Postal otoñal en la plaza Alem.
LA TRANSPIRACIÓN EXCEDE EL AGUA ABSORBIDA POR LAS RAÍCES.

Tras la ola de calor, postal otoñal en Junín: árboles “estresados” y hojarasca

Según especialistas, pierden hojas por la falta de agua que impuso la sequía de las últimas semanas, con calor extremo y viento, previo a las lluvias de los últimos días. Según un informe climático, la Provincia atraviesa una sequía que ya tiene un impacto en el 75% del territorio.

Más allá de las recientes lluvias, la sequía de los últimos dos meses y los efectos del viento pintaron una atípica postal otoñal en las calles de Junín. Incluso, algunos vecinos se quejaron por la acumulación de hojarasca. 

Los especialistas consultados señalaron que las plantas están afectadas por el “estrés hídrico” y desde organizaciones ambientalistas propusieron que se apadrinen ejemplares del espacio público. Eso sería una forma de garantizar que no se sequen si vuelven las temperaturas extremas.

Según un informe climático, la provincia de Buenos Aires atraviesa una sequía que ya tiene un impacto en el 75 por ciento del territorio. Hasta el lunes pasado, la ciudad acumuló más de 50 días sin precipitaciones que fueran de importancia para los espacios verdes públicos.

Esa fue la razón por las que muchas plantas sufrieron el denominado “estrés hídrico”, una de las principales causas de su muerte ya que la transpiración excede el agua absorbida por las raíces.

En la Región no son pocos los barrios que sufrieron la escasez de agua y, en ese contexto, es difícil pensar que los vecinos salgan a regar el arbolado público. No obstante, desde la Fundación Biósfera, su titular Horacio de Beláustegui propuso que los que no tengan problemas se hagan cargo de regar alguna planta del espacio público.

“Se puede invitar a los ciudadanos a que adopten plantas en la vía pública y las rieguen. Uno también debe asumir algunas obligaciones de cuidado del medio ambiente y asistir al Estado para tener una mejor ciudad”, apuntó el licenciado en Ecología y Recursos Naturales.

A la par, propuso que se tome conciencia de evitar el derroche de agua y de sumar otras acciones como juntar los papeles que se arrojan en cualquier lugar y separar los residuos.

En relación a la cantidad de hojas que cayeron en las últimas semanas y a lo amarillentas que se ven las plantas y el pasto, de Beláustegui explicó que en un contexto de tanto calor las plantas se marchitan por la pérdida de agua. Eso les provoca el mencionado cuadro.

“Depende del suelo en el que estén, pero hasta pueden llegar a secarse por falta de riego”, agregó.

Entendiendo que el verde es una de las características paisajísticas que hace atractiva a la ciudad, se sugirió que se preste especial atención al mantenimiento de las plantas que fueron colocadas recientemente.

Se insistió además en que es necesario llenar el espacio público de ejemplares resistentes al clima y cuidarlos. Se indicó que un árbol adecuado evita la erosión, da sombra, amortigua los ruidos y es una usina de oxígeno.

Entre las acciones que puede hacer cualquier vecino para vivir en una ciudad más amigable con la naturaleza y evitar el estrés hídrico en las plantas se mencionó: cubrir las raíces de los árboles y regar por las noches para evitar la evaporación del agua.

“Hay que traer plantas autóctonas, plátanos, fresnos, ejemplares que son más resistentes al maltrato y siempre detener el deterioro que sufren porque, en un contexto de cambio climático, los árboles absorben los gases del efecto invernadero”, se indicó.

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