CUANDO EL SILENCIO NO ES SALUD

La importancia de la educación sexual

Especialistas juninenses coinciden en que ayuda a transmitir pautas de salud sexual y a prevenir embarazos no deseados. Sin embargo, aseguran que se habla poco, tanto en la casa como en el aula.

La sociedad se muestra cada vez más liberal en torno a la sexualidad. Sin embargo, el tema sigue siendo tabú, y para muchos especialistas no sólo se habla muy poco de sexo, sino que cuando se lo hace, aparece mal explicado.
Si bien actualmente asistimos a un bombardeo mediático, más específicamente audiovisual, donde el sexo es el común denominador, no es posible afirmar que haya más información sobre el asunto, y mucho menos, más conocimientos en los niños y jóvenes.
Mientras ello ocurre, son muchos los interrogantes que tanto a padres como docentes se les presentan sobre la mejor forma de abordar la sexualidad.

Cómo empezar

La educación sexual nada tiene que ver con favorecer el inicio más precoz de las relaciones sexuales, sino que busca lograr el desarrollo integral del individuo abarcando aspectos biológicos, sociales, éticos, psicológicos y sanitarios, puesto que la sexualidad interviene en todas las etapas de la vida.
Como explica la psicóloga juninense Mara Idone, el gran comienzo es “cuando el bebé va construyendo su sexualidad a partir de los contactos corporales con un adulto; entre los tres y cuatro años los niños comienzan a investigar sobre el otro sexo, y a partir de los seis y los siete comienzan a preguntar sobre las diferencias entre los cuerpos de mujeres y hombres”.
El abandono de la niñez, los cambios en la pubertad y el camino a la adultez está plagado de sentimientos sexuales que se desarrollan y cambian.
“La adolescencia es una etapa crítica de la vida caracterizada por cambios biológicos, físicos y psicológicos, y en la que se da la búsqueda de la identidad sexual e independencia. Tal vez por ello se debería educar desde edades tempranas a los niños en una sexualidad correcta y adecuada para evitar futuros problemas”, afirmó la profesional.
Idone advierte que “las respuestas hay que darlas cuando hay preguntas y es importante respetar la etapa de la pregunta y dar la respuesta correspondiente”.
También ello será importante a la hora de la construcción de la identidad sexual, “que se va construyendo en el sujeto desde sus primeros años de vida”, según explica la psicóloga de nuestra ciudad Valeria Miguel. “Por ello es de suma importancia que tanto las instituciones educativas como también las familias se comprometan en la tarea de educar sexualmente a los niños preparándolos para entablar relaciones interpersonales positivas en el futuro”.

Falta información


Cuando muchos padres confían en que la escuela se encargue de enseñarles a sus hijos todo lo que necesitan saber sobre sexualidad, desde el otro lado, hay muchos docentes que evitan abordar el tema por la complejidad de su tratamiento o al menos lo realizan de manera esquiva.
Romina Mariani, psicopedagoga de nuestra ciudad, entiende que “debería dictarse en todas las escuelas. Yo estoy en una escuela especial y efectivamente armamos clases y talleres para trabajar con los chicos. A pesar de ello, muchas veces la implementación de la educación sexual integral depende de los directivos de cada institución y por supuesto de los docentes a cargo del aula”.
Es que lejos de limitarse a la explicación de genitalidad, la enseñanza y la valoración de la vida sexual hoy abarcan otros campos que antes no eran tenidos en cuenta, remitiéndose meramente al aparato reproductor y las relaciones sexuales.
“La educación sexual ayuda a transmitir pautas de salud sexual, el cuidado del propio cuerpo y del de otro, la prevención de embarazos no deseados o enfermedades de transmisión sexual, disminuir el abuso sexual, el maltrato y la violencia”, explica Idone.
Según Miguel, “hay factores que aumentan las conductas de riesgo asociadas a la sexualidad en la adolescencia y el principal es la ausencia de información certera. Muchas veces la información que pueden facilitar los amigos llega a ser muy limitada y aquella que se puede obtener de fuentes nada confiables como de revistas o de la televisión, presentan una visión muy sesgada de la sexualidad”.
En la misma línea Idone cree que “los adultos deberíamos ser concientes de que no tratar estas cuestiones hace que lo dejemos en manos de terceros. Los jóvenes, en su afán de encontrar respuestas a las múltiples preguntas que se les generan recurren a diferentes medios de información que les enseñan, pero no siempre de una manera positiva. Y en todo caso, la información sola no basta para promover conductas preventivas, es fundamental dedicar tiempo y espacio en el aula y dentro del núcleo familiar para tratar los temas sexuales que los jóvenes nos plantean”.

Preparación de los docentes


Para Mariani, la implementación de la ley 26.150 es de suma importancia pero también la preparación de los docentes. “El mensaje es importantísimo, el tema es saber si los docentes están preparados para darlo. Se pide que se integren todas las áreas, desde artística, música, educación física, como así también las áreas pedagógicas (lengua, matemática, ciencias sociales y naturales)”, detalló.
Para la experta, hay que separar lo que es la sexualidad de la genitalidad. “Una vez que se piense eso de forma diferente, creo q todos estaremos preparados como docentes para trabajar”, afirmó.
Según Miguel, más allá de la necesidad del abordaje institucional, se encuentra también la “importancia de que la escuela contribuya al derecho de los jóvenes a estar informados para poder decidir libre y responsablemente sobre los cuidados del propio cuerpo, y así terminar con el silencio que, aún hoy, sigue rodeando a temas relacionados con la sexualidad”.
La psicóloga considera que “el sistema educativo deberá adecuarse a los cambios y desafíos que plantean las nuevas generaciones, incluyendo contenidos de educación sexual desde los programas de formación docente, con propuestas de enseñanza, con pautas de abordaje pedagógico, para transmitir conocimientos precisos y actualizados sobre los diferentes aspectos de la educación sexual”.

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