Con la proximidad de los festejos de Navidad y Año Nuevo, los locales de venta de pirotecnia reabrieron sus puertas al público, aunque con cumplimiento de la ordenanza municipal (7246/2017) vigente, que regula la comercialización y el uso, y estipula la venta solo de productos de baja intensidad sonora.
Para cumplir con la normativa, los distintos centros de ventas modificaron sus estanterías en el transcurso de los últimos años ya que no se permite la comercialización de pirotecnia de estruendo.
Gabriel Guido, de Fogomax, señaló a Democracia que “el consumo de fuegos artificiales y pirotecnia sigue siendo una tradición y un afán entre los ciudadanos juninenses. Las ventas están más enfocadas en productos como bengalas, potes de humo y show de luces, acompañado de productos de cotillón”.
A su vez destacó que la compra de pirotecnia continúa en los mismos niveles desde los últimos cuatro años.
Controles
Cabe recordar que la normativa busca preservar y proteger a todos aquellos que sufren por el uso de la pirotecnia de estruendo, tal es el caso de los niños con TGD, adultos mayores, Veteranos de Malvinas y también el impacto en los animales.
Los controles por parte de las distintas autoridades municipales siguen vigentes cada año no solo visitando los distintos centros de distribución sino también, impulsando el consumo sano y responsable entre los juninenses.
Quienes controlan el comercio y uso de los fuegos artificiales hacen hincapié en que si los vecinos observan la venta y el uso indebido de los mismos se comuniquen con los respectivos números y efectivicen la denuncia.
El incumplimiento de esta regulación sancionará tanto a los comerciantes como a los que hagan uso de pirotecnia audible tales como estruendos o estampidos.
COMENTARIOS