Prevención y tratamiento del Cáncer de Cabeza y Cuello

Cada 27 de julio, y desde hace ocho años, la International Federation of Head and Neck Oncologic Societies (Ifhnos) conmemora el Día Mundial del Cáncer de Cabeza y Cuello. La entidad nuclea a las 51 sociedades que tratan dicha enfermedad en 53 países, entre las que se encuentra la Asociación Argentina de Cirugía de Cabeza y Cuello (Aaccyc). Al respecto, Maximiliano Stoppini, médico especialista en Cirugía de Cabeza y Cuello, comentó: “El cáncer de cabeza y cuello comprende un grupo de patologías que se originan en la mucosa y glándulas de la vía aero-digestiva superior”.

Tales patologías pueden presentar diversas histologías y en un 90% de los casos se trata de carcinomas escamosos (epidermoides) que surgen de las mucosas de la cavidad oral (mucosa yugal, lengua, encías, labios), faringe en sus distintos segmentos, y laringe (entre otros sitios).

Luego, el médico, que trabaja en la Clínica La Pequeña Familia y en HIGA y en Cemic, en Buenos Aires, agregó “los factores de riesgo más asociados al desarrollo de este grupo de enfermedades son el consumo de tabaco y alcohol. Así mismo, la infección por ciertos virus, como el de Epstein Barr (VEB), o el Papiloma Humano (HPV por sus siglas en inglés) que contribuyen a su formación y se vinculan con el tipo de evolución”.

Los carcinomas se pueden presentar tanto en hombres como en mujeres, predominantemente mayores de 50 años, aunque en los últimos años se ha observado un aumento en la incidencia en pacientes jóvenes, particularmente carcinomas de oro-faringe asociados a infección por HPV.

Los casos anuales
Respecto a la cantidad de casos que hay, Maximiliano Stoppini resaltó que “Cada año en Argentina se presentan alrededor de 6 mil nuevos casos de cáncer de cabeza y cuello, y fallecen anualmente cerca de mil personas por esta causa, lo que representa un promedio de 2,6 decesos diarios”.

“Es una enfermedad que sigue enfrentándose a la demora diagnóstica, que se estima que puede llegar a 6 meses o más. Sin embargo, diagnosticado y tratado en forma temprana, el cáncer de cabeza y cuello presenta una tasa de curación del 80%”, agregó el médico especialista.

Prevención
La forma de prevenir este tipo de patologías es mantener hábitos de vida saludables. No fumar, no consumir alcohol en exceso, mantener una adecuada higiene de la boca, y consultar precozmente ante la aparición de lesiones sospechosas en esta zona del cuerpo. El alcohol y el tabaquismo incrementan 40 veces la posibilidad de desarrollar un tumor de cabeza y cuello.

Síntomas
Los síntomas varían teniendo en cuenta el sitio donde se presenta la enfermedad, y la extensión de la misma. Los tumores de la cavidad oral se caracterizan por presentar masas o nódulos en labios, encías, mucosa yugal, o lengua. Se pueden manifestar también como úlceras.

Los tumores de la oro-faringe pueden producir molestias para tragar, hablar, sensación de “cuerpo extraño” en la garganta. Frecuentemente, se manifiestan con ganglios linfáticos aumentados de tamaño en las regiones laterales del cuello.

Los tumores que comprometen la hipo-faringe y la laringe se manifiestan con cambios en la voz (disfonía, ronquera), o ganglios en el cuello. Los tumores de naso-faringe pueden producir alteración del olfato o dolor de oídos. Se debe consultar al médico ante la aparición de llagas en la boca que no curan, úlceras, masas palpables en el cuello, cambios en la voz que se hacen crónicos.

Tratamiento
Son muchas las herramientas que se pueden utilizar en estos casos, e incluyen cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapias dirigidas e incluso inmunoterapia, dependiendo de la localización y el estadio, entre otros factores. De todas formas, el manejo y la discusión en equipo multidisciplinario es fundamental en la toma de la decisión terapéutica.

¿Por qué conmemora hoy?
El 27 de julio se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Cabeza y Cuello, con la finalidad de sensibilizar y concientizar a la población acerca del diagnóstico oportuno y tratamiento precoz de esta patología, así como las acciones preventivas pertinentes. La creación de esta efeméride ha sido por iniciativa de International Federation of Head and Neck Oncologic Societies (Ifhnos).

Sobre la cirugía 

La Cirugía de Cabeza y Cuello es una especialidad que contempla el diagnóstico y tratamiento quirúrgico de patologías benignas o malignas de estructuras en la cara, cabeza y cuello, excluyendo el cerebro y la columna cervical. Estas condiciones incluyen: tumores e inflamación de tiroides y glándulas salivales; actividad endócrina anormal de las glándulas tiroides y paratiroides; bultos de cuello congénitos, inflamatorios o malignos.

Al respecto, el especialista formado en Cirugía General en el Hospital Rossi de La Plata, comentó: “La cirugía oncológica de cabeza y cuello envuelve el manejo de cáncer de lengua, paladar, piso de boca, maxilar superior e inferior, cavidad nasal, base de cráneo y tumores de garganta y laringe”. Luego, agregó que “también los tumores malignos de piel, incluyendo melanomas que se extienden a la glándula parótida, nódulos linfáticos de cuello y/o comprometen grandes áreas de piel, músculo o hueso”.

La especialidad también comprende el manejo de los problemas de la voz y la deglución. Operar sobre este tipo de condiciones genera a menudo complejos defectos que requieren reconstrucción usando una amplia gama de técnicas quirúrgicas, incluyendo injertos de tejido libre y colgajos microvascularizados. Los pacientes frecuentemente requieren tratamiento oncológico y de soporte a continuación de la cirugía. Esta especialidad tiene fuertes vínculos con la oncología, odontología, terapia de voz y servicios nutricionales.

En sintonía, comentó, “el Trauma Facial es otra de las áreas de la Cirugía de Cabeza y Cuello. Comprende lesiones a huesos, piel, dientes, encías y otros tejidos blandos”. El mismo puede ser causado por diferentes eventos, tales como caídas, lesiones deportivas, accidentes vehiculares, y otros. El tratamiento depende del tipo de lesión. Los accidentes o eventos traumáticos de seriedad pueden requerir intervenciones quirúrgicas complejas.

“El tratamiento de las lesiones maxilofaciales busca la recuperación del tejido óseo y los tejidos blandos, normalizar cualquier problema con los ojos, alineamiento de los maxilares, respiración, habla o cualquier otro aspecto funcional y dejar el menor rastro cosmético posible del trauma. La actualización continua en las técnicas quirúrgicas y reconstructivas genera excelentes resultados”, finalizó el especialista.

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