María Laura Luchetti, artista local.
María Laura Luchetti, artista local.
REFERENTE DE LA MÚSICA LOCAL

María Laura Luchetti: “Detrás de cada artista independiente hay mucho valor”

Es cantante, compositora, guitarrista y bajista. Oficia como investigadora, docente y jefa de área del Conservatorio de Música y, tras ganar como solista vocal el pre Cosquín en Wheelwright, Santa Fe, se prepara para el escenario mayor. Un recorrido por su carrera.

Se autodefine como una persona “nacida, criada y formada en Junín”, y su identidad, sus raíces y su talento llevan 30 años arriba de los escenarios nacionales e internacionales. 
Es una artista independiente con iniciativa y muchos proyectos que, mientras prepara el lanzamiento de su nuevo disco junto a su compañero, Eduardo Díaz, se prepara para competir en Cosquín los días 7 y 8 de enero por un lugar en el festival más conocido del país.

María Laura Luchetti visitó la redacción de Democracia y dialogó acerca de su extensa carrera y los desafíos que le presenta a diario su afán por dejar una huella en el mundo del folklore.

Desde niña, sobre los escenarios

Sus padres se dedicaban a la danza y ella eligió la música. “Empecé de chica, vengo de una familia de artistas”, explicó, al recordar que con clases particulares aprendió a tocar la guitarra y a sus 13 años hizo su primera presentación. “Voy a cumplir 30 años arriba de los escenarios”, destacó, orgullosa.

Sus orígenes son, entonces, los de una cantante y guitarrista que, joven y talentosa, se llevaba todos los aplausos del público. En algunas ocasiones, su papá la acompañaba con el bombo y, en otras, fueron colegas músicos con quienes compartió.

“Tuve la suerte de haber sido acompañada por muchos músicos juninenses, que me influyeron y me formaron”, señaló la artista. Su deriva dentro del folklore es vasta. Recupera artistas de renombre, se sumerge en las regiones y sus historias e, incluso, compone sus propias canciones. Entre su gran biblioteca, hay dos ritmos que llaman particularmente su atención: “la zamba, porque fue uno de los primeros ritmos que canté, y la huella, porque es de la provincia de Buenos Aires”, explicó:

El dúo con su pareja

El destino, o la casualidad, la acercaron a su actual pareja, Eduardo Díaz, con quien tiene un hijo de 11 años y la misma pasión, la música. El dúo es una simbiosis armónica, entre la voz y la prosa de ella y el carpo de él, que es guitarrista, arreglador y productor de los discos que lanzan.

“A él lo conocí cuando era alumno del Conservatorio y yo enseñaba”, recordó, aunque no fue en las aulas sino en los escenarios donde se encontraron. “Cacho Falcón me lo recomendó, él no podía estar y yo necesitaba un músico para una fecha”, señaló. Y así nació una historia de amor y un gran equipo.

En su casa funciona su estudio de grabación, donde preparan cada uno de sus lanzamientos y dan a luz a sus discos. A diario, trabajan en cada una de las etapas codo a codo y, por ello, Laura reconoce que “tirar los dos para el mismo lado hace que todo sea más fácil y placentero”. Asimismo, trabajar con Eduardo también le permitió aventurarse en una faceta poco conocida, la composición, aquello a lo que le rehusaba por temor o falta de convencimiento. “Al principio sólo hacíamos temas de otros compositores y yo siempre tuve ganas de escribir”, señaló, y fueron 2 canciones escritas para su hijo, que Eduardo musicalizó, el puntapié inicial.

“Me dí cuenta que yo también tengo muchas cosas para decir”, destacó la artista, que nunca olvida su cuaderno dentro de la cartera, porque trabaja “a la vieja usanza”, como le gusta decir, y apunta las nuevas ideas que pueden derivar en versos y estrofas.

Discografía

Mientras preparan el lanzamiento de su primer disco en conjunto, el trabajo es ininterrumpido, con un proceso que asegura que todos los aspectos estén cubiertos. Según explicó, en primer lugar, se hace “una selección a grosso modo de temas”, que luego atraviesa un nuevo recorte “de acuerdo a los compositores a los que se quiere rendir homenaje, las zonas geográficas y el carácter de las obras”. Luego de la etapa de arreglos nota por nota y la grabación de cada uno de los instrumentos, Laura graba su voz y el disco está prácticamente listo.

Sin embargo, cuando se trata de artistas independientes, sin sellos discográficos que los amparen, el esfuerzo es, sin dudas, mayor. “Es mucho trabajo a pulmón hasta que está el disco terminado”, explicó la compositora, que reconoce que se trata de una actividad autogestiva e independiente, donde cada proceso e instancia está sujeto a las condiciones que impongan los costos económicos.

En dicho sentido, señaló que tanto “Canta Pueblo”, su último disco, como “Guitarra Infinita”, el de Eduardo, fueron presentados en la convocatoria de fomento del Instituto Nacional de la Música (Inamu) para recibir incentivos para realizar el arte de tapa y, en ambos casos, fueron seleccionados.

Cabe señalar que “Canta Pueblo” fue lanzado en 2020. Es un disco con perfil latinoamericano que tiene 15 canciones, entre las cuales hay composiciones propias y artistas invitados. “Fue un proceso largo, lo empezamos en 2018 y, en el medio, tuvimos la pandemia”, afirmó Laura.

Ambos discos, el suyo y el de Eduardo, fueron producidos en conjunto y se hallan en las plataformas de streaming. De todos modos, el dúo también los vende en formato físico, no sólo por la calidad del sonido, sino que ponderan el valor simbólico que tienen y el incentivo que significa para su actividad.

Entretanto, los músicos prometen nuevos éxitos y ultiman detalles para su próximo lanzamiento, un disco de folklore que ya terminaron de grabar en conjunto y circulará en las calles próximamente. “Volvemos a los orígenes y nuestras raíces, será un disco más tradicional”, señaló Luchetti, que también proyecta grabar un disco sólo con temas propios. Decidida, apasionada y dedicada. “Como intérprete no me quedo con ganas de nada”, sentenció.

El Cosquín, su próxima parada

El Festival Nacional de Folklore de Cosquín es de los más destacados del país y el mundo, donde año a año se encuentran cientos de artistas con un talento indiscutible. Lo hizo cuando chica y, luego, en 2009 y 2010. Laura volvió a participar del Pre Cosquín y ganó como solista vocal en Wheelwright, Santa Fe. Por su parte, Eduardo fue seleccionado en el rubro “canción inédita”, en la misma sede.

“Nos habíamos anotado en Junín, pero coincidía con una presentación”, explicó la artista, que aguarda junto a su compañero para competir los próximos 7 y 8 de enero.
Es que la próxima semana, en Cosquín, se llevarán a cabo las rondas de cruces entre los ganadores de Pre Cosquín de diferentes sedes para elegir los finalistas que el 17 y 18 de enero competirán en la final para ingresar entre los músicos más destacados en el escenario mayor y ante todo el país.

“Lo positivo es que se transmite en vivo por Youtube y mucha gente lo sigue, hay muy buenos artistas”, destacó Eduardo, que también viajará junto a ella.

Artista independiente

Para un músico independiente, cada paso dado en la carrera implica un esfuerzo económico, físico y logístico notable. Para Laura, ello no es una excepción.  Si bien difunde sus trabajos por redes sociales y en las plataformas de streaming, que otorgan nuevas herramientas y posibilidades, también advirtió que “cuesta llegar al público nuevo”. Además, en muchos casos, la cultura de la inmediatez atenta contra el profundo trabajo detrás de cada disco y cada canción, puesto que, observó, “pocos se sientan a escuchar con detenimiento”.

Entretanto, el trabajo diario es ininterrumpido y la pasión por la música, sumada al deseo de trascender, transmitir y comunicar, son más fuertes. “Todo es a pulmón, y es posible porque la familia está y nos apoya”, destacó la artista. Su mamá le confeccionaba la ropa para sus recitales de chica, su padre la acompañaba arriba del escenario, y hoy puede seguir adelante porque nunca está sola en lo que hace.

Es por ello que ha llegado a muchos escenarios nacionales e, incluso, internacionales. “En el año 98 me invitaron desde un centro de residentes argentinos en Miami para cantar en la celebración por el 9 de julio”, explicó y, con alegría, recordó su primer viaje internacional de trabajo, en el que no había ni técnicos, ni maquilladores o peluqueros, pero sí muchas ganas de brillar y un sueño que perseguir.

Dos años más tarde, fue también invitada por un centro literario a participar en la fiesta patria de Chile. “Fueron lugares a los que no me imaginaba ir”, destacó.
En dicho sentido, Luchetti llamó a acercarse a la música de todos los géneros y a valorar a los artistas independientes, dado que, destacó, “detrás de ellos hay mucho valor”.

El Conservatorio, su oficina

Además de su carrera musical personal, trabaja a diario en el Conservatorio de Música "Juan R. Pérez Cruz", ubicado en calle Newbery 129, donde es investigadora, docente y jefa de área.  

Pero sus inicios en la academia fueron fortuitos, cuando buscaba perfeccionar su estilo y profundizar su conocimiento en el mundo de la música. “Al Conservatorio no lo conocía, lo descubrí de casualidad cuando caminaba por la calle”, recordó. Entró, se anotó y fue así como empezó a estudiar formalmente la carrera de profesorado de educación musical luego del secundario.

Perfeccionista y con hambre de conocimiento, estudió también canto lírico y canto popular. Tras dictar clases en colegios locales, concentró sus horas en el Conservatorio, y es allí donde transcurren sus horas semanales, mientras termina su carrera de bajo eléctrico.

“Uno no puede parar”, explicó, respecto a su afán de formarse aún a sus 44 años y con una extensa carrera en la música. “Soy feliz, trabajo de lo que me formé”, concluyó.

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