pero mantiene reuniones y atiende las demandas de su marca personal durante todo el día. 

En dicho sentido, señaló que, tras un primer encuentro con sus clientas, prepara varios bocetos y trabaja con ellos en base a lo que le piden. Por su parte, el precio no es un limitante, porque considera que “no hay que ser elitista y todos deben tener la posibilidad de tener su prenda o asistir a los desfiles”.

Hace trabajos para la Región y ha llegado a enviar prendas a Buenos Aires. “Las visitas personalizadas son muy importantes, anatómicamente somos muy distintos, cada retoque puede ser un cambio grande”, aclaró y, por ello, carga su agenda de reuniones con clientas para definir cada detalle de las prendas.

Respetuoso del trabajo de sus pares, Fabio le da una notable importancia a la “impronta propia y el diseño auténtico” y considera que “en Argentina hay muy pocos diseñadores”

¿Sus referentes? Nada menos que Gino Bogani y Pablo Ramírez.

“En el diseño uno se proyecta a un futuro incierto. Hay que evaluar y conocer mucho el ámbito”, pregona Pannone que, en lo personal, prefiere solo vivir el hoy y enfocarse en las metas y proyectos en los que trabaja actualmente. Entre ellos, se destaca el desfile de agosto, en el que se presentará la temporada 2023/2024.

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