Hoy nadie sabe qué harán con la economía “el día después”. Todas son conjeturas y adivinanzas que van desde el “vamos por todo” a “van a ser más moderados”. Ni siquiera asoma el ministro de Economía y todos hacen apuestas. No estamos como en el 2006 o el 2007. Ni nosotros ni el mundo. ¿Cómo lo resolverán?
Por eso vamos a un hecho práctico. Le llevaron el plan a Cristina y les dió luz verde. Desde ese momento los contactos los hicieron con banqueros públicos y privados. Después de las elecciones se lanzarán préstamos a largo plazo a tasas consideradas normales.
El dinero saldrá de la Anses y el objetivo es que los plazos sean extensos y que el repago de los créditos sea compatible con sueldo de clase media y media baja. Serían en principio 10.000 millones de pesos.
La Anses colocaría a los bancos dinero a plazo fijo a 5 años. Con ese capital, las instituciones darían préstamos hipotecarios. Hace años cuando los alquileres subían sin parar Guillermo Moreno prometió que el valor de una cuota sería igual al alquiler. Nunca funcionó.
¿A qué tasa colocará la Anses ese dinero en los bancos? ¿Seguirá perdiendo valor el dinero de los futuros jubilados?
Inflación y tasas
Hay dos temas complicados: la inflación y la suba de tasas de los últimos días.
Nos señalaron que el interés de los préstamos se ajustaría de acuerdo con la variación salarial. Hoy no existe el crédito de largo plazo.
¿Cual será la tasa atractiva para los bancos y para el cliente?
En Economía nos aseguraron que tendría que haber una especie de subsidio para que la cuota se pueda pagar. ¿Otro más?
¿No era que pasadas las elecciones habría aumentos del 20% para la luz y el gas teniendo en cuenta que los subsidios se habían desbordado y el gasto público creciendo al 32% era insostenible?
Hoy el crédito hipotecario es el 1% del PBI. Los banqueros expresan que primero habría que bajar la inflación que hoy está en el 24% anual.
Después aseguran que habrá que medir la relación ingresos-precios de la vivienda. Por último, hoy tienen menos dinero que hace 6 meses.
Los créditos crecieron 3 veces más que los depósitos. Además habrá que frenar la fuga de divisas de 3.000 millones de dólares por mes.
A una pyme para descontar un cheque le cobraron el 28%. Hay menos pesos en circulación.
Al cliente le vence un plazo fijo, no lo renueva, y compra dólares. El banco entrega los dólares y para recuperarlos, utiliza los pesos y adquiere los billetes de Estados Unidos en el Banco Central.
Es decir que, en síntesis, los pesos que faltan están en el Banco Central.
¿Por qué piensan en reactivar los créditos hipotecarios?
El análisis es que la economía se va a enfriar por la crisis internacional y porque Brasil bajó un cambio en su crecimiento.
Hugo Moyano conoció el tema y trató de filtrar una advertencia. Dijo el día de la “Lealtad”: “Hay que empezar a reclamar viviendas dignas para los trabajadores”
Además se anotó con: “Para profundizar el modelo hay que mejorar las condiciones de trabajo”.
Para la UIA, esa profundización tiene otros significados, en este caso, como casi siempre, cada uno entiende lo que le conviene.
Hace cuatro meses, las pocas líneas de créditos se cerraron.
La inflación y la crisis internacional pegaron debajo de la línea de flotación.
Ahora, otra vez, se mira a la Anses. Como se sabe, está para todo servicio.
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