La Laguna de Gómez, con bajo nivel de agua.
La Laguna de Gómez, con bajo nivel de agua.
¿FENÓMENOS CÍCLICOS O IMPACTO AMBIENTAL?

Sequía: en la Región, el panorama crítico reaviva el debate por el cambio climático

Productores, dirigentes de las entidades y especialistas coinciden en los daños "irreparables" causados por el fenómeno de La Niña, aunque dejan entrever diferencias en torno a los factores causantes de la crisis. Lagunas de la zona también evidencian una marcada baja de su caudal.

La sequía histórica en la zona productiva bonaerense, ocasionada por el fenómeno climático conocido como La Niña, sigue sembrando desolación e incertidumbre en el sector agrícola y ganadero, que advierte además que se generará una onda expansiva hacia el resto de los engranajes de la economía nacional.

En la Región, hay consenso entre productores, dirigentes de las entidades rurales y especialistas en que la escasez de precipitaciones sientan las bases para un escenario sombrío en el corto plazo, aunque también afloran diferencias internas en torno al manejo de la crisis y la hipotética influencia de distintos factores, como la acción humana sobre el medio ambiente y su eventual contribución al denominado cambio climático.

Asimismo, pese a los pronósticos que adelantan que febrero podría significar el inicio del fin de la sequía, en el mundo del agro aclaran que un contexto de lluvias intermitentes, como el que se vive desde las horas iniciales de 2023, no bastará para revertir el panorama.

Mientras tanto, también las lagunas de la zona comenzaron a mostrar una baja en sus nivel de agua, producto de la falta de lluvias y las olas de calor que se registraron de manera recurrente en las últimas semanas.

"Venimos de un año magro con el trigo, y, como se preveía, si continuaba la Niña, los tiempos de siembra óptima se iban a ir atrasando, por lo que ya está comprometido el potencial de producción en un 30%", afirmó a Democracia Alberto Pasquini, presidente de la Sociedad Rural de Chacabuco. En la misma línea, admitió que "el futuro es incierto, ya que si bien las lluvias de Navidad fueron un alivio, al tener el perfil de suelo la capacidad de agua que normalmente tiene, el campo depende del agua que pueda caer en lo inmediato". 

Por otro lado, en sintonía con los pronósticos más alentadores, Pasquini confía en que "a partir de febrero puede empezar a cambiar la situación, pero el desenlace es abierto". "No sólo está complicado para la agricultura, sino también para lo que es el forraje y el pastoreo. Los tambos también están con problemas", lamentó.

E insistió: "Hay un combo negativo de distintos factores, a la sequía se le sumó la helada de septiembre y octubre. No sólo no sabemos si va a llover, sino que tampoco sabemos si vamos a tener heladas tempranas. El año pasado, las tuvimos el 30 de marzo".

En Rojas, la situación es similar, aunque también dejaron entrever ciertas omisiones en los productores, a la hora de tomar recaudos frente al pronóstico de la Niña.

"Hay algunos que están mejor que otros, tuvimos una lluvia en Navidad de 65 milímetros, luego otra de 14 y la semana pasada una de solamente 3. Hay soja sembrada desde antes de los 65 milímetros, que están relativamente bien, pero el maíz no existe", explicó a Democracia Alberto Del Solar Dorrego, de la Sociedad Rural rojense.

En medio de la realidad angustiante, el referente de La Rural destacó que "en un lote muy malo, clase 4, a orilla del río Rojas, sembraron girasol y salió muy bien". "Es decir, las personas que creyeron en los pronósticos, y se anticiparon, porque esto se sabía de marzo de 2022, están en otra situación. Pero hay que decir que mucha gente hace una inversión enorme de cultivos de punta, pero se olvidan de analizar los pronósticos, que cada vez son más certeros", advirtió Del Solar Dorrego.

En Bragado, el productor y representante de la Federación Agraria Argentina (FAA) Walter Malfatto reconoció a Democracia que "el faltante de agua viene de largo rato y la realidad es que tiene que llover bastante para salvar la cosecha". 

"Está muy complicado, en cinco meses llovieron 25 milímetros, no hay reserva de pasto para el invierno y no hay tampoco para los animales ahora", afirmó Malfatto. "Es el tercer año de Niña y vemos que se fueron agotando las reservas de humedad. Incluso la laguna de Bragado se está secando. Hay preocupación, porque, como siempre decimos, si el campo se resiente, las chimeneas no echan humo. La industria no funciona, cuando se achica, se achican para todos", lamentó. 

Por otro lado, Malfatto consideró, en línea con los pronósticos del tiempo, que "si bien esto se puede revertir a partir de febrero, no va a haber lluvias excesivas". "Aún así, aunque llueva, no hay reserva de humedad y se están tostando los cultivos", describió.

En Pergamino, el escenario no difiere sustancialmente y admiten que "lo que se está viendo en la zona no es otra cosa que el resultado de tres años seguidos del fenómeno de Niña". "Esto que estamos viviendo hoy comenzó a vislumbrarse en 2020, con la llegada del fenómeno de La Niña, y cuando se pensaba que iba a durar únicamente en aquella campaña, se extendió a 2021 y 2022", reafirmó ante Democracia Ignacio Terrile, ingeniero del Inta y director de la Estación Experimental Pergamino.

"La consecuencia de todo esto es un efecto claramente negativo sobre los cultivos de granos, tanto los de invierno como de verano. La campaña gruesa no sabemos cómo va a terminar, pero está claro que la expectativa no es alentadora", agregó.

Terrile precisó que los daños más importantes se perciben en la zona productiva de la provincia de Buenos Aires, así como también en el centro y norte de Santa Fe y Córdoba, tanto en lo que tiene que ver con los cultivos como con la ganadería. "Ya estamos viendo imágenes dolorosas en las zonas del Norte, como muerte de animales, por falta de agua y alimento, y esa es la consecuencia más difícil de revertir", insistió el especialista, a la vez subrayó que el impacto sobre los animales también se evidencia en "pérdida de peso de los terneros y una baja sensible en el índice de preñez, que tiene que ver con la falta de oferta forrajera". 

Así, si bien consideró que "a partir de febrero, marzo o abril, algunos modelos (meteorológicos) hablan de que se pasaría del fenómeno de la Niña a la situación neutral", lo concreto es que "la campaña de los cereales de invierno, como cebada o trigo, fue bastante floja, por la combinación entre la falta de lluvia y las temperaturas bajas en momentos críticos, como es la floración". 

Y agregó: "Además, vemos irregularidades en las precipitaciones. Por ejemplo, en un lote quizás nos llueven 20 milímetros, pero nos movemos unos 2000 metros y llovió cero. Eso hace parecer que a un productor le va bien y al de al lado le va mal, pero es algo que termina siendo completamente azaroso".

En los campos juninenses, "la sequía se sufre más con cada día que pasa", según describió la titular de Federación Agraria, Rosana Franco, ya que "las lluvias de la semana pasada dejaron poco milimetraje, nada significativo".

"El panorama es crítico con y se ha agudizado con relación al cierre de 2022. Con respecto a la ganadería, el pasto no ha crecido y comenzamos a ver liquidación de vientres", describió.

"Esto también bien va a ser una complicación para el gobierno, ya que vamos estar mínimamente en un 50% (del rendimiento) con la campaña de soja de primera. Todo indica que no va a ser significativo el rinde", lamentó Franco.

A la hora de estimar plazos para el final de la sequía, la referente de la FAA confió en que "en febrero quizás pueda haber lluvias por encima de los 150 milímetros, que permita que la soja pueda reaccionar un poco, pero, en definitiva, dependemos del clima". "En lo general, va a ser una cosecha magra y se viene un año difícil", concluyó.

¿Ciclo o cambio en el clima?

La prolongada sequía en la Región reabrió la discusión sobre si el fenómeno que golpea a la economía regional con una intensidad que no registra antecedentes en los años recientes responde a una manifestación del denominado cambio climático o si, lejos de ello, obedece a acontecimientos cíclicos, que se reiteran en un determinado período de tiempo.

Para Ignacio Terrile, del Inta Pergamino, "seguramente se trata de fenómenos cíclicos, lo que ocurre es no hay datos rigurosos, al menos en Pergamino y la zona, para aseverar que algo similar sucedió hace 70 años o hace 500 años". 

"Podemos decir que es cíclico, pero lo que sí sabemos es que algo inédito en estos tiempos ver una situación de tres años seguidos de Niña, que afecta directamente al patrón de distribución de las lluvias", sostuvo. De allí que la inquietud del representante del Inta se centra en "las olas de calor que se están viendo, que duran varios días, y que sumado a la falta de humedad en el perfil de suelo, hacen que el impacto sobre el sector sea muy fuerte".

Lejos de recostarse sobre el argumento del cambio climático, Alberto Del Solar Dorrego, de la Sociedad Rural de Rojas, asegura que hay evidencia de un pasado con situaciones de sequía "mucho más graves que esta".

"En lo personal, me preocupa que se le está dando la razón a las personas que hablan de cambio climático, que hablan de que hay que reducir la ganadería, pero soy un convencido de que no tiene nada que ver con eso, porque son fenómenos cíclicos, que se repiten a través del tiempo", afirmó el dirigente rural.

"Han existido situaciones de sequía mucho más graves, pero también es cierto que nunca se hizo tanto agricultura como en la actualidad. La producción es distinta de hace 20, 30, 40 o 200 años atrás", insistió. No obstante, reconoció que "hay un realidad y es que se van a registrar menores rindes, van a haber quebrantos, incluso personas que van a perder en maíz hasta 1500 dólares por hectárea en campos alquilados". 

Por su parte, el ex intendente de Bragado y ex senador provincial Orlando Costa, abocado desde el final de su mandato como legislador al estudio de las problemáticas ambientales, como integrante de la Red Argentina de Municipios Contra el Cambio Climático, considera que "fenómenos como La Niña ocurren siempre, pero el cambio climático contribuye a potenciar sus efectos".

"Tanto La Niña como El Niño siempre suceden, pero el cambo climático potencia los efectos. Aunque el mundo haga lo que no está haciendo en la medida necesaria -en referencia a reducir los factores de riesgo-, tenemos para cuatro décadas de calentamiento y problemas climáticos por los gases ya acumulados en la atmósfera", afirmó.

Desde Chacabuco, Alberto Pasquini, de la Sociedad Rural, también se afirma a la idea de que "hay fenómenos que son cíclicos, que se producen cada 250 años, pero posiblemente haya un cambio ambiental que explique lo que se está viviendo en este momento".

En Bragado, Walter Malfatto asegura no tener registro en su memoria de una crisis como la actual, vinculada a la falta de precipitaciones. "En mis 59 años jamás había visto esto, pero hay personas mayores que aseguran que ha pasado antes. Probablemente, sean ciclos que se repiten", reflexionó, con la misma incertidumbre que sus pares respecto a cuándo llegará el final de una pesadilla que sigue materializándose en el plano de la realidad, en forma de pérdidas cuantiosas.

Municipios piden la extensión de la Emergencia Agropecuaria

Se extiende la lista de municipios de la Región que solicitan a la Provincia la ampliación de la vigencia de la Emergencia Agropecuaria por la sequía que afecta a buena parte del territorio bonaerense y sigue ocasionando pérdidas al sector productivo.

En Lincoln, la Municipalidad informó el viernes pasado que, a través de la Secretaría de Producción, "se solicitó la prórroga para que la Emergencia se extienda hasta el 30 de junio de este año".

"Continuamos con una situación de escasez hídrica grave y las consecuencias de las pérdidas se están sintiendo ahora”, expresó la secretaria de Producción del municipio, Florencia Russo.

"Con la Declaración de Emergencia anterior recibimos solicitudes de casi 40 productores locales en las cuales se refleja una afectación en la producción que oscila entre el 60% y el 100%, en el peor de los casos”, agregó la funcionaria, que también aclaró que “las solicitudes se presentaron ante el Ministerio de Desarrollo Agrario bonaerense, que aseguró una reducción en el Impuesto Inmobiliario Rural del mismo porcentaje de la afectación”.

El municipio informó también que los productores locales pueden acercarse a la oficina de la Secretaría de Producción, en Avenida Massey 776, para solicitar información y completar la Declaración Jurada correspondiente.

El distrito de Lincoln no es el único que avanzó en una dirección similar. La semana pasada, en Bragado, el intendente Vicente Gatica reunió productores locales, para dialogar sobre la posibilidad de extender la vigencia de la Emergencia Agropecuaria.

El encuentro contó también con la participación del director de Agroindustria del municipio, Santiago Gorjón, y representantes locales del Inta. El objetivo fue informar que “los productores puedan acogerse a los beneficios adicionales a las explotaciones agropecuarias afectadas por la sequía”.

“El Estado Municipal aunará esfuerzos para acompañar a los mismos mediante las herramientas que establece la Declaración de Emergencia o Desastre para el Partido de Bragado para paliar los efectos de la sequía”, afirmó la Municipalidad.

Previamente, también en General Viamonte, hubo una reunión de la Comisión Local de Emergencia Agropecuaria, durante los últimos días de diciembre, en la que se acordó solicitar una prórroga de seis meses más para los productores que sufren las consecuencias de la sequía.

La cumbre tuvo lugar en el Concejo Deliberante y participaron el secretario de Desarrollo Económico del municipio, Maximiliano Gañet; el gerente de la sucursal local del Banco Provincia, Edgardo Rolando; y, por el bloque de concejales Juntos por el Cambio, Marcelo Aviles, Lautaro Castro García y Jorge Defendente.

Asimismo, por la Mesa Directiva de la Asociación Rural de General Viamonte, estuvo presente el presidente de la entidad, José Fernando Fassler; mientras que por la Cámara de Comercio e Industria de General Viamonte, estuvo Marcos Rodríguez.

Según destacó entonces la administración del intendente Franco Flexas, “la reunión tuvo como objetivo evaluar la situación actual del sector agropecuario, relacionada con la sequía que se está atravesando actualmente y las heladas tardías que hubo en primavera, lo que ha impactado en los cultivos y la producción”.

¿Qué es La Niña?

Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), La Niña es un fenómeno que ocasiona un enfriamiento a gran escala de las aguas de las partes central y oriental del Pacífico ecuatorial, además de modificaciones en la circulación atmosférica tropical de los vientos, la presión y las lluvias. 

Sus efectos en el tiempo y el clima son contrarios a los de El Niño, que representa la fase cálida del fenómeno denominado El Niño-Oscilación del Sur (ENOS).

Se trata de un acontecimiento de periodicidad irregular y se declara cuando las temperaturas del mar en el Pacífico oriental tropical aumentan o disminuyen unos 0,5°C por encima o por debajo del promedio durante cinco trimestres consecutivos.

En la región, la fase de La Niña se caracteriza por registrar precipitaciones por debajo de lo normal, aunque la OMM advirtió que es "excepcional" la situación actual, en la que el fenómeno lleva tres años de extensión.

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