Trabajan en nueva vacuna para el virus Junín

Científicos estadounidenses de la Universidad de Texas y del Instituto de Investigación Scripps en La Jolla, California, han recibido una subvención de 4,8 millones de dólares por parte del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos para producir una vacuna más segura para el virus Junín, patógeno mortal de la fiebre hemorrágica argentina e identificado como una potencial amenaza bioterrorista.
Una vacuna para el virus ya existe y se fabrica en nuestro país. Sin embargo, cuestiones relacionadas con su producción y la falta de aprobación de la droga impidieron la adopción de la misma en los Estados Unidos e impulsaron el desarrollo de este nuevo proyecto.

Fiebre Hemorrágica Argentina

El virus Junín, que provoca la fiebre hemorrágica argentina, lleva su nombre porque en 1958 aparecieron numerosos casos en la zona de O'Higgins, cerca de la ciudad de Junín.
Los huéspedes naturales del virus son dos o tres especies de roedores silvestres. Son pequeños, miden de 6 a 8 centímetros, su color es parduzco en el lomo y tienen la panza blanca. Estos roedores eliminan continuamente el virus por la saliva y la orina, contaminando el medio ambiente en que viven.
El virus Junín penetra en el organismo humano a través de pequeñas heridas en la piel, por la boca, la nariz y los ojos.

La vacuna argentina

La producción local de la vacuna que se conoce como Candid 1, se lleva a cabo en el Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas "Julio Maiztegui" (INEVH) de Pergamino, dependiente del Instituto Malbrán.
Es de destacar que el INEVH tiene capacidad de producir anualmente los 5 millones de dosis requeridas para vacunar la población íntegra del área endémica.
La vacuna es una cepa debilitada del virus que produce la inmunidad sin causar la enfermedad.
Desde 2007, esta vacuna forma parte del calendario vacunatorio oficial y está indicada para personas mayores de 15 años de edad que se encuentren en zonas de riesgo.