Pese a que el Gobierno nacional flexibilizó las restricciones por la pandemia y la caída de los contagios de coronavirus hace prever un verano con récord de turistas en el país -muchas personas que vacacionaban en Brasil, Uruguay o distintos destinos del exterior ahora lo harán en el país-, muchas familias juninenses prefieren ir a lo seguro y, en este esquema, se mantiene en niveles altos la demanda de casas quintas para alquilar, según coincidieron los martilleros consultados por Democracia.
Es que, con precios muchas veces abusivos, tanto en la Costa Atlántica como en las sierras o el sur argentino (principales destinos elegidos por los juninenses), el alquiler de casas quintas resurge como una opción válida, aunque el sector se enfrenta a un problema histórico de la ciudad: las propiedades de este tipo en alquiler son escasas y la demanda ya casi supera la oferta.
“Nos encontramos con una situación diferente, porque la apertura de las posibilidades de vacacionar en distintos lugares del país hizo que merme la demanda a nivel local. No obstante, es un fenómeno creciente y la demanda sigue siendo sostenida. Se ha cubierto en esta temporada el 95% de los casos”, afirmó el especialista.
Y agregó: “Vemos una demanda sostenida que, a diferencia del año pasado, difiere en cuanto a la cantidad de días. Hoy está la posibilidad de hacerlo por día, por semana, por quincena, mensual y trimestral. De todas maneras, se ha cubierto a la fecha el 95 por ciento de las demandas requeridas”.
Esta situación no supera -coincidieron los expertos consultados- la demanda de casas quintas del año pasado. “Indudablemente fue muy alta por las restricciones para vacacionar”, sostuvo Di Palma.
“La cantidad de unidades sigue siendo escasa en nuestra ciudad, y muchas veces la demanda sobrepasa la oferta. No obstante, el año pasado excedió la demanda abiertamente y en lo que va de este principio de temporada estamos cubriendo en principio las expectativas”, afirmó.
Hernán Pietrobón, de la inmobiliaria homónima, afirmó a Democracia que la demanda de alquiler de casas quintas se mantiene elevada, aunque reconoció una diferencia con respecto a la pandemia. “La temporada pasada los períodos eran por la temporada completa o por mes, mientras que este año la búsqueda se redujo a fechas concretas, por semana o quincena”, señaló el martillero juninense.
Y agregó que “definitivamente la demanda supera ampliamente a la oferta”.
“Las inmobiliarias, para esta fecha, ya ni publicamos este producto, debido a que ya tenemos suficientes pedidos. Mucha gente nos consultó para la semana comprendida entre el 24 y el 31 de diciembre, pero prácticamente ya no quedan propiedades disponibles”, afirmó el profesional.
Precios
“Los precios dependen de las comodidades y la ubicación, pero rondan entre 5 y 15 mil pesos el día; y entre 80 y 200 mil pesos el mes; y de 300 a 800 mil la temporada, de acuerdo a la calidad de la construcción, las comodidades, la superficie del terreno y la ubicación. También se han visto locaciones de quincenas, las de mayor demanda, que van del 15 de diciembre al 15 de febrero, oscilan entre 100 y 200 mil pesos”, indicó Di Palma.
En tanto, Pietrobón señaló que “los precios se han incrementado. Por tomar un ejemplo, para el mes de enero, subieron más de un 50 por ciento”.
Algunos precios aparecen directamente en dólares. Entre los servicios más demandados está que tengan pileta y una buena conexión de Internet.
Las zonas más buscadas son las del camino al Parque Natural Laguna de Gómez, Cerrito Colorado, barrios privados, la zona de la Ruta Nacional 188 -camino a Agustín Roca-, entre otros.
Piletas: sigue la demanda
La tregua de la pandemia, con la flexibilización de las medidas sanitarias y la consecuente posibilidad de vacacionar en cualquier destino del país, no generó una merma en la venta y colocación de piscinas, que se mantiene en niveles altos, incluso con la radicación en la ciudad de corralones de la zona que comercializan este producto y encuentran en Junín un mercado promisorio para ampliar los horizontes comerciales.
Dicho de otro modo, el boom de ventas que se generó durante el aislamiento por el coronavirus prácticamente se mantiene, aunque no necesariamente por las mismas razones. La inestabilidad cambiaria y una inflación que, semana a semana, carcome los ahorros y los ingresos también contribuyen al fenómeno. “El dólar aumentó más que el precio de las piletas”, entonces el que tenía ahorros en esa moneda extranjera aprovechó para comprar, explicaron a Democracia desde la sucursal juninense del corralón FAM.
“La demanda se mantiene, por suerte estamos trabajando bien. El viaje siempre fue una competencia directa para la venta de piletas, pero las ventas siguen siendo buenas, hay financiación en 18 cuotas y muchas posibilidades”, agregaron.
Los clientes son variados -explicaron desde varios negocios del rubro consultados-, desde aquel tiene un ahorro en dólares y decide que es el momento de comprar, hasta aquellas familias que cuentan con un espacio y optan por vacacionar en Junín, pero con piscina.
Los precios de los natatorios -que incluyen el pozo, la colocación y los materiales (esta modalidad se conoce en el sector como “llave en mano”)- comienzan en los 500 mil pesos y, de acuerdo a las distintas medidas y accesorios, alcanzan el $1.500.000.
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