Junín: ya hay más vehículos que habitantes

Convocados por DEMOCRACIA, tres especialistas debatieron sobre uno de los principales problemas de la ciudad: el tránsito. En el encuentro, el responsable de Inspección General, Miguel Chami, el titular del Juzgado de Faltas N° 2 de Junín, Juan Carlos Petreli, y el presidente de la delegación local del Automóvil Club Argentino (ACA), Edmundo Marcilla, coincidieron en que, dentro de esta cuestión, la responsabilidad mayor pasa por el comportamiento de los conductores y la desidia a la hora de respetar las normas de tránsito. Chami advierte que “uno a veces se fija en su patria chica, pero el del tránsito es un problema a nivel nacional, sin embargo hoy sabemos que en Junín hay poco más de 90 mil habitantes y tenemos 94 mil vehículos circulando. Y en este contexto, falta concientización, una palabra que la venimos escuchando desde hace tantísimo tiempo y sin embargo el panorama es cada vez peor. Por eso nos tiene que ayudar la gente que está en cada una de las arterias de la ciudad, porque nosotros solos no podemos solucionarlo”. En el mismo sentido, Marcilla admite que “los factores humano y cultural son los que prevalecen”, y señala que actualmente “no hay códigos para manejar”. Además, remarca la complicación que genera el enorme caudal vehicular de la ciudad: “Nosotros hicimos una evaluación hace cinco años y por la zona céntrica pasaban 38 mil vehículos por día, cuando el parque automotor no era el de hoy. Cuando uno analiza esto, se da cuenta de que solamente dos automóviles que paren en doble fila pueden armar un caos en el tránsito. Además Junín tiene un tránsito hasta las 2 de la tarde pero después disminuye notablemente, y esa sobrecarga se da por una gran afluencia de gente de la zona que es inevitable, si uno piensa que la ciudad es un epicentro en varias actividades, porque están los Tribunales, bancos, el hospital y las clínicas privadas, entonces recibimos mucha gente de afuera”. El doctor Petreli agrega que el aspecto más reprochable “sin lugar a dudas, es el comportamiento de los conductores. Nosotros tenemos una ciudad que no es la panacea, pero está bastante bien en cuanto a su infraestructura, porque se está semaforizando, se está reasfaltando y, si bien insisto en que no es lo ideal, el problema principal es cultural y cambiar eso probablemente lleve varios años y algunas generaciones. Hay una desaprensión total, se maneja muy mal, y aunque todos sabemos lo que debemos hacer, eso no se hace”. Según su análisis, esto se da porque “por naturaleza somos individualistas y cada uno se ocupa de sí mismo, cuando en realidad, en una comunidad hay que circular pensando que hay otros haciéndolo al mismo tiempo”. Infracciones Chami cuenta que de acuerdo a las últimas estadísticas de la Dirección de Inspección General, las infracciones más repetidas son “la falta de licencia de conducir, circular sin casco y hoy es muy común ver que se dobla a la izquierda en avenidas de doble mano semaforizadas”. El funcionario municipal acota que desde hace unos días se empezó a implementar la boleta del inculpado (ver recuadro), que se utiliza para determinado tipo de faltas. Sólo durante 2010 –según datos oficiales obtenidos por este diario- se cometieron en Junín 15.255 infracciones de tránsito. Para Marcilla, la falta más grave dentro de las que se producen en las calles de la ciudad “es pasar un semáforo en rojo porque, por lo general, ‘parten al medio’ al que viene con todas las de la ley”. En tanto, Petreli añade que “es tan grave cruzar un semáforo en rojo como doblar a la izquierda en una avenida de doble mano”. Ante la avalancha de infractores que se daban cita en su juzgado, Petreli inició una campaña en la que se enfatizaba “si no piensa con la cabeza, piense con el bolsillo”, buscando concientizar a la población, ya no desde el punto de vista ético o moral, sino desde lo económico. “La multa mínima hoy en día son 300 litros de nafta”, aclara el magistrado. No obstante, observa que la mayoría de las personas que se presentan en su tribunal “siempre buscan excusas”, y ejemplifica: “Todos los infractores que he atendido que fueron multados por manejar mientras hablaban por celular, alegaban tenían una urgencia, un familiar enfermo, un problema en la casa y demás. Aunque el más gracioso fue el que me dijo que no venía hablando, sino que solamente estaba escuchando”. Geografía urbana A la hora de establecer los puntos más conflictivos para el tránsito en la ciudad, Chami asevera que “hoy en día, la zona del macrocentro, lo que rodea al sector que cuenta con estacionamiento medido, es un problema, sobre todo para los que viven allí. A mi oficina llaman todos los días quejándose por la gente que estaciona en los garajes y dificultan la circulación”. En tanto, el representante del ACA incluye la esquina de Chile y Benito de Miguel como un cruce que se ha tornado problemático “porque la gente no respeta el semáforo ni la prohibición de doblar a la izquierda. En la esquina de Arenales también sucede algo similar”. Motos Un tema siempre controversial que siempre aparece en las discusiones y análisis del tránsito en la ciudad es el de la cantidad de motos -que Chami calcula en 49 mil- y el comportamiento de sus conductores. Para Marcilla, es imperioso que “el que anda en esos vehículos tome conciencia del riesgo que corre”, y aporta un dato de la Federación Internacional del Automóvil (FIA). Según cuenta, la organización “hizo un estudio y llamó la atención a los gobiernos de Sudamérica para que tomen medidas de prevención porque se calcula que en esta década, hasta el 2020, pueden llegar a morir en accidentes 5 millones de chicos no mayores de 14 años. Es que cada vez andan a edades menores. Entonces si no se puede evitar que circulen, por lo menos que utilicen los elementos de seguridad”. La enorme cantidad de ciclomotores en las calles de Junín tiene una de sus explicaciones en la facilidad para adquirirlas. “Se produce un fenómeno en la ciudad y es el de la gente que compra motos y las paga diariamente -explica Petreli-, entonces entrega 20 pesos por día al que se la vendió. Y esa persona, generalmente, no tiene casco, ni seguro, ni licencia”. En ese sentido, Chami sostiene que “también hay que hacer hincapié en los comerciantes”, porque “cuando uno compra un auto, lo saca a la calle con el seguro contratado y la patente puesta. Y esto no sucede con las motos, que también son vehículos que andan en la vía pública”. Petreli se suma al pedido y asegura que él planteó este tema a los comerciantes del ramo, quienes le contestaron que no hacen esta tarea porque perderían ventas. El magistrado se indigna porque “se hizo una ordenanza para que no vendan nafta a motociclistas sin cascos y vemos cómo se incumple esta medida, o les cargan cuando lo llevan colgado en el codo”. “¡Hay estaciones de servicio que tienen el casco para prestarle a los motociclistas que no lo tienen!”, exclama Chami y concluye con una pregunta a la que no encuentra respuesta: “¿Entonces cómo podemos combatir eso, por más concientización que se haga?”. Qué hacer El debate se cerró con las ideas para mejorar esta situación. “Nuestra propuesta es hacer un curso para entrenar a entrenadores -comenta Marcilla-, grupos de 30 ó 40 personas de distintos ámbitos que quieran capacitarse para después volcarlo al resto de la sociedad. Debería ser un proyecto a largo plazo, dándole continuidad”. Por su parte, Petreli sugiere de manera prioritaria la implementación del sistema del scoring, además del trabajo sobre aspectos sociales y culturales. “Empecemos por la exigencia a todo el mundo: instituciones, inspectores, conductores, padres, y ser inflexibles ante las faltas”, resume. Por último, Chami remarca que “si la gente no toma conciencia, va a ser muy difícil. Nosotros tratamos de ponernos de acuerdo y trabajar en conjunto para reorganizar el tránsito en Junín, pero si el ciudadano común no capta estos mensajes, va a ser todo en vano”.