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CAMBIO DE HABITO

Por el uso de las redes sociales, los chicos leen cada vez menos

El inspector jefe distrital de Educación de Junín, Raúl Angelucci, confirmó la tendencia y llamó a los docentes a “orientar a los alumnos” en el uso de las nuevas tecnologías.

Los libros y la lectura generan una inmediata asociación con el conocimiento y la libertad, con la posibilidad de viajar por los caminos del tiempo y del espacio, descubrir la vida, el ambiente, las costumbres, el pensamiento y las creaciones de las grandes inteligencias que han escrito la historia.
Sin embargo, el hábito de la lectura se está perdiendo de manera vertiginosa frente al avance de las nuevas tecnologías, situación que se advierte en los chicos y jóvenes juninenses que en muchos casos carecen de comprensión lectora y tienen dificultades para elaborar textos.
En ese sentido, un estudio británico confirmó que uno de cada seis jóvenes no se entretiene con libros, debido a que emplea su tiempo libre navegando en la web. Tras conocer este dato, la Nacional Literacy Trust –a cargo de la realización del informe- advirtió que la pérdida de los hábitos de lectura genera problemas en el desarrollo y afecta directamente a la capacidad de interpretación de textos en niños y adultos.
Según la entidad, la proliferación de redes sociales, canales de comunicación y juegos son los responsables de que la lectura sea puesta en un lugar periférico.

La postura del área educativa

El inspector jefe distrital de Educación de Junín, Raúl Angelucci, ratificó la tendencia revelada por el estudio y afirmó: “El hábito de lectura ha cambiado inclusive para los adultos. La modificación es muy importante, pero hay que hacer un análisis más profundo, porque no sólo cambiaron los hábitos, sino el uso del tiempo de los jóvenes en general. Antes, se le daba más espacio a la lectura y a las actividades físicas, hoy ese tiempo se utiliza para entretenerse en las redes sociales o mandar mensajes de textos”.
“Sin embargo -prosiguió-, también hay muchos chicos que utilizan la tecnología para leer libros a través de las páginas de Internet”.
El profesor aseguró no estar en contra de la utilización de las nuevas tecnologías de información y comunicación, aunque reconoció que “uno añora lo anterior, los espacios y tiempos en los que fue construyendo su identidad. Creo que es mucho más provechoso el tiempo que uno comparte con otros, que interactúa, que desarrolla el vocabulario. Al autolimitarse con el uso de ciertas tecnologías, los jóvenes se aíslan, tienen un horizonte más acotado”.

Cómo revertir la tendencia

En relación a los “métodos” a utilizar para acercar a los niños y adolescentes a la lectura, Angelucci señaló: “Es importante que los adultos traten de orientar a los adolescentes y que los ayuden a abrir nuevos horizontes. En las escuelas que ya cuentan con netbooks, por ejemplo, los docentes pueden orientar a los alumnos a la hora de extraer información de ciertas páginas de Internet”.
“El nivel secundario propone una diversidad de libros para ser abordados como lectura obligatoria en las diferentes materias y en los diferentes años. Esa es otra manera de hacer que los chicos lean”, agregó.
Para el estudio, los investigadores consultaron a más de 18.000 niños de entre 8 y 17 años de todo el Reino Unido. El resultado al que arribaron fue que el 13% de los participantes no había leído ni un libro en el último mes.

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