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PERROS GUARDIANES

Mitos y verdades detrás del ladrido

Crecen las consultas para entrenar animales en seguridad pero los especialistas advierten que no son para cualquiera.

Habituados desde hace muchísimo tiempo a compartir el hogar con humanos, los perros se han convertido con el paso del tiempo en una de las mascotas preferidas por la mayoría de la gente. De distintas razas, tamaños y comportamiento, muchos de ellos han comenzado a tener también, en los últimos años, un papel preponderante como elemento de seguridad. Según los expertos, nuestra Ciudad no es ajena a ese fenómeno, que involucra tanto a las casas de familia como a las quintas y los comercios.
En efecto, en los últimos años se aprecia –según los especialistas- un incremento en las consultas sobre cómo entrenar perros guardianes para seguridad personal o la de la familia.
Sin embargo, los adiestradores caninos advierten que pese a que la inseguridad es, lamentablemente, una realidad cara a nuestra ciudad y al resto del país, tener un perro implica también una gran responsabilidad porque puede volverse peligroso si no se lo sabe controlar.
De acuerdo con lo que indicaron los especialistas, no son pocas las personas que se inclinan por comprar perros “que parezcan peligrosos” para sentirse más protegidos. Ese, sin embargo, también puede ser marcado como el primer error a la hora de considerar los riesgos que puede traer la tenencia de un perro de guardia.
En esta línea, Marcelo Fernández, adiestrador canino de Junín, explicó en una entrevista con DEMOCRACIA que “generalmente, el reclamo de la gente es el adiestramiento domiciliario, la educación básica”, pero reconoció que también hay pedidos específicos en seguridad o protección. “Es importante resaltar que el perro de guardia ya nace con los instintos de protección, son naturalmente protectores. Sería muy complicado motivarlos”, señaló.

Delgada línea

“El perro, por naturaleza, no es agresivo. Ninguna raza. Entonces el hecho de motivar a un perro que ya naturalmente es de protección, sería hilar muy fino con su agresividad. Sería perjudicial, si no tiene un dueño que lo pueda controlar”, sostuvo.
Según contó Fernández, el adiestramiento, tanto el domiciliario como el de protección, se realiza trabajando “sobre el sistema de condicionamiento operante” y lleva aproximadamente dos meses.
“Se trabaja paralelamente con los dueños. Es necesario que el dueño esté presente, bien informado. Aproximadamente al año o año y medio, se puede empezar a hacer un adiestramiento más estricto, más relacionado a la protección. Pero hay que trabajar con mucha responsabilidad”, indicó el especialista juninense.

A domicilio

Los profesionales consultados señalaron que el trabajo es a domicilio, para que el perro no salga de su hábitat.
Con respecto a los valores que se manejan, se informó que el costo aproximado es de entre 40 y 50 pesos la clase, aunque depende de cada caso. En general, tres veces por semana.
Según Fernández, las mejores razas caninas para protección son el Pastor Alemán; Doberman; Rotwailer; y el Dogo de Burdeo.
“La primera pregunta que le hacemos a la gente que nos llama es si alguna vez tuvieron un perro, porque no cualquiera puede tener un animal para seguridad. Hay personas que quieren tener un Rotwailer porque impone respeto pero ellos son los primeros que les tienen miedo. En esos casos recomendamos que no tengan un perro porque no lo van a poder dominar, y después suceden los accidentes”, destacó Eduardo Chiappani, instructor profesional.

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