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ECONOMIA

¿El acuerdo en Europa pondrá término a la crisis internacional?

Luego de un jueves de euforia en los mercados del mundo, volvieron las dudas sobre la evolución de la situación financiera.

Finalmente los mercados de valores del mundo se calmaron el viernes, mientras los precios de las acciones comenzaban a caer, cuando los inversores comenzaron a analizar los grandes desafíos que sigue enfrentando Europa a pesar del importante acuerdo para recortar la deuda de Grecia y evitar que la crisis se extienda a los países más grandes.

En especial, los analistas se preguntaron sobre la falta de detalles del plan, que pareció enfriar la euforia inicial y que provocaron la baja del euro y del petróleo.

“El entusiasmo, tan evidente con enormes alzas en todo el mundo, parece haberse enfriado para dar lugar a la pregunta ¿Cómo va a funcionar todo esto?”, dijo Jennifer Lee de BMO Capital Markets. La implementación del plan “será extremadamente difícil”, agregó, resumiendo las dudas que comenzaron a agitarse entre los inversores respecto a la viabilidad de los acuerdos.


Compleja implementación


Es que después de superar la titánica labor de lograr un acuerdo para contener los dos años de crisis de la deuda, los líderes europeos se dedican ahora a una tarea potencialmente más difícil como es la aplicación del acuerdo que pide a los bancos asumir grandes pérdidas por las deudas de Grecia y aumentar su capital frente a las turbulencias del mercado.

Los analistas se muestran cautelosos, al señalar que el acuerdo sigue siendo vago y su éxito depende de los detalles.

“Creo que encontramos un buen paquete general para la siguiente etapa, pero todavía tenemos muchas etapas más por recorrer”, dijo la canciller alemana Angela Merkel a la prensa en Berlín.

Ya se comenzaban a ver grietas cuando no habían pasado ni siquiera 24 horas del acuerdo. En una entrevista en los canales de televisión franceses, el presidente Nicolás Sarkozy defendió el acuerdo como algo necesario para salvar a la eurozona, pero lanzó duras críticas a Grecia al cuestionar que se permitió su ingreso como miembro.

También Sarkozy llamó a su homólogo chino, Hu Jintao, y se comprometieron a cooperar para revitalizar el crecimiento global, sin embargo no hubo ninguna palabra sobre si el gigante asiático podría contribuir al fondo de rescate europeo. De todas formas una delegación europea intentaba lograr el financiamiento chino para el rescate.

La estrategia que se dio a conocer después de 10 horas de negociaciones se concentró en tres puntos clave. Estos incluyen una reducción significativa de casi el 50% de las deudas de Grecia, un reforzamiento de los bancos del continente, en parte para que puedan soportar más pérdidas por cuenta de los bonos griegos, y un refuerzo de un fondo de rescate europeo para que pueda servir como una garantía de 1 billón de euros (1,39 billones de dólares) para evitar que las economías más grandes, como Italia y España, se vean arrastradas hacia la crisis.

Después de varias oportunidades perdidas, sacar adelante un plan fue un éxito para los 17 países de la eurozona, pero la eficacia de la estrategia dependerá de los detalles, que deberán ser refinados en las próximas semanas.


El caso griego


La situación más complicada fue Grecia, cuya deuda los líderes prometieron reducir a un 120% de su Producto Bruto Interno en 2020. En las condiciones actuales, habría crecido hasta un 180%.

Para lograr esa enorme reducción será necesario que los bancos asuman 50% de pérdidas en sus tenencias de bonos griegos.

Desde el lado europeo se muestran optimistas. Así la Comisión y el Consejo europeos expresaron ayer su esperanza de que los acuerdos alcanzados en la cumbre de Bruselas sirvan para conjurar definitivamente el peligro de nuevas crisis de deuda soberana en la Unión Europea.

“Europa está más cerca de resolver su crisis económica y financiera y de regresar a la vía del crecimiento. La cumbre del euro dio pasos sólidos y sustanciales que deberían permitir a Europa pasar la página”, aseguró el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso.

Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, se felicitó por los acuerdos, que calificó de “avance político decisivo” para cerrar la crisis de deuda soberana. También el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, expresó su optimismo tras una de las cumbres europeas más complejas de los últimos años en Bruselas.

 “Las medidas acordadas dan esperanza de que se pueda contener la crisis de deuda soberana y de que se pueda evitar otra recesión”, aseguró.

De todas formas, el acuerdo no satisfizo a todos ya que, si bien fue más de lo que los inversores más pesimistas se temían, resultó menos de lo que era el escenario ideal para los más exigentes.

Pero los mercados esperaban más. Los expertos calculaban que para los operadores financieros el escenario ideal hubiera sido la provisión al fondo de rescate de una capacidad de dos billones de euros y una reducción de la deuda griega de un 60%.

El primer ministro británico David Cameron había sugerido que los problemas de la eurozona debían resolverse con un arma poderosa. Sin embargo el plan aprobado no tendría tanto poder.

Un billón de euros será menos de lo que muchos creen necesario para proteger a España e Italia. La gran prueba será si Madrid y Roma consiguen rebajar los costos en la obtención de financiamiento.

De hecho, la principal duda parece estar entre quienes opinan que el monto no es suficiente como para entrar en acción para salvar economías tan grandes como la de España o Italia y quienes aseguran que su mera existencia hará que esos países puedan obtener financiación en los mercados sin que se disparen los costos.

“La verdadera dimensión del fondo depende de que se despejen varias incógnitas, entre ellas, cuál será la inversión de varios países, entre ellos China”.

Sin embargo un posible aporte de capital por parte de China a través de la potencial compra de bonos “no estará en discusión en la próxima reunión del G-20”, afirmó el número dos del ministerio de Finanzas de China, Zhu Guangyao.

En una rueda de prensa a la que asistió Klaus Regling, el director ejecutivo del FEEF, el funcionario chino aclaró que la visita del líder europeo no contempla la definición de la participación del país asiático en ese Fondo.  Regling había adelantado que China y otros países asiáticos han adquirido 40% de los bonos emitidos por el FEEF y que su visita tenía por finalidad “discutir con los inversores” nuevas posibilidades.

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