Aseguran que el correcto uso de glifosato no genera peligros para la salud humana

Organizada por la Sociedad Rural de Junín y Confederaciones Rurales Argentinas, el Concejo Deliberante de la ciudad presentó ayer una charla sobre “el buen uso de agroquímicos”.
El encuentro se llevó a cabo en el Salón Rojo de la Municipalidad, al que concurrieron alrededor de 50 personas.
Minutos antes de dar inicio a la charla, los disertantes Augusto Piazza y Alberto Etiennot –ambos ingenieros agrónomos- dialogaron con la prensa y aseguraron que los agroquímicos, bien utilizados, no representan riesgos para la salud humana.
En este sentido, Etiennot afirmó: “Los agroquímicos son sustancias tóxicas, pero sabiéndolos manejar, tienen un efecto totalmente distinto. Cuando uno administra algo fuera de lo normal, puede traer inconvenientes, por eso la clave está en saber cómo se usan”.
En la misma línea, Piazza indicó: “Los agroquímicos, al igual que los medicamentos, vienen con un prospecto en donde dice perfectamente cómo utilizarlos. Es más, tienen dibujos para un fácil entendimiento. Pero somos argentinos, a veces no los leemos”.
“No decimos que el glifosato es agua mineral; es una sustancia química y, como tal, hay que saber utilizarlo”.

“No hay que asustar a la gente”

Respecto de las voces que sugieren que el glifosato puede ocasionar malformaciones genéticas o distintos tipos de tumores, los profesionales subestimaron las versiones y consideraron que no hay que alarmar a la población.
Así, Etiennot manifestó: “Son cosas perfectamente manejables, entonces no hay por qué asustar a la gente. El hecho de que pase un avión y que la gente ya empiece a tener alteraciones metabólicas, ya no puede ser. Por eso es tan importante la capacitación”.  
En la misma vereda, Piazza afirmó: “El glifosato se usa desde hace más de 30 años. Si fuera tan malo, las ciudades estarían vacías y en los supermercados no habría alimentos, porque los productores de alimentos estarían muertos. La misma Unión Europea acaba de confirmar que se puede seguir usando”.
En relación a los estudios que confirman la teoría contraria –el más conocido de los cuales es el elaborado por Andrés Carrasco-, el ingeniero sostuvo: “Si yo quiero comprobar algo en mamíferos, tengo que hacer los estudios en mamíferos. No se puede querer probar el efecto de una sustancia en los humanos, haciendo las pruebas en sapos u otro tipo de animales. La Unión Europea analizó los estudios hechos por Carrasco y los desestimó por considerar que se hicieron en condiciones muy artificiales”.