“En una semana se define el esfuerzo que realiza el productor todo el año”
El ingeniero agrónomo y director del departamento técnico de la Liga Agrícola Ganadera, Adolfo Pascua, se refirió a la situación que atraviesa el agro local frente a la sequía y las altas temperaturas. Se espera una notoria baja en la productividad y futuras inversiones.
¿La baja en la productividad afecta más al maíz que a la soja?
-Efectivamente. El maíz tiene un período crítico más definido, y durante esa instancia faltaron las precipitaciones, sobre todo en los maíces de primera. Debería haber llovido bien para finales de diciembre y los primeros días de enero, pero hemos pasado una sequía muy grande. Las lluvias no se dieron en el momento adecuado ni en la cantidad requerida para otorgar un buen rendimiento al maíz.
-Se prevén lluvias para los próximos días, ¿puede haber una recuperación?
-Sí, puede haber una recuperación, pero es muy relativo. Hay que destacar que las pérdidas fueron significativas, y algunos lotes han llegado a perder hasta el 100% de sus cultivos. Los factores causantes principales fueron la falta de precipitaciones y las altas temperaturas, que jugaron una muy mala pasada para el maíz.
-Indudablemente, el clima es un factor que excede a los trabajadores agropecuarios…
-Es cierto, pero la información acerca del clima es una herramienta con la que contamos hace varios años. Lo que ello nos permite es diagramar estrategias defensivas al momento de implementar un plan productivo, pero así y todo las proyecciones pueden tomar distancia de la realidad.
Las pérdidas se manifestaron en el maíz. La soja, al ser un cultivo más plástico, otorga más chances al productor. No obstante, hay pérdidas en la oleaginosa también, las plantas no han alcanzado la altura deseada y en muchos casos tienen menos de 40 cm de lo esperado. En una semana se define una buena parte del esfuerzo que realiza el productor durante todo el año.
-¿Se esperaba una cosecha récord?
-Sí. De maíz se plantaron 600 mil hectáreas más que la campaña anterior y, sin embargo, el promedio nacional de cosechas probablemente será menor al del año pasado. Respecto a la soja creemos que sucederá algo similar, porque el calor ha afectado negativamente los cultivos.
-¿Cómo se apoya al productor en un momento como este?
-Lo cierto es que las cartas ya están jugadas, más que rogar que llueva no se puede hacer mucho más. La Ley de Emergencia Agropecuaria contempla un diferimiento en el pago de ciertas tasas o impuestos, lo que puede significar una ayuda, pero, en definitiva, es una deuda que deberá ser saldada a posteriori.
-Este fenómeno tiene consecuencias sobre los productores, ¿de qué manera se expresan?
-Los productores se han visto perjudicados en términos económicos y anímicos, sin dudas. Pero cada trabajador rural es un emprendedor que cada año toma riesgos y produce muy bien, se trata de barajar y dar de nuevo.
Probablemente el año próximo haya mayor reparo al momento de invertir, como consecuencia de esta campaña, lo cual no deja de ser negativo. Los costos de implantación de esta temporada fueron muy elevados, que el clima juegue una mala pasada y que no se obtenga un rendimiento acorde a la inversión impacta negativamente en las intenciones de invertir.
-Ha tenido incidencia el fenómeno de La Niña, ¿cierto?
-Sin dudas. El fenómeno climático La Niña involucra diversas variables y se expresa en la falta de precipitaciones, lo que estamos observando en este momento.
-Esperemos que la recuperación sea rápida.
-El campo es un generador de mano de obra directa e indirecta, si le va bien al campo nos va bien a todos. Junín es una ciudad grande, pero no deja de ser un pueblo en el que si le va bien al chacarero se benefician muchos otros rubros. Creemos que estas lluvias pronosticadas van a ayudar a cambiar el panorama y revertir el estrés que están sufriendo los cultivos, sobre todo en la soja.
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