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FENOMENO GENERACIONAL

Las edades, de la cerveza al champagne

Los “adoradores” del Indio Solari integran un amplio abanico generacional, que va desde quienes portan canas o directamente no tienen nada que peinar, hasta púberes y adolescentes.
Las calles céntricas de la ciudad cobijaron durante todo el sábado a esa legión de seguidores del ex líder ricotero, unidos por la misma pasión pero diferentes en gustos y preferencias.
En ese sentido, fue posible observar a chicos jóvenes, de jean y zapatillas, caminando cómodos con una mochila liviana sobre las espaldas, aguardando la hora de marchar hacia el autódromo.
La mayoría de ellos llegaron en ómnibus, minibuses fletados especialmente para el acontecimiento y también a dedo.
Las remeras alusivas para expresar ese amor infinito al Indio, actitud informal, desprovista de cualquier convencionalismo y ganas de disfrutar podían leerse en cada rostro de los fanáticos, que en la mayoría de los casos pasó el almuerzo con un “sanguchito” de milanesa o fiambre, un choripán y, por supuesto, cerveza tomada al paso.
Como contrapartida, también poblaron el centro juninense quienes llegaron en vehículos particulares junto con familiares o amigos y se alojaron en hoteles o casas particulares.
En las confiterías, cerca del mediodía del sábado, los “viejos ricoteros” compartían aperitivos y en algunos casos hasta se animaron a pedir a los mozos que descorcharan botellas de champagne, para recordar viejos tiempos.
También hubo quienes prefirieron una mayor formalidad y ocuparon las mesas de restaurantes y parrillas, disfrutando de la gastronomía antes de meterse de lleno a la fiesta en el autódromo.
 La postal permitió ver de qué manera funciona este fenómeno popular, que es capaz de unir a generaciones tan dispares como adolescentes “cincuentones” detrás de una misma pasión.

 Derecho al balneario
El viernes por la noche llegaron más de quinientos seguidores del Indio Solari a la estación de trenes local.
Para evitar problemas de violencia o inseguridad, el gobierno municipal puso a disposición unos diez colectivos que trasladaron a los fans derecho al balneario.
En menos de 30 minutos, la estación quedó vacía. El traslado fue acompañado con la presencia de unos cincuenta efectivos policiales.

Desde Salta a dedo
Sebastián Romani (26) llegó a Junín desde Salta Capital. Pidió permiso en su trabajo, cargó su mochila y partió. Hizo dedo y llegó a nuestra ciudad unos días antes. Al igual que el ricotero de San Luis, se animó a los malabares y así completó con monedas el dinero que le faltaba para la entrada. 

Caminando desde Hurlingham
Cristian tiene 25 años y vive en Hurlingham. Según contó a este diario, el joven llegó a Junín caminando. “Arranqué el miércoles al mediodía, solamente tenía la entrada y 2 pesos. Entonces hice dedo pero nadie me levantó. Dormí donde me dejaban, pero siempre seguí caminando hasta que llegué a Luján y cuando me quise acordar estaba en Junín”, dijo. 

Comerciantes entre rejas
La mayoría de los comerciantes instalados en inmediaciones del balneario municipal decidieron reforzar los accesos a sus negocios.
Muchos de ellos colocaron rejas e implementaron la atención de clientes a través de ventanillas. También en la mayoría de los casos los comercios duplicaron sus ventas. 

Pasión por el Indio
Los seguidores del ex Redondito de Ricota también formaron parte del espectáculo. Mucho de ellos atravesaron situaciones atípicas con el objetivo de estar presentes en la “misa india”.  Por ejemplo Maximiliano Videla (22) hizo dedo desde la ciudad de San Luis hasta Junín. Y como no tenía el dinero para la entrada, llegó unos días antes del recital y trabajó como malabarista en las esquinas de nuestra ciudad. Moneda tras moneda, juntó los 150 pesos para acceder al predio. 

Medidas de precaución
Además de las medidas de seguridad relacionadas al personal de seguridad privada y pública, el acontecimiento realizado anoche en el autódromo Eusebio Marcilla contó con la presencia de seis ambulancias, un hospital móvil, cinco carpas de emergencias, once médicos y un helicóptero de sanidad.

Vendedores ambulantes
En las adyacencias del autódromo de Junín los vendedores ambulantes instalaron todo tipo de puestos. Comercializaron remeras, gorras, vinchas, comidas y bebidas.
Muchos de los comerciantes llegaron a Junín desde varias provincias del país. Su trabajo duró hasta el preciso instante en que comenzó el recital.



 

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