Notario Sebastián Cosola, presidente de la Delegación Junín del Colegio de Escribanos.
Notario Sebastián Cosola, presidente de la Delegación Junín del Colegio de Escribanos.
EN EL DÍA DEL NOTARIADO

El Colegio de Escribanos reconoce a notarios por su trayectoria profesional

En una fecha tan especial se distinguirá a profesionales con más de 25 y 50 años de ejercicio de la profesión y se hará entrega de una medalla de reconocimiento como es tradición en la institución.

La Delegación Junín del Colegio de Escribanos de la provincia de Buenos Aires celebra su día reconociendo a profesionales con 25 y 50 años de ejercicio de la profesión.

En homenaje a la creación de la Unión Internacional del Notariado Latino, un hecho trascendental para la profesión que tuvo lugar en 1948 y que permitía ampliar el reconocimiento de la actividad más allá de las fronteras, cada 2 de octubre se celebra en nuestro país el Día del Notariado.

Este año, la Delegación Junín del Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires, brinda su reconocimiento a cada uno de los notarios y en especial a la trayectoria de profesionales con más de 25 y 50 años de ejercicio de la profesión, a los que se les entregara una medalla de reconocimiento como es tradición en la institución.

25 años

•Not. Laura Susana Montani - Lincoln
•Not. José Luis Fernández Paz - Chacabuco

50 años

•Not. Héctor Daniel Sario - Salto

En esta fecha tan relevante para todos los escribanos del país, cabe recordar el rol trascendental que ocupa el notariado en nuestra sociedad, brindando la seguridad necesaria en algunos de los actos más importantes de la vida de las personas.

Función notarial

En nuestro país, dentro de las profesiones del derecho, la propia función  notarial demuestra una evolución científica indudable que la jerarquiza notablemente: en origen, fueron escribanos quienes hacían prácticas de aproximadamente seis meses en un juzgado.

Luego, casi en coincidencia con la celebración del primer Congreso Notarial Argentino de 1917, emergía en las facultades de Derecho, tímidamente, una carrera llamada Escribanía, que únicamente requería la aprobación de las materias troncales de la carrera de abogacía.

En los tiempos actuales, se alcanza el título de escribano luego de haber obtenido previamente, el título de abogado, con un año más de Facultad. Es por esta razón que para el notariado, la capacitación permanente es, además de una obligación, uno de los deberes éticos esenciales que se suma a los propios que emergen de la función.  

El escribano es el principal intérprete de la voluntad de las partes. Porque conoce el derecho, porque se ha capacitado para poder brindar soluciones a las innumerables consultas que le llegan. Por ello es el profesional del derecho que dentro de un ámbito de paz, puede adecuar la voluntad de las personas invistiéndolas de legalidad. Y esa legalidad es plena.

Dentro de esa interpretación, reviste el notario la característica de la imparcialidad. Sin dudas, esta es la virtud que lo diferencia de otros profesionales. Porque no defiende, sino que asesora igualmente a todos los comparecientes.

Porque su misión, es la de lograr el equilibrio justo en el intercambio de derechos. Cuando el notario asesora, no piensa en un cliente, sino en todos los comparecientes al acto. El asesoramiento imparcial notarial, evita, por sobre todas las cuestiones, conflictos en el futuro. “A notaría abierta, juzgado cerrado”, decía el ilustre jurista español Joaquín Costa.

Por ello en este día tan especial, la Delegación Junín del Colegio de Escribanos, con sus casi cien miembros activos, agradece a la sociedad que día a día renueva su optimismo depositando toda su confianza en sus notarías, en medio de un contexto social que indefectiblemente reclama la vuelta a los valores esenciales.
 

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