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RECORRIENDO LOS BARRIOS

Villa Ortega: donde late el corazón de Sarmiento

La tranquilidad de este vecindario se ve alterada los días en que el “Verde” juega como local, aunque para sus residentes esto no se presenta como un problema. Lo que sí genera inconvenientes es el estado de las calles y el caos del tránsito en algunos sectores.

Delimitado por las avenidas Arias, Primera Junta, San Martín y República, el barrio Villa Ortega ha adquirido en los últimos años un importante crecimiento poblacional. No obstante, ese desarrollo no impide que los vecinos sigan destacando a éste como un vecindario “muy tranquilo”.

Esta calma se ve alterada de manera sensible los días en que Sarmiento juega como local, dado que el estadio Eva Perón se encuentra dentro de su jurisdicción. Sin embargo, diferentes personas que viven en los alrededores de la cancha confirmaron a DEMOCRACIA que esta situación no representa un problema para ellos.

Es que en este sector la práctica deportiva tiene una fuerte influencia, puesto que también el Club BAP tiene sus instalaciones aquí.

Esto le da una impronta muy característica al lugar y genera en los residentes un sentimiento de pertenencia muy marcado que se traduce en la defensa de las instituciones arraigadas en el barrio: tanto los clubes como la Escuela Primaria N° 12.

Geografía barrial


Una de las características de este sector de la ciudad está dada por la diversidad en sus calles.

Es que aquí se entremezclan grandes avenidas, como San Martín y Primera Junta, arterias bastante transitadas como Hipólito Yrigoyen, y otras más despejadas, y estrechos pasajes como Dr. Iwan y Dr. Paulero que, además, son “cortadas” que terminan en los terrenos ubicados detrás del Club BAP.

Por su parte, las veredas también tienen sus peculiaridades, dado que en algunos sectores son muy angostas. Tanto es así, que hay cuadras en donde apenas si superan el metro de ancho.

En este marco, recorrer el barrio y circular por sus calles resulta una experiencia muy particular.

Si bien la mayoría de estas vías de comunicación están pavimentadas, hay alrededor de 15 cuadras que todavía no lo están: sobre Arias, un sector de República, 11 de Julio, Isla Soledad e Isla Gran Malvina, en donde se advierte una ostensible falta de mantenimiento de la base estabilizada.

Sin embargo, el estado del asfalto no es mucho mejor. Los residentes se quejan por los numerosos baches y roturas en varias cuadras que dificultan la marcha de los vehículos.

“Acá nos entretenemos escuchando el ruido que hacen los autos cuando pasan por esta esquina”, cuenta un hombre que vive a pocos metros de Carlos Pellegrini y French, en donde el asfalto “parece un campo minado”, según grafica otro vecino.

Más allá de las comparaciones, lo cierto es que el plan municipal de repavimentación  no incluye esta zona. 


El tránsito


Pero a pesar del deterioro de la cinta asfáltica, aquí también hay reclamos por el peligro del tránsito. Desde luego que las avenidas San Martín y Primera Junta, junto con la calle Hipólito Yrigoyen, figuran al tope de las quejas de los lugareños, ya que son arterias muy transitadas y en donde los vehículos suelen tomar altas velocidades.

Pero también hay reclamos puntuales sobre la calle Necochea dado que muchos automovilistas que circulan por Primera Junta, doblan en Remedios Escalada de San Martín y luego toman, precisamente, Necochea para evitar el semáforo de Primera Junta e Hipólito Yrigoyen. Según relatan quienes viven por ahí, esta situación genera un gran riesgo porque muchas veces los conductores andan a velocidades inapropiadas suponiendo que allí “no anda nadie”.


Servicios


El aumento poblacional de esta área fue generando las demandas suficientes que hicieron que se dotara al vecindario de las principales prestaciones básicas.

Hoy se extienden por toda esta zona las redes de agua corriente, cloacas y gas natural.

En cuanto al alumbrado público, si bien está presente en todas sus cuadras, más de la mitad del barrio -entre Arias e Hipólito Yrigoyen- cuenta con luminarias colgantes. Allí los vecinos solicitan el recambio por columnas, porque es un sistema más seguro.

Con todo, en el último tiempo se pudo advertir un aumento en la cantidad de construcciones, muchas de ellas con características modernas, y revalorización inmobiliaria del sector, respaldada en diversos factores: es una zona con la tranquilidad de los barrios, con una buena infraestructura de servicios -más allá de algún déficit-, que se encuentra a pocas cuadras del centro comercial de la ciudad, con salidas importantes y ágiles, como San Martín, Yrigoyen y hasta Arias.


“Un barrio tranquilo”


Todos los vecinos entrevistados por DEMOCRACIA coinciden en destacar la placidez y la serenidad que se advierte en esta zona.

Un hombre que está sentado en la vereda tomando mates señala: “Acá nos conocemos todos, hay gente muy trabajadora, este es un barrio de laburantes”.

En el mismo sentido, Mabel, una mujer que hace casi tres décadas vive en la misma casa del vecindario, asegura que “este es un barrio muy tranquilo, por ahí ha sucedido algún robo, pero como en todos lados, nosotros estamos muy contentos de vivir acá”.

En ese contexto, los lugareños destacan que los patrulleros recorren la zona y la presencia policial es notoria, lo que les genera una necesaria tranquilidad. 

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