El consumo de damajuanas aumentó casi un 15% después de la pandemia.
El consumo de damajuanas aumentó casi un 15% después de la pandemia.
BOTELLAS DE CINCO LITROS

Tomar vino en damajuana: una práctica que resurgió en Junín después de la pandemia

Durante el confinamiento, el consumo de esta bebida aumentó considerablemente y gracias a ello volvió el vino en damajuana, principalmente por una cuestión económica, pero también de moda. En nuestra ciudad hay al menos dos vinotecas que las venden.

Precio más accesible, moda, tendencia, seguramente hay muchos factores que explican este cambio de hábito, pero lo cierto es que el consumo de vino en damajuana gana cada día más adeptos entre los juninenses. 

En la vinería El Parral, ubicada en Colombia 429, Andreina, una de las responsables confesó que “vendemos damajuana en mayor cantidad y es nuestro fuerte”.

Es más, si bien está asociada a la cultura popular, hoy son muchos los restaurantes de alta calidad que las ofrecen en su carta de bebidas. Y también se inclinan por este producto con historia muchos vecinos de las zonas rurales, que prefieren llevar envases grandes para no tener que volver a la ciudad tan seguido a hacer las compras. 

Igualmente, el precio sigue siendo un punto a favor, ya que compensa el valor de las damajuanas con los litros que hay en su interior. Por lo general, se venden de cinco litros, pero también existen de hasta diez. 

En pandemia 

Según datos oficiales, el consumo de damajuanas aumentó gracias a la pandemia. En junio de 2020 creció un 61,26%, en octubre escalaron un 41,24% y en septiembre un 32,42%. La venta de damajuanas cerró el año de la pandemia con una suba promedio del 14,77%, según el Observatorio Vitivinícola Argentino en base a datos del INV.
Incluso, podrían haber sido números mayores si no se hubiera agotado la venta de los envases.

Los motivos de este fenómeno son varios. El primero, es que durante los meses de confinamiento el consumo de vino aumentó exponencialmente, la gente pasó de tomar vino en la cena a tomar también en el almuerzo. 

Es que, una pareja que consume vino, por ejemplo, en las dos comidas, bebe de promedio una botella por día. Y ante la vergüenza de tener tantas botellas en casa –o en la basura- muchos prefieren comprar vino en damajuana. 

Otro motivo es que, durante la pandemia no había reuniones sociales y por ende, “no quedaba mal” poner la damajuana en la mesa en lugar de la botella de vino que es más elegante. 

Por último, el costo. Al haber más consumo de vino conviene comprar en mayor cantidad porque al final, sale más rentable. “Lo que pasa es que en relación con los vinos de mesa, la damajuana es más conveniente en relación a lo económico”, explicó Andreina.

Es que, una botella de vino de 750 mililitros sale de media 700 pesos, mientras que una damajuana de cinco litros sale 1600 pesos.

Mito y realidad

Es un mito creer que porque el vino se venda en damajuana es de mala calidad y el de botella es bueno. Puede haber de los dos en ambos recipientes. 

De hecho, en El Parral venden tanto vino malbec como cabernet, sauvignon y syrah que no tiene nada que envidiarle al vino en botella. Todos son de la mejor calidad, directos de la bodega. 

Historia de la damajuana

Este envase, caracterizado por su gran tamaño, hecho en vidrio, cubierto en mimbre o plástico, para conservar la temperatura del vino en su interior, y con asas en ambos lados, para que sea más fácil moverlo, se hizo popular en el siglo XIX. 

Antiguamente, se utilizaba para almacenar y trasladar cualquier tipo de líquido, tanto vino como licor o agua, por ejemplo.

En cuanto a su origen concreto, lo cierto es que no está muy claro. Una de las historias más populares cuenta que en el S. XVI, la reina Juana I de Nápoles, se refugió de una tormenta en el taller de un vidriero en la aldea de Grasse (Francia). Al entrar en el lugar de trabajo del artesano, se interesó por el proceso de fabricación de unas botellas. 

El artista infló una de enormes proporciones para lucirse ante la reina y el resultado fue este objeto,  que en honor a ella decidió bautizarla como “Dame Jeanne”. 

Por otro lado, existe otra leyenda que la asocia al mismo siglo, donde los marineros del sur de Francia llamaban, de forma graciosa, Dame Jeanne a las botellas gruesas de 10 a 20 litros, comparándolas con mujeres con mucho peso y curvas. 

Indistintamente de su origen, esta botella, hoy en día se puede encontrar como elemento decorativo en espacios modernos o en lugares más rústicos tal y como pueden ser un living, un patio o una terraza. 

Se usan tanto como jarrones, lámparas o simplemente como elemento de almacenaje. Lo que está claro es que la damajuana además de ser un elemento llamativo y vistoso es polivalente.

Algunas recomendaciones

Algunos tips indispensables para poder conservar el vino en damajuana sin que pierda su cuerpo es embotellar el vino, si es que no se va a consumir entero. Pero no todo, lo que sí se va a consumir es preferible que quede en la damajuana para que mantenga su sabor.

Para traspasar el vino de la damajuana a envases de menor capacidad, es importante evitar que tome mayor contacto con el oxígeno, para lo cual en lugar de utilizar un embudo es mejor usar una pequeña manguera plástica, lavada y enjuagada previamente, y realizar el traspaso lento y con cuidado.

Posteriormente se deberán tapar las botellas herméticamente con corchos sintéticos previamente higienizados con agua para evitar contaminaciones y por último guardar en la parte baja del refrigerador a una temperatura no mínima a 10ºC.

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