Eduardo Albarello
Eduardo Albarello.
PREOCUPACIÓN POR EL RUMBO ECONÓMICO

La incertidumbre por la inflación impacta en los sectores productivos de la Ciudad

La suba de precios y falta de insumos convergen en un panorama que muchos refieren como “preocupante”. Democracia dialogó con referentes y empresarios locales sobre la situación del primer trimestre del año y lo que viene.

Con una fuerte suba de precios y una inflación que ya supera ampliamente el 40%, las expectativas del comienzo de año para los distintos sectores de la economía se diluyen.
Por caso, la caída de la industria pyme en un 6,3% en febrero, confirma, de acuerdo con la palabra de algunos referentes del sector, que el panorama de cara a los próximos meses es “preocupante”.
De hecho, en el último informe de CAME, se registró una suba de 3,6 %, en comparación con enero, pero ya acumula una baja de 7,97% en el primer bimestre del año, respecto de los mismos meses del 2021.
A ello se suma una situación, tal vez potenciada por lo que podría ser la pospandemia, y es que desde diciembre el consumo viró más hacia el turismo y la recreación, afectando a la industria significativamente.
Democracia consultó al secretario de Desarrollo Económico del Municipio, Eduardo Albarello, al contador y consultor Abel Arostegui y a los empresarios Claudio Perkusic y Javier Carpinella,  quieres abordaron las cuestiones a las que debe hacer frente hoy el sector industrial y productivo local.  

Desaceleración del crecimiento
Para este año, según el funcionario Albarello, “podemos esperar una desaceleración del crecimiento en comparación con los números de 2021. Si bien los números del año pasado permitirán cierta inercia hay dudas con respecto a la inflación y el consumo”. 
En líneas generales, destacó que “el crecimiento de la actividad económica en 2021 permitió recuperar el terreno perdido en el primer año de pandemia, es posible que este crecimiento se desacelere durante 2022 sobre todo por el impacto de los precios internacionales”. 
Entre algunas de las problemáticas, Albarello señaló que “la industria comenzó el año con problemas de ausentismos por el repunte de casos de Covid -en Junín cerca de un 20%-, y las vacaciones, pero comenzó a mejorar durante el mes de febrero”. 
“Las dudas están en cómo van a impactar los conflictos internacionales con consecuencia en el precio de los commodities y el encarecimiento de la energía y los alimentos. Sumado a esto, la incertidumbre que afecta al comercio exterior y a la producción en el último año, agrega los problemas de cepo cambiario y de logística. Tenemos que tener en cuenta que un gran porcentaje de las importaciones que ingresan a nuestro país se destinan a la industria y a la producción teniendo un perjuicio directo en la producción nacional”, explicó. 

“Para poder pensar en una baja de la inflación es clave el manejo de las expectativas. La gente debe creer en las medidas que se anuncian desde el Gobierno, que se cumplirán y sobre todo que hay un plan consistente para lograr atenuar el aumento de precios”. 

Especialmente sobre el impacto de la inflación en la industria, el analista Arostegui señaló que  “si bien hay sectores más afectados que otros, para aquellas empresas que fabrican productos cuyo destino es el mercado interno, ante un contexto inflacionario, disminuye el poder real de compra de los consumidores impactando en los volúmenes de ventas y directamente en los volúmenes de producción. Como efecto repercute en la estructura de costos debido a que ante igual infraestructura -máquinas, equipos, supervisores, personal de planta-, disminuyen los ingresos de la organización, por lo tanto, los fondos y retrasa la cadena de pagos”.
Según Albarello, “las cifras de inflación que se dieron a conocer en los primeros meses de 2022 llevan la inflación por encima del 10%. Con este arranque y suponiendo que los próximos meses los números tiendan a ser más bajos, aun así, la inflación anual será elevada. Con esto aumentan los riesgos de una mayor aceleración de precios sobre todo por los atrasos acumulados en varios sectores y el contexto internacional de suba de precios antes mencionado”. 

Precios y abastecimiento
El empresario Claudio Perkusic remarcó la situación dada por la inflación.
“Vamos notando que estos dos últimos meses se ha frenado bastante  la venta, hay una baja en lo que es febrero y marzo. El problema con la inflación es que cuando vas a reponer siempre por un pequeño  porcentaje vas perdiendo. Suben los precios, por ahí ya vendiste la mercadería, tomaste valores”.
Asimismo destacó que “ha mermado”, y que “la construcción está un poco más frenada respecto de la velocidad que venía”.
“Estuvimos hasta diciembre muy bien, la segunda quincena de diciembre siempre afloja porque con las fiestas eso es normal. Enero fue dentro de todo bastante bueno y ya febrero se notó una baja de casi el 20% en las ventas. En marzo estamos cerrando por ahí un 5% arriba de febrero pero 15% debajo de lo que era enero”, detalló.

“Para aquellas empresas que fabrican productos cuyo destino es el mercado interno, ante un contexto inflacionario, disminuye el poder real de compra de los consumidores impactando en los volúmenes de ventas y directamente en los volúmenes de producción”.

“Desde principio  de año los precios variaron entre un 3% y un 4%, por mes es lo que viene variando. En eso están los productos siderúrgicos que vendemos nosotros”, refirió Perkusic.
Javier Carpinella, reconoció que “desde diciembre y enero hasta hoy, los precios subieron un 4% o 5% mensual, entre un 15% un 20%” y resaltó “una inflación de un 4% o un 5% mensual como mínimo” y agregó que “la suba del gasoil impactó mucho en los fletes”, en los distintos rubros.
“El trabajo está cayendo, estos últimos dos meses fue menos y los valores quedaron atrás”, indicó.
Sobre la entrega de mercaderías, destacó que “no hay tanta demora” y que “no es como en otras épocas, el abastecimiento está bastante normal. A veces hay que esperar por algunos productos pero no tanto”.
Perkusic reconoció demoras en algunos productos, pero no en todos.
“En lo que trabajamos nosotros que es Siderar, chapa y perfiles, viene normalizado desde hace varios meses, se está entregando bien”, destacó. “Lo que es Acindar, si hay problemas de entrega con el hierro para construcción, alambres, clavos, esos productos están la mayoría en faltante y van entregando en cuentagotas”.

“Se espera un invierno complicado, no se si habrá un gran cambio de acá a cuatro o cinco meses pero no se pierden las expectativas. Serán unos  meses duros y esperamos que arranque todo normal de nuevo”.

Según Arostegui, la industria nacional sigue viéndose afectada por problemas de abastecimiento, que repercuten en la falta de insumos.
“En algunos sectores la falta de algunos insumos que forman parte de los bienes de cambio genera que deban replantearse procesos para satisfacer necesidades de los clientes con otros productos similares. En ocasiones la complejidad de la situación ha generado que industrias replanteen metodologías para amoldarse a fabricar aquellos productos en los cuales saben que no van a tener inconvenientes. 
También tiene su impacto logístico, “el incremento del costo de los fletes internacionales, nacionales y el aumento de retrasos de entrega dificulta el acceso a insumos y materias primas haciendo más complejas las decisiones de compras”. Asimismo, Arostegui apuntó que “hay una repercusión en el consumo, porque lo que sucede en la industria en cuanto a abastecimiento se traslada directamente al sector comercial y, por lo tanto, al consumidor”.

Incertidumbre
Consultado sobre el panorama para el sector, Perkusic refirió en principio una fuerte incertidumbre con consecuencias más complicadas.
“Hay  mucha incertidumbre, entonces las empresas como Acindar han decidido no invertir en producir más y siguen produciendo lo que producían hace tres o cuatro años atrás y no tienen pensado hacer más”.
A su vez indicó que “este es un país en el que no podés pronosticar nada, porque no sabes lo que va  a pasar la semana que viene y con esa incertidumbre es difícil que se vaya a invertir.
En el caso de Acindar, es una multinacional y una inversión para producir un 20% más a ellos les lleva casi un año hacerla,  y varios millones de dólares. Es difícil que lo vayan a invertir porque a futuro no saben qué va a pasar. Es la incertidumbre  que se genera por la economía y no sabés que hacer”.

 “Es muy preocupante el panorama, no vemos un rumbo, no vemos que se tomen medidas como para que esto se vaya a solucionar. Hay una gran desconfianza en el Gobierno y en la política económica del Gobierno. Creo que nos esperan meses bastante duros y complicados”.

Reconoció que “es muy preocupante el  panorama, no vemos un rumbo, no vemos que se tomen medidas como para que esto se vaya a solucionar. Hay una gran desconfianza en el Gobierno y en la política económica del Gobierno. Creo que nos esperan meses bastante duros y complicados”.
Para Carpinella “se espera un invierno complicado, no se si habrá un gran cambio de acá a cuatro o cinco meses pero no se pierden las expectativas. Serán unos  meses duros y esperamos que arranque todo normal de nuevo”.
Por su parte, Albarello destacó que “es un hecho que para poder pensar en una baja de la inflación es clave el manejo de las expectativas. La gente debe creer en las medidas que se anuncian desde el Gobierno, que se cumplirán y sobre todo que hay un plan consistente para lograr atenuar el aumento de precios”. 
A su vez, indicó, “hay otros factores que complican la situación como son el aumento de los precios internacionales o el atraso de muchos precios relativos que deberán corregirse y van a presionar sobre la inflación”.

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