Hace poco más de dos décadas, detrás del Cementerio del Oeste se erigía el barrio 5 de Septiembre, un pequeño vecindario de apenas dos manzanas, delimitado por las calles Bentancourt, Dr. Calp, Chávez y Pastor Bauman, en el que se edificaron 26 casas por autoconstrucción.
Pero los residentes del lugar, que con su propio esfuerzo lograron el sueño de la casa propia, hoy se lamentan porque aseguran que no ha habido avances en estos 20 años.
“Desde que se inició este barrio no hubo ningún progreso, está igual que el primer día”, se queja Ana María Díaz, una residente de este sector.
Entre los principales reclamos, están la construcción de una plaza, el asfalto, la extensión de la red de gas natural, una mejora en el alumbrado público, el mantenimiento de lotes baldíos y obras para controlar el tránsito.
Una plaza
Como este barrio fue planificado para 30 viviendas y se construyeron 26, sobre la calle Bentancourt quedó un lote desocupado en el que, según denuncian los lugareños, una persona se lo tomó para sí como si fuera propio y allí apila la leña para su panadería y estaciona su vehículo.
Según cuentan los moradores del sector, se habló con las autoridades municipales para que allí se construyera la sede de la sociedad de fomento o una plaza. Como la primera opción resultó inviable, el arreglo del lugar como un espacio verde terminó siendo la alternativa que a todos conformaba.
Sin embargo, a pesar de las promesas, la plaza aún no está. Díaz explica que “la leña apilada en ese lote trae como consecuencia que haya ratones y lauchas todo el tiempo”.
Cristina Lamas, que vive al lado del terreno en cuestión, agrega que “cuando descargan la leña, la vibración repercute en mi casa y tengo los vidrios partidos”.
A su turno, Omar Ramallo, el presidente de la sociedad de fomento del barrio, asevera que las autoridades municipales están al tanto de la situación: “Aparentemente ya se consiguieron algunos juegos y se debería empezar a hacer la plaza. Nosotros queremos que se haga cuanto antes para limpiar el terreno y evitar que lo usurpen”.
En el mismo sentido, los vecinos puntualizan que es necesario mantener limpios otros terrenos, como la vereda del cementerio, a la que califican como “un yuyal”, y los extensos lotes que rodean el barrio.
Servicios
La totalidad de los vecinos cuentan con agua corriente y cloacas. “Cuando se hizo este barrio, se hicieron los pozos ciegos a menos de un metro de las casas y estuvimos así por más de diez años y por eso muchas casas tienen grietas. Pero tenemos que agradecer a esta gestión municipal porque ellos trajeron las cloacas”, dice Ramallo.
En cuanto al gas natural, sólo faltarían seis viviendas sobre la calle Chávez, pero para que la red llegue a todos habrá que esperar a que se construya la tercera planta de rebaje.
El alumbrado público también está presente en todas las cuadras, aunque por momentos la intensidad de la luz es escasa y, además, los postes que sostienen a las luminarias colgantes están deteriorados, por lo que, en muchos casos, hay riesgo de que se caigan.
“También hay dificultades adentro de las casas, yo hice una denuncia a EDEN porque la corriente tiene altibajos y no quiero que se me queme algún electrodoméstico”, agrega Lamas.
Las calles
Las calles de este pequeño vecindario son de tierra y solamente tienen mejorado y cordón cuneta sobre Pastor Bauman.
El vecino del lugar Miguel Angel Sosa afirma que “cuando llueve esto es intransitable, se hace una laguna”, para luego reclamar: “Se hizo el cordón cuneta en el San Jorge, en La Loma, que son barrios más alejados, y nosotros no tenemos nada”.
El presidente de la sociedad de fomento cuenta que se pidió el asfalto, pero la respuesta del funcionario que los atendió fue contundente: “No nos dio ni siquiera una posibilidad de seguir hablando del tema porque enseguida nos dijo que hay un montón de barrios que se lo están pidiendo”.
Asimismo, también manifiestan su preocupación por el tránsito en las avenidas principales. Ya se solicitó un semáforo para la esquina de Pastor Bauman e Intendente de la Sota “porque hay muchos accidentes”, según dicen. Además, pedirán un reductor de velocidad cuando hagan el asfalto en Pastor Bauman, dado que los chicos que van a la Escuela N° 21 ya corren peligro para cruzar la calle, con el mejorado, por lo que consideran que con el pavimento el peligro será mayor.
Escrituras
Uno de los puntos sobre el que los vecinos del sector ponen el acento es el hecho de que aún no cuentan con las escrituras de sus viviendas.
Como sucede con muchos barrios hechos por el método de cooperativa de autoconstrucción, la escrituración de los inmuebles a nombre de los propietarios suele ser un trámite largo.
Los vecinos de 5 de Septiembre todavía carecen del documento definitivo que los designe como propietarios, aunque son optimistas con respecto al futuro inmediato y esperan que se resuelva antes de fin de año.
Seguridad
En referencia a la inseguridad, los vecinos destacan que más allá de algunos hechos esporádicos, éste es un barrio “tranquilo”.
Ramallo comenta que mantuvo una reunión con el secretario General y de Seguridad Damián Itoiz, “porque tuvimos algunos problemas, le robaron a una señora que vive en Dr. Calp y Chávez. A partir de entonces se ven los patrullajes. En eso estamos satisfechos”.
Antena
En el límite del barrio, sobre la calle Chávez, hay un extenso lote que pertenece a una empresa telefónica, en donde hay instalada una gran antena que provoca inconvenientes.
Ramallo, que vive enfrente, puntualiza que “cuando hay tormentas, caen los rayos ahí y, a veces, no se absorben y es como si rebotaran para este lugar. Yo he visto chispazos en la ventana de mi casa. Nos dijeron que se les está cobrando multa a la empresa porque la antena no debería estar ahí”.
Los vecinos propusieron que ese predio se arregle con el propósito de hacer un espacio de recreación para este sector, algo similar a la Pista de la Salud. “Se habló de esto con las autoridades pero después quedó en la nada”, se lamentan.
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