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PRESENTO “RIVALES” EN LA VII FERIA DEL LIBRO DE JUNIN

Nelson Castro: “El panorama político de la Argentina es de una hegemonía impresionante”

El periodista analizó la situación política del país y aseguró que “hoy no hay oponentes con poder”. Además, criticó la Ley de Medios aprobada por el gobierno nacional y remarcó la cercanía de Sergio Schoklender con el oficialismo nacional.

Nelson Castro, reconocido periodista de la señal Todo Noticias y del diario PERFIL, entre otros medios, estuvo en nuestra ciudad para presentar “Rivales”, su último libro, editado por Vergara y cuyo prólogo escribió Joaquín Morales Solá. 

Minutos antes de su disertación pública, Castro dialogó con la prensa y analizó la situación política actual de nuestro país, a la que calificó de “preocupante”.

Además, el periodista criticó a la oposición y dijo que “hoy por hoy, no hay rivales”.


-¿Cómo ve las libertades individuales y de opinión en la Argentina?

-Yo vivo con mucha preocupación lo que está pasando en relación a la intolerancia que se genera desde el Gobierno. Se ha creado un clima de bipolaridad, según el cual las cosas son o blanco o negro y uno tiene que tomar una posición.

Esto es un verdadero disparate y, transportado a nuestra profesión, es un disparate aún mayor. 

Por supuesto que también me preocupa mucho el futuro, porque si hay algo que el gobierno no va a cambiar es esto, esta idea de crear una estructura mediática que sostenga el relato oficial, pero que además lo sostenga con una idea de que quien no lo tenga es un enemigo.

-Esto también lo ve el ciudadano común, como ve lo de Schoklender, lo de Lázaro Báez, lo de Jaime y, sin embargo, pareciera que la sociedad argentina no reacciona…

-Está claro que hoy hay episodios que de haber ocurrido en la década del noventa hubieran generado una revolución enorme. Hoy el gobierno está como blindado ante todas estas cosas. Electoralmente, hay una parte mayoritaria de la sociedad a la cual esto no le interesa.


-¿Y por qué sucede esto?

Esto tiene que ver con varias cosas. Primero, porque en la elección presidencial volvió a estar presente como nunca la crisis de 2001. Esta crisis ha tenido un impacto muy intenso en la sociedad argentina, que todavía se siente. Sobre todo en un contexto de turbulencia económica como el que está viviendo el mundo.

Frente a esto, la sociedad prioriza enormemente lo económico y entiende que lo institucional no pesa. Yo creo que es un error, pero el juicio de la sociedad es otro y uno lo debe respetar. 

Otro punto tiene que ver con la oposición, que ha dilapidado un capital enorme. La oposición tiene una enorme corresponsabilidad en esa reconstrucción de poder que ha tenido el kirchnerismo, porque lo que ha hecho después del poder que le dio la sociedad tras la elección de junio del 2009, es comenzar a pelearse inmediatamente, en vez de construir. 


-¿Hoy no hay rivales?

-Efectivamente, hoy por hoy no hay rivales. Hay un gobierno que se mueve con total comodidad, porque no tiene oponentes con poder. Esta realidad es mala desde el punto de vista político, más allá de quién gobierne.


-¿Qué lectura hace del voto del campo?

-A mí no me sorprendió, pero hay que diferenciar. Yo sabía que las ciudades dependientes del campo iban a votar a Cristina Fernández de Kirchner y el productor no iba a votarla. Y esto es lo que ocurrió.

El kirchnerismo manejó astutamente toda esta situación: hubo mucha plata para muchos pueblos; hubo fenómenos de cooptación muy fuertes; hubo intendentes que estuvieron en el corte de ruta y que hoy son candidatos a diputados por el kirchnerismo.


-¿Cree que faltan líderes en la oposición?

-Muchos líderes están llegando a su fin de ciclo como potenciales líderes de gobiernos futuros, y ahí está Duhalde, Das Neves, Reuteman, Carrió, Pino Solanas. 

Habrán de surgir otros. Macri va a ser, por supuesto, uno de los líderes importantes de la oposición. 

Pero por ahora el panorama político de la Argentina es de una hegemonía impresionante. Salvo cuatro o cinco provincias, el país es peronista. 


-¿Le cree a Schoklender?

-Sí, lo que pasa es que hay un problema que él olvida. El también es co-partícipe de este desvío de fondos, de esta malversación.

Y quiero recordar que Schoklender fue el orador del acto del 24 de marzo en el mercado central -organizado por el gobierno-, donde hablaba del apoyo a Cristina, a Néstor y donde se abrazaba con el ministro Boudou. Esto lo quiero decir para que tengamos una dimensión de quién es este personaje, de la cercanía con el poder que tuvo y de cómo el poder le abrió las puertas.


-Si tuviera que enumerar algunas de las virtudes de este gobierno, ¿cuáles diría?

-Yo le reconozco la reforma de la Corte Suprema de Justicia de la Nación; la reconstrucción de la autoridad presidencial; la recuperación económica de la Argentina; y el tema de la política de los derechos humanos. 

Lo que le critico es el uso político, la cooptación política. Me parece lamentable esto que se ha originado y me parece muy malo que las conducciones de organizaciones como Madres y Abuelas se hayan “partidizado”. 

El Gobierno ha tenido gestión, ha dado impulso a sectores de la ciencia, ha hecho cosas realmente buenas. Mi crítica mayor es este concepto autoritario del gobierno que ha querido y quiere imponer del discurso único. 


-¿Qué opina de la Ley de Medios?

- Esta ley tiene como objeto supuesto la destrucción de un monopolio, para crear otro monopolio, que es el monopolio gubernamental, y esto me parece realmente peligroso. Lamento mucho que muchas voces de la profesión no se den cuenta de esto y lo convaliden. Me parece que es uno de los elementos más inquietantes. La prensa cometió muchos errores, pero la solución no es esta ley.  

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