rampas en junin
Las paradas de colectivo fueron adaptadas para personas no videntes.
TRABAS A LA CIRCULACIÓN DIARIA

Accesibilidad: aseguran en Movilidad que seguirán promoviendo políticas públicas

Natalia Troncoso, titular del área local, se refirió a las limitaciones que enfrentan las personas con discapacidad en la ciudad. En una edición anterior, este diario dialogó con vecinos y especialistas, que expresaron su preocupación por la situación.

Junín no es aun una ciudad plenamente inclusiva en términos de accesibilidad para las personas con discapacidad auditiva, visual o motora. Así lo expresaron referentes locales, especialistas y vecinos en la nota de Democracia publicada el domingo pasado.

En líneas generales, los protagonistas de la problemática reconocen que la ciudad ha avanzado notablemente, tanto en la infraestructural como en lo social, en términos de inclusión, aunque perciben notorios obstáculos, sobre todo arquitectónicos, para movilizarse y desarrollar su vida diaria.

Natalia Troncoso, directora de Movilidad del Municipio, dialogó con Democracia acerca de la situación actual, y aseguró que su área vela por la accesibilidad en cada una de las obras realizadas en la ciudad. El transporte público, un eje destacado.

Por sus propios medios

Según pudo conocer Democracia, a excepción de la zona céntrica, Junín no presenta todas las facilidades para que las personas con discapacidad visual o motora se movilicen por sus propios medios. 

Es que los vecinos destacan que existen “barreras arquitectónicas” que impiden que la vida diaria en la ciudad sea accesible e inclusiva. Iván Guajardo, que tiene discapacidad visual desde temprana edad y está al frente de la Biblioteca Braille y Parlante “Eduardo Larrory”, enfatizó que hay “entornos discapacitantes”, que no le permiten circular libremente. 

Por su parte, Maximiliano Vázquez, que se moviliza en silla de ruedas desde los 18 años, explicó que “Junín no está adaptado prácticamente en ningún lado”, y remarcó que las principales limitaciones a su movilidad son “la falta de rampas, el deterioro de las veredas y la falta de asfalto”. 

Al respecto, Troncoso explicó que “en todas las intervenciones urbanas se incluyen elementos de accesibilidad urbana, como rampas, sendas peatonales y semáforos con sonido”. En cuanto a éstos, Iván afirmó que, si bien son muy efectivos, “el sistema debe estar en todas las esquinas” para ser útil para las personas con discapacidad visual.

En dicho sentido, la funcionaria destacó que “desde la dirección de movilidad el objetivo es seguir avanzando para que todas las obras que se realicen cumplan con estándares de accesibilidad e inclusión.”

Inclusión en el transporte

Tal como expresó Democracia en ediciones anteriores, los vecinos reconocen que Junín ha avanzado notablemente en términos de accesibilidad en el último tiempo, y reconocen que la incorporación de mejoras en áreas específicas es de suma relevancia.

En efecto, Iván destacó que “en las paradas de los colectivos de línea hay texto en braille y en el piso están las baldosas podotáctiles que indican dónde está todo”. Al respecto, Troncoso explicó que garantizar la accesibilidad e inclusión en el transporte público “fue el principal proyecto”, entre las políticas públicas promovidas.

Actualmente, la titular de movilidad confirmó que las personas con discapacidad pueden movilizarse en la ciudad en colectivos de línea sin mayores complicaciones que cualquier otro ciudadano. “El sistema de transporte público cuenta con colectivos con todas las condiciones de accesibilidad, como por ejemplo el piso bajo, para que puedan acceder las personas que tienen alguna discapacidad motora”, afirmó Troncoso.

Asimismo, en línea con lo expresado por los vecinos a Democracia, la funcionaria explicó que “las paradas de colectivo cuentan con rampas, caminos con baldosas podotáctiles y señalética en braille” y que la tarifa de las personas con discapacidad está cubierta por el Gobierno local.

El estacionamiento, principal reclamo

No obstante, quienes no eligen el transporte público continúan encontrando límites en su vida cotidiana. Troncoso destacó que su área atiende a los “reclamos, expedientes o solicitudes que llegan por intermedio de la dirección de discapacidad”, y afirmó que los pedidos se centran fundamentalmente en “la habilitación de estacionamientos libres en los lugares de residencia”.

Consultado al respecto, Maximiliano remarcó que uno de los principales obstáculos con los que se encuentra a diario es que “la mayoría de los lugares reservados para discapacitados están mal ocupados”. Cabe señalar que, a raíz de que las cuadras de su barrio no están asfaltadas, el joven se ve obligado a manejar aún para recorrer distancias cortas y, por ende, no puede evitar el perjuicio.

Incógnitas

Por su parte, el diagnóstico de la situación emprendido por este diario, a partir de la consulta a vecinos y especialistas, arrojó que, a pesar de los avances en aspectos particulares, por cierto, muy positivos, aun son necesarias otras iniciativas para garantizar los derechos de las personas con discapacidad. 

Conviene enfatizar que un eje fundamental radica en adaptar los negocios e instituciones a las personas con discapacidad.

“Tenemos que poder ingresar por nuestra cuenta y manejarnos solos”, detalló Maximiliano. En la misma línea, Iván afirmó que su diseño arquitectónico “no se piensa desde la accesibilidad, sino desde lo estético”, y por ello suelen no ser inclusivos.

Ante todo, los vecinos recordaron que es necesario que las rampas estén en cada esquina de la ciudad y, advirtieron que tanto la presencia de obstáculos como el mal estado de las veredas ponen en peligro la integridad física de las personas con discapacidad, y, comúnmente, les demanda mayor cantidad de tiempo para sus tareas diarias.

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