Cerca de 2 mil personas se congregaron ayer en el cruce de la Ruta Nacional Nº 7 y la avenida de Circunvalación, en Junín, para reclamar la urgente construcción de la autovía que comunicaría a Junín con Luján.
El masivo reclamo vecinal llega luego del fatal accidente ocurrido el jueves último, en el kilómetro 188 de la Ruta 7, en el partido de Chacabuco, cuando un camión semirremolque impactó con una combi en la cual viajaban chicos de un equipo de fútbol infantil de Banderaló (General Villegas).
Como consecuencia del violento choque perdieron la vida ocho personas: cinco menores y tres adultos, incluido el chofer del rodado de menor porte, el juninense Alejandro González (ver Página 5).
Convocados a través de los medios de comunicación, las redes sociales y los mensajes de texto, los presentes pidieron mayor seguridad para quienes transitan por la carretera, que es considerada la segunda ruta más peligrosa del país, según datos del Cesvi.
Tras permanecer 45 minutos en el lugar acordado, los manifestantes se trasladaron –en sentido Junín - Buenos Aires- hacia el cruce de las rutas 7 y 65, en donde cortaron el tránsito y llamaron la atención de los conductores de micros y camiones.
Medios nacionales fueron testigos de la multitudinaria marcha que unió a los juninenses en reclamo de una obra que, a cuatro años de ser anunciada, sigue sin materializarse.
Indignación popular
En diálogo con DEMOCRACIA, algunos de los manifestantes expresaron su indignación por la desidia gubernamental que impide, desde hace años, mejorar la calidad de la Ruta 7 para adaptarla a la creciente cantidad de vehículos que por ella transitan. Además, se solidarizaron con las familias de las víctimas y rogaron ser escuchados por las autoridades competentes.
Nora Morbelli, viuda del basquetbolista César Merlo, quien falleció en un accidente ocurrido en 2001 en esta vía –cerca de San Andrés de Giles-, afirmó: “En vez de andar tanto en helicóptero, los gobernantes tendrían que poner la plata en las rutas. Esta manifestación tiene que servir para algo. Cada vez que viajo siento que es ‘la ruta de la muerte’”.
Por su parte, Susana Piva, cuya hija falleció en 2003 producto de una brutal colisión entre un camión y una combi –a la altura de la localidad de Lobos-, expresó: “Estamos completamente consustanciados con esto. Nosotros lo vivimos en carne propia y queremos que no haya más dolor para otra familia”.
Julio Ojeda, otro de los vecinos presentes en el lugar, afirmó: “Hace cinco años le mandé una carta al fallecido ex presidente (Kirchner), para pedirle que haga algo con la Ruta 7. En ese momento habían prometido que iban a hacer la autopista y todavía estamos esperando. Si San Luis, que es una provincia pobre y chiquita, lo pudo hacer, por qué no lo puede hacer la Nación con la ruta más peligrosa del país”.
En tanto, Esteban Suárez, señaló: “Hace años que Junín viene reclamando esto, y creemos que si no se hicieron cargo los gobiernos que pasaron, tienen que hacerse cargo los que están ahora, más allá del signo político que tengan. Viajo una vez por mes a Luján y, de acá a Chacabuco, voy permanentemente ‘cortando clavos’”
En Facebook se creó una página especial donde los usuarios aseguraron estar “hartos del mote que se ganó la Ruta 7 (Ruta de la Muerte)”. Y comenzaron a juntar 500 mil firmas para que desde el Gobierno nacional se tome la decisión de convertir a dicha ruta en autopista.
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