Sequía histórica: pérdidas del 60% para el trigo y problemas para la ganadería
EN JUNÍN Y LA REGIÓN

Sequía histórica: pérdidas del 60% para el trigo y problemas para la ganadería

Los productores rurales consultados por Democracia advirtieron que, si la falta de lluvias se prolonga, se perdería casi toda la cosecha. Además, afirmaron que se acabaron las pasturas para el ganado y comenzó la liquidación de vientres.

Por la falta de lluvias, en Junín y la Región las entidades agropecuarias pronostican pérdidas superiores al 60 por ciento para el trigo y serias complicaciones para la actividad ganadera, al tiempo que los productores coinciden en que la actual ley de emergencia para el sector es burocrática e ineficiente. 

Andrés Moutous, presidente de la Sociedad Rural de Junín (SRJ), afirmó a Democracia: “El trigo está muy complicado, va a haber pérdidas de lotes enteros, y en las parcelas donde no se pierda todo, el rendimiento va a ser muy malo, mucho peor de lo que se esperaba”.

Rosana Franco, presidenta de la filial juninense de la Federación Agraria Argentina (FAA), afirmó a este diario: “Las pérdidas para el trigo en la región superan el 60%. El cultivo no creció lo suficiente y hay claros entre surcos, están algunos de color amarillento y otros lotes puntuales tienden a espigar”. 

En la misma línea, Rodrigo Esponda, productor rural de Junín, afirmó a este diario: “Las perspectivas para el trigo son pésimas en nuestra zona, el trigo ya está encañado, con altura muy baja, con lo cual, por más que llueva, las pérdidas van a ser muy importantes. Ojalá llueva y que, aunque haya pérdidas, se pueda cosechar algo. Si esto sigue así, no se va a poder cosechar absolutamente nada”. 

Alberto del Solar de Dorrego, productor y presidente de la Sociedad Rural de Rojas, expresó a Democracia: “El trigo está muy complicado, no creo que dé nada, y la arveja también está muy complicada. Además, no hay ni miras de sembrar maíz. La napa freática, que estaba normalmente en 4 metros, hoy superó los siete, hay cero humedad en el perfil”. 

Zona Núcleo

La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) estimó que se perdió el 10% del área sembrada con trigo por falta de lluvias en la región agrícola núcleo, lo que equivale a unas 130.000 hectáreas, y advirtió que, de continuar este escenario, otras 400.000 hectáreas en malas condiciones "podrían seguir el mismo destino".

De esta manera, la superficie ocupada con el cereal en la región se redujo a 1,2 millones de hectáreas, de las cuales un 34% está en mala condición, 46% en regular, 18% en buen estado y sólo un 2% en muy buen estado, detalló la entidad bursátil.

Según los técnicos de la entidad, en la localidad santafesina de Bigand la situación del trigo es muy mala, con un 20% de los lotes perdidos, mientras que en San Gregorio la situación es igual de crítica con un 35% de los trigos perdidos.

En la localidad bonaerense de Quiroga (9 de Julio) ya se perdió el 20% de la superficie, a la vez que en el norte de región núcleo la situación mejora gracias a algunos milímetros extras que recibieron en El Trébol.

Respecto a los rindes, la entidad bursátil estimó que existe un "techo" de productividad del cultivo de entre 30 y 35 quintales por hectárea (qq/ha), cuando "el año pasado se hablaba de pisos de rinde de entre 35 a 40 qq/ha". "Los agrónomos coinciden en que con cada semana que pasa sin lluvias importantes, los rindes se ajustan hacia abajo y cada vez es más difícil pensar en una recuperación", concluyó el informe.

También la escasez de lluvias complicó el estado fenológico del trigo sembrado para la campaña 2022/23 en Entre Ríos, lo que también repercutirá en la producción final y el rendimiento promedio, advirtió hoy la Bolsa de Cereales provincial.

Para el ciclo agrícola se sembraron unas 500.000 hectáreas aproximadamente, donde la mayoría de los lotes se encuentran entre las etapas de espigazón y llenado de granos. En esos momentos es cuando el cereal presenta su máxima demanda hídrica y donde el escenario de déficit actual repercute directamente en una caída en el rendimiento potencial, explicó el organismo.

Actualmente el rendimiento promedio provincial sería de 2.800 kilos por hectárea, pero de continuar "el vigente escenario" de lluvias y sequía "tenderá hacia la baja", por debajo del promedio provincial del último lustro (3.078 kilos por hectárea), dijo la Bolsa. En tanto, el 21% de las plantas de trigo sembradas presentan una muy buena condición fenológica, el 49% fue calificado como bueno, un 23% se mantiene regular y el 7% fue decretado en mal estado.

Respecto a la primera semana de septiembre, la calificación de buena a muy buena cayó un 19%, lo que la entidad bursátil señaló como consecuencia de las pocas lluvias.

La precipitación promedio acumulada entre los meses de mayo y septiembre de los años desde 2010 y 2020 fue de 300 milímetros, pero en 2021 el total acumulado fue de 274, un 9% menor, y en 2022 llegó sólo a 128 milímetros. Además, la distribución de lluvias fue muy dispar generando dos escenarios: el centro norte de Entre Ríos con más de 150 milímetros acaecidos -aún así, un 23% menos que el promedio histórico-, y el centro sur con un promedio de 120 milímetros (60% menor que la media).

Por otra parte, la Bolsa comunicó que el 90% de las cerca de 420.000 hectáreas sembradas con maíz de primera se encuentra en buen o muy buen estado fenológico.

El 10% restante presenta una condición regular o mala, en general debido a las heladas registradas durante septiembre, por lo que la situación fue calificada como "buena" y con "un buen recuento de plantas" por hectárea. Asimismo, se implantaron en Entre Ríos unas 18.000 hectáreas con girasol, que se mantienen con cuatro pares de hojas desarrolladas y una condición general buena, aunque las bajas temperaturas generaron un menor desarrollo.

Respecto al estado sanitario, se realizaron "controles puntuales" para combatir la oruga cortadora y en algunos casos, se planificó el control de maleza, a pesar de la falta de productos específicos para el cultivo.

La ganadería, contra las cuerdas

“La ganadería empieza a estar complicada también, por la poca disponibilidad de pasto, se está complicando en todos los ámbitos”, afirmó Moutous. Y Franco amplió: “La ganadería se lleva la peor parte, no hay crecimiento de pastos, se acabaron los rollos y el silo de pasto picado”. “Hay productores que ya están liquidando vientres”, advirtió la dirigente federada. Y expresó: “La situación es desesperante”. 

Esponda señaló: “Las reservas forrajeras que se hicieron el verano pasado para este invierno, se están acabando, como los rollos y lo que se les da de comer a las vacas. Y lo que se sembró para que coman no se pudo comer, por lo que la situación es preocupante, porque no estamos quedando sin comida, con todas las vacas paridas y con poco para comer. Hay una alarma muy grande. Esperemos que llueva pronto, porque además no llueve pasto, una vez que llueve, el pasto comienza a crecer”. 

Y agregó: “A todo esto se suma que, en los últimos dos meses, la hacienda en pie, la carne que el productor vende a los frigoríficos, bajó el precio. Más allá de que tenemos una inflación superior al 7% mensual (y de casi el 100% anual), la hacienda en pie bajó el precio por la falta de consumo y porque, al no haber precio, la hacienda se está vendiendo de manera anticipada. Es importante que la gente sepa que el precio de la hacienda baja, más allá de que sube en las carnicerías. Y esto tiene que ver con que el costo de mantener un negocio es cada vez más alto. Por lo tanto, más allá de que la materia prima baja, el costo de los productos sigue subiendo”.

 

Por su parte, Gastón Paz, de la consignataria de hacienda Paz Hermanos, afirmó a Democracia: “Si bien en la mayoría de los tambos se produce con un refuerzo de alimentación de granos o de reservas, es cierto que estamos saliendo de un invierno muy seco, con poco pasto, y entrando a una primavera igual de seca, con lo cual no se puede generar más pasturas”.

Y agregó: “La ganadería de producción de carne está muy complicada en el norte, oeste y centro de Buenos Aires y sur de Santa Fe, donde hay una cantidad de pasto menor debido a una seca que está siendo histórica, con un déficit hídrico importante que también afecta a la cría y recría. Las pasturas no tiraron nada y los campos naturales tampoco”. 

“La posibilidad de hacer un verdeo de verano se está retrasando mucho, lo que hace difícil mantener a la vaca en buen estado. En el caso del feedlot es distinto, ya que usan un alimento balanceado”, afirmó. 

Según Del Solar Dorrego, “la gente está desesperada, buscando algún rastrojo que comer o dando rollos, las alfalfas están tirando prácticamente nada, con una sequía muy complicada, que no se va a resolver con las próximas lluvias, porque para recargar el perfil necesitas por lo menos 700 u 800 milímetros”. 

Pedido de emergencia

Por la sequía extrema, las entidades agropecuarias de Junín acordaron elevar el pedido de Emergencia y/o Desastre Agropecuario para el partido de Junín, en el período comprendido entre el 1 de julio y el 31 de diciembre de este año, sobre la base de un informe que está elaborando la Agencia de Extensión Rural (AER) Junín del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

Sin embargo, los dirigentes rurales consultados aseguran que la burocracia enlentece la aprobación de la emergencia y los resultados son prácticamente nulos. “El problema de la ley de emergencia como está hoy es que no te exime de ningún impuesto; te prorrogan el pago, o sea que, dentro de seis meses, debés el doble, básicamente. No sirve para nada”, cuestionó Moutous.

COMENTARIOS