En 2022, el precio de la carne de res estaba 30 puntos por debajo de la inflación en alimentos y bebidas.
En 2022, el precio de la carne de res estaba 30 puntos por debajo de la inflación en alimentos y bebidas.
EL IMPACTO DE LA INFLACIÓN

En Junín, la carne vacuna aumentó un promedio de 500 pesos más por corte

Después del estancamiento en los precios de la carne de vaca durante 2022, se registró una suba importante desde enero de 2023. Aunque dicha suba era predecible en un contexto inflacionario, el salario mínimo no es suficiente para hacerle frente.

Enero del 2023 comenzó con un considerable incremento de la carne vacuna en todo el país. Y Junín no quedó exenta de ello. Democracia consultó algunas carnicerías de la ciudad para conocer como recibe el mercado y los consumidores este aumento. 

La carne subió entre un 30 y un 35%, según el relevamiento realizado por las carnicerías locales. Si bien este aumento era esperado, ya que el precio de la carne quedó muy por debajo de la inflación el año pasado, 30 puntos por debajo de la inflación en alimentos y bebidas, puede seguir subiendo debido a que los precios están desactualizados. Sin embargo, es complejo afrontar los nuevos precios por parte de los consumidores ya que no está siendo paulatino. 

Aumento en las carnicerías 

Según informa la carnicería Sabor Criollo “es una pena porque tenía que ir subiendo, pero de manera más paulatina, subió muy abrupto. En realidad la carne vale lo que tiene que valer, el problema es el poder adquisitivo”. A lo que agregó “La carne por más que queramos sigue estando barata porque es lo que más rinde. Ósea a comparación de otros productos no subió tanto, pero igual es difícil”. 

En esta misma línea, Fernando de Carnes Maraba afirmó que el aumento es notable, “digamos que era algo esperado igual. Había varios factores que hacían que se mantuviera el precio el año pasado. El precio tenía que aumentar y se notó. Un promedio de 500 pesos por corte”. 

Según si se trata de un corto de más calidad el aumento es más notorio que en los cortes clásicos. “Va en proporción”, explicó Fernando. Para Aimar Moris, propietario de Carnes Aimar “el problema es que el precio de la carne se había quedado estancado con respecto a la inflación y esto es por diversas causas”, manifestó. 

Primero, el año pasado el Gobierno tomó la medida de no exportar determinados cortes y segundo, la sequía que tuvo la zona. “Eso hizo que muchos productores tuvieran que liquidar ternero, entonces, teníamos buena oferta de animales en pie. Y esto es oferta y demanda, eso hacía que el precio se mantuviera”, explicó Moris.

Incluso, varios productores bovinos han desaparecido debido a las grandes pérdidas durante el año pasado. “Ahora, cuando llueve un poco el productor empieza a tener expectativas de mejora entonces no vende su stock. Eso provoca que haya menos oferta y como la demanda se mantiene el precio aumenta”, señaló el propietario de Carnes Aimar. Y agregó: “A parte hoy por hoy, el precio de mostrador tiene muchísimos componentes. La luz, el alquiler, el sueldo de los trabajadores… todo eso se traslada al precio”. 

Alternativas a la carne de vaca 

Debido a este aumento en la carne de vaca, se ha visto un incremento en la venta de otras alternativas, como son el pollo y el cerdo. Igualmente, “el que viene con la idea de comprar carne de vaca por más que le ofrezcas otras alternativas no las compran. Igual que el que compra cerdo ya venía con la idea de comprar cerdo”, señaló Fernando de Carnes Maraba. 

Si bien el consumo de pollo aumentó, fue mínimo, afirmaron en Sabor Criollo “sí, aumentó, pero no tanto”. Asimismo, Moris afirmó que debido al incremento de precios la gente se decanta más por el consumo de pollo. “Pero de todas formas, el cajón del pollo aumentó un 20%. En realidad en rasgos generales, el consumo se achicó porque el poder adquisitivo del asalariado es el mismo, todos los precios suben y un sueldo común no lo soporta”, planteó. 

Descuentos 

Por otro lado, en respuesta a los fuertes incrementos de precios en las carnes de las últimas semanas, el Gobierno busca cerrar un acuerdo con frigoríficos y carnicerías para poner en marcha un esquema de descuentos para la compra de carne con tarjetas de débito.

El esquema, en el que trabajan la Secretaría de Agricultura y la AFIP, podría empezar a funcionar en los próximos días y tendría una duración de un año. 
Según fuentes oficiales, la característica central del programa será ofrecer al comprador la posibilidad de tener un reintegro por el 10% del valor de la compra que haga en una carnicería adherida. 

A tal fin, el Gobierno buscará darle a cada punto de venta que se sume al programa un posnet particular para procesar los pagos y que la AFIP pueda activar la devolución de ese 10% en la cuenta del cliente que haya usado su tarjeta de débito. El reintegro máximo que hará el fisco será de $1.000, por lo que el máximo de compra contemplado es de 10.000 pesos. 

En cuanto a esto, las carnicerías de Junín dijeron que “la gente se vuelca más que nada a las promociones de los bancos”, según dijo Sabor Criollo. Es que, “es una medida que no está definida todavía, ósea no sé si el posnet lo va a entregar el Gobierno o como es la implementación. Nosotros a penas tengamos algo más firme lo pondremos en marcha”, expresó Moris. 

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