Pingitore con Andrea Alba González
Pingitore con Andrea Alba González
ENTRE EL 13 DE ENERO Y EL 28 DE FEBRERO

El juninense Fernando Pingitore expone sus obras artísticas en Italia

La embajada argentina en la ciudad de Roma brindó una de sus salas de su centro cultural para que el artista local pueda mostrar sus trabajos de arte digital.

Desde el jueves 13 de enero hasta el 28 de febrero, el juninense Fernando Oscar Pingitore realiza una muestra en la Casa Argentina, en Roma (Italia).

“Luz, colores y verbos” se llama la muestra de arte digital de Pingitore, quien se encuentra en Italia tras presentarla es dicho centro cultural, dependiente de la Embajada de la República Argentina en Italia.

En diálogo con Democracia, Fernando Pingitore se mostró entusiasmado por las posibilidades que le ofrece esta muestra, tanto en Italia como en Argentina, y que seguramente podrá concretar en un futuro. Mostró su especial agradecimiento a la Embajada Argentina en Italia, a Andrea Alba González, directora de la Casa Argentina, al poeta Darío Lobato y a los artistas Guillermo Marzullo y Rosana Guardia. 

En principio cabe decir que Pingitore es un artista nacido en Junín, pero que vivió su infancia y adolescencia en la localidad de O´Higgins, en donde estaba su familia.
Ya radicado en Junín, trabajó en Banco Provincia y siempre estuvo ligado a la fotografía y al arte digital. Sus trabajos fueron expuestos en la galería Tono Local y el MUMA, pero también en muestras nacionales e internacionales.

Respecto a quienes le dieron las posibilidades de mostrar su trabajo en Junín, Pingitore agradeció a quienes lo incentivaron en este arte como fue el ex director de Museos, Marzullo, a Romina Massari, ex directora de Cultura, y Leticia, de la Galería de Arte. “Ellos me dieron la posibilidad de mostrar mis trabajos”, dijo para luego mencionar también a miembros del Foto Club Junín, como Horacio Artero, Edgardo Danunzio y Marta Bosque, entre otros.

La muestra
La muestra “Luz, colores y verbos” en la Casa Argentina de la embajada de nuestro país en Italia dio la posibilidad a Pingitore de exponer sus trabajos en Roma, hacia donde viajó para su presentación.

El artista destacó dicho espacio cultural que le dio la Embajada en una de las salas de exposición, donde siete de sus trabajos podrán apreciarse hasta el 28 de febrero.

“Estoy entusiasmado con la muestra que pude realizar en la Casa Argentina, que es un espacio cultural que tiene la Embajada, con salas de exposición y un auditorio. En una de estas salas está mi muestra, con siete obras”, dijo.

Al explicar sobre sus trabajos y como se muestran en general, habló de obras digitales estampadas en distintos materiales, como puede ser sobre papel fotográfico, acrílico o canva, una tela que va montada sobre un bastidor. “En este caso –aclaró el entrevistado- fueron estampadas en canvas y luego montadas sobre bastidores”.

Su historia en el arte
A la pregunta sobre cómo llegó él a trabajar en el arte digital, Pingitore rememoró su infancia y adolescencia y a las vivencias que tuvo próximas a la proyección cinematográfica, que lo acercaron a una de las ramas del arte. Esto despertó en él lo que en principio fue curiosidad y luego pasión.

Fernando Pingitore fue desarrollando su vocación en la medida que tenía tiempo, según él mismo dice. “No estaba dedicado exclusivamente sino que era una especie de hobby. Trabajaba y en los ratos libres desarrollaba mi vocación artística. Una vocación que empezó desde muy chico, como curiosidad. A veces se trata de tener herramientas a mano y poder aprovecharlas”, manifestó.

“Si bien nací en Junín – continúa diciendo el artista-, mi vida transcurrió en la localidad de O’Higgins, hasta los 18 años. En el pueblo hay todavía una biblioteca popular que está en el Club Alberdi, donde tuve la posibilidad de asistir asiduamente a abrevar en los libros que había allí”.

“Ahí pude leer mucho sobre arte, la teoría de arte, la historia del arte y las distintas manifestaciones artísticas. Paralelamente a eso, mi padre, en ese momento durante mi infancia y adolescencia, se dedicaba, aparte de su trabajo, al Club Alberdi, de donde era miembro y socio. Él se encargaba de contratar las películas que se pasaban en el cine que había en el club”, recordó.

“La sala de máquinas de la sala de cine estaba contigua a la biblioteca. Gracias a mi padre yo pude introducirme dentro de esa sala junto al proyectista y estar en la trastienda del cine, que era parte del arte que me apasionaba. Después de la función, me regalaban los recortes que hacía entre las cintas de las películas. Eso me permitió agudizar el ojo, la mirada hacia la parte estética de la fotografía cinematográfica. Fue un complemento más para poder ir desarrollando mi vocación hacia las artes”, apuntó.

El artista también manifestó que hizo fotografía y participó de salones tanto nacionales como internacionales, en los cuales ha tenido la fortuna que algunas de sus obras hayan sido premiadas, tanto a nivel nacional como internacional.

“Incursioné primero en la fotografía tradicional, luego traté de intervenir la foto. Uno a medida que va avanzando va viendo la posibilidad de intervención en la fotografía, primero en la edición, después la herramienta digital me permitió incursionar en la edición y en la intervención”, detalló.

“Es decir, fui de la fotografía tradicional, hacia la más intervenida, luego incursionando en la composición con distintos fragmentos fotográficos, que derivaron en el surrealismo y luego en la abstracción. Todo esto gracias a la tecnología, a distintos programas que me permitieron ir acercándome más hacia la pintura, que era lo que me apasionó, pero la vocación y la herramienta me facilitaron hacerlo de esa manera”, dijo.

El artista del arte digital, según cuenta Pingitore, usa la computadora, las herramientas digitales, con distintos programas para realizarlo. “Yo utilizo Photoshop, Lightroom, y la tableta digital que me permite usar la herramienta un poco más precisa”, acotó.

En gran parte de su formación fue autodidacta, pero también estudió composición, iluminación, colorimetría, historia del arte, las distintas manifestaciones artísticas. Realizó talleres con distintos artistas, que le dieron herramientas básicas como para “poder agudizar mi ojo, la estética, la sensibilidad hacia el arte”, apuntó.

Respecto a las expectativas, actualmente son muchas, se abre un nuevo camino con propuestas en Italia y en Argentina. “La estadía acá en Italia no es muy larga, dependerá si se dan las posibilidades de nuevas muestras, que ya están en estudio en cuanto volver a Italia. Hay proyectos también en Argentina. Todo dependerá de la pandemia que retrasa un poco, pero estoy muy entusiasmado de poder continuar”, dijo.

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