El Conservatorio de Música “Juan Pérez Cruz” cumplió ayer 43 años de historia institucional y proyecta impulsar nuevas carreras. Y como buena noticia, cabe destacar que la semana que viene comenzará una nueva carrera con “un instrumento que es icónico en el academicismo que es el Piano”, destacó Martín Kieffer, director de la institución, para luego acotar que la carrera que se abre es Piano Jazz, Piano Tango y Piano folclore.
“Claramente los pianistas, hoy por hoy, en cualquiera de estos géneros, tienen muchísimo trabajo y cuando salen de la formación académica en el Piano tienen que hacer cursos que dependen de la posibilidad privada que tienen como para adentrarse en estos universos, siendo que la música popular tiene muchísimo de la herencia del academicismo y viceversa. No hubiesen existido ni un Ariel Ramírez, ni un Guastavino ni un Piazzolla si estos mundos no se acercaran”, opinó.
Desde 1979
Martín Kieffer, director de la institución desde el año 2013, al ser entrevistado por TeleJunín, explicó que el Conservatorio de Música surgió el 6 de junio de 1979, por iniciativa de la municipalidad, que hizo gestiones ante la Dirección de Educación Artística de la provincia de Buenos Aires.
“Había un antecedente, que era un conservatorio municipal, que funcionaba en los altos de la municipalidad de Junín. El intendente de aquel entonces tenía la perspectiva de que esa institución pudiese trabajar sobre planes de estudios oficiales, que titulara de manera oficial para el trabajo fundamentalmente escolar, tanto sea en el sistema general de educación como Maestro de Música y en las instituciones especializadas, como Profesor de instrumento. Así surge un convenio por el cual la municipalidad se hacía cargo del espacio físico, cuestión que sigue sucediendo actualmente (impuestos, servicios, algún personal establecido por organigrama de la Dirección General de Escuelas) y la provincia de Buenos Aires, a través de la Dirección Provincial de Artística ponía los planes de estudio, sueldos docentes y la supervisión. Así surge el Conservatorio Provincial de Música, cuya titulación tenía alcance en cualquier ciudad de la provincia de Buenos Aires.
A partir del año 2000, con la creación del Instituto Nacional de Formación Docente, las carreras que reunieron determinadas condiciones de cantidad de horas dentro de su plan de estudio pasaron a ser de validez nacional. Es decir, un egresado del conservatorio puede trabajar en cualquier punto del país. Pasaron los años y mediante votación se eligió el nombre Juan Pérez Cruz para el conservatorio, quien si bien no es oriundo de la ciudad de Junín, es un músico que hizo mucho impacto culturalmente hablando y que tuvo que ver con el primer conservatorio municipal.
Hace más de 20 años la institución se trasladó desde el edificio que alquilaba el Municipio en calle Belgrano a la actual ubicación, en Newbery 129, a fines de la gestión del intendente Abel Miguel. “Cuando los edificios de ferrocarril pasan a ser un bien municipal se genera un comodato, de hecho hace muy poquito se volvió a firmar la renovación de ese comodato, y hoy ocupa las dos casas que están unidas, una con entrada por Newbery y la otra por calle Quintana, y antes era donde dormían los guardas del tren. De hecho una de las auxiliares del turno mañana vivió con su padre empleado del ferrocarril en esa casa”, rememoró Kieffer para luego acotar que “la casa que yo recibí como directivo ha tenido mucha intervención de obra en función del acompañamiento municipal y del Consejo Escolar”.
El directivo dijo que a pesar de las obras en el edificio, faltaba espacio por lo cual estaban en tratativas para lograr más. “Aún pandemia mediante, hoy estamos cercanos a tener 900 estudiantes, muchos de ellos (el 40 por ciento) provenientes de la zona de alrededor de 200 km. por lo cual, si bien cursan algunas cátedras, el día completo lo pasan dentro de la Institución entonces nos faltan espacios. Allí conviven gabinetes de enseñanza instrumental, que generalmente es para poca gente, y las aulas grandes para las clases teóricas y los conjuntos instrumentales”, explicó.
Consultado sobre qué porcentaje de alumnos terminaba efectivamente la carrera, Kieffer respondió: “los conservatorios, en general, son los peores del ranking porque la duración y la exigencia de la carrera hace que esto no sea muy prometedor. De todas maneras nosotros tenemos un alto porcentaje en la relación ingreso-egreso ya cuando el alumno está en carrera, es decir después de la Formación Básica. El pregrado tiene una particularidad, puede hacerse a la par de la escolaridad obligatoria (Primaria y Secundaria). La carrera terciaria por plan de estudios es de cuatro años y en términos generales tenemos que el 80 por ciento de las personas que inician la carrera la finalizan”.
El directivo mencionó que muchos de los estudiantes de la carrera también trabajaban, por lo cual que terminen la carrera era un aliciente. “El año pasado tuvimos un acto de egreso donde entregamos 56 certificados, lo cual es importante, si bien fue en post pandemia. Tal vez, este equilibrio en materia de ingreso-egreso tenga que ver con cierta cuestión de aggiornamiento también. Tratamos de trabajar lo que es una realidad laboral posible. Pensar un instrumentista en la ciudad de Junín que tenga como único destino una orquesta sinfónica, cuando la primera de estas está a 260 kilómetros es un poco absurdo porque implica formar para que alguien se mude. En realidad, la idea es formar, no sin la expectativa de que se genere esa posibilidad, y de hecho trabajamos mucho por eso, para tener una orquesta rentada del Municipio, pero trabajamos con sentido de la realidad: un percusionista, por ejemplo, ¿el único destino es un timbal en una orquesta sinfónica o el universo de la percusión es tan amplio que lo admite cualquier manifestación musical? Tratamos de brindar una formación abarcativa que genere fuente laboral y que desde allí se multipliquen oportunidades”, afirmó.
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