Cuatro muertos en un trágico choque sobre la Ruta Nacional 7

Cuatro personas perdieron la vida y otras tres resultaron heridas en un  impresionante choque frontal ocurrido anoche sobre la Ruta Nacional 7, a la altura del kilómetro 284, entre Saforcada y Leandro N. Alem.
En el lugar impactaron con tremenda violencia una camioneta Chevrolet S-10, patente HMX-363, en la que regresaban a Germania -partido de General Pinto- cuatro personas, y un automóvil Renault Clio dominio HVX-071, que circulaba en sentido contrario y cuyos tres ocupantes murieron.
El rodado de menor porte era guiado por Rubén Marcelo Caraballo, de 34 años, suboficial de la Policía Federal Argentina, a quien acompañaban su pareja, Angela Constanza López, de 25, y la hija de ambos, Constanza Pérez López, de 5, quienes fallecieron de manera instantánea por el tremendo impacto y el posterior vuelco del coche.
La S-10, que también volcó, era conducida por Carlos Alberto Freites, de 58 años, quien tiene una herrería en la localidad de Germania, hacia donde regresaba con su mujer, su hija y nietita.
Lamentablemente, también dejó de existir la mujer de Freites, Alicia Inés Lares, de 57 años, mientras que el conductor de la camioneta, su hija, Gabriela Denise Freites, de 25 años, que explota un comercio en Germania, y el hijo de esta, Tiziano Freites, de 14 meses de vida, sufrieron lesiones de distinta consideración.
Los tres fueron conducidos de urgencia, en ambulancias de "Intermed", al Hospital Interzonal General de Agudos "Dr. Abraham Félix Piñeyro".
De los integrantes de ese núcleo familiar, Freites y su hija sufrieron politraumatismos, mientras el lesionado de mayor gravedad fue el bebé, Tiziano Freites, alojado en terapia intensiva pediátrica, con una contusión pulmonar.
Personal del Destacamento de Bomberos Junín, de la Comisaría Primera, de la Policía Distrital y de la Policía Científica Departamental concurrieron prestamente al lugar del tremendo hecho y la Ruta 7 estuvo cortada por varios minutos.
En el lugar, los efectivos de Científica realizaron distintas pericias, ordenadas por la fiscal actuante en el caso, Silvia Ermácora, caratulándose el hecho como "cuádruple homicidio y lesiones culposas", ordenándose además las correspondientes autopsias a los cuerpos de los cuatro fallecidos.

La segunda más peligrosa del país

Un relevamiento reciente del Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi) arrojó que en las rutas nacionales 9, 7 y 8 se producen el 21 % de los accidentes viales de la Argentina.
El 7,2 % de esos choques suceden en la Ruta 9, mientras que la 7 y la 8 comparten el segundo lugar, con el 7 % del total de accidentes.
Del estudio se desprende, además, que en los primeros seis meses de este año los accidentes en esas rutas sumaron 11.996, con un saldo de 5.365 muertos.
Entre los factores que más inciden en el desenlace de un accidente se encuentra el escaso mantenimiento de las arterias; la negligencia o falta de profesionalismo de los conductores; y la poca rigurosidad en los controles.
Según el Cesvi, en el primer semestre de este año el promedio de víctimas mortales fue de 26 personas diarias, mientras que, en ese lapso, 105 resultaron heridas.
La Ruta Nacional 7, conocida en los últimos años como "La ruta de la muerte" -por el gran número de accidentados que allí se registran-, tiene un caudal diario promedio de 150 mil automóviles en el tramo más complejo.
La Ruta 7 atraviesa el país de este a oeste, desde Buenos Aires hasta el límite con Chile, lo que implica que sea una carretera de alto tránsito de automóviles y camiones.
De hecho, esta carretera es la principal conexión internacional entre Argentina y Chile y también es utilizada para transportar por vía terrestre importantes cantidades de carga con origen o destino en Brasil, Paraguay y Uruguay.
Camiones de gran porte, micros de larga distancia y automóviles la recorren  a alta velocidad, algo que agrava los inconvenientes que se generan por las deficiencias estructurales de muchos tramos de la ruta que han quedado obsoletos para el tránsito moderno.
Es que, como dice Guillermo Laura, de la Red Federal de Autopistas, cuando se leen carteles que dicen curva peligrosa, puente angosto, banquina descalzada o zona de derrumbe, lo que se ve es que el Estado está confesando que es impotente para brindar una infraestructura vial segura.