Cine Italiano
El Italiano se inauguró el 14 de noviembre de 1903. Foto: Archivo Histórico.
PATRIMONIO LOCAL

Tras las huellas de los cines y teatros de Junín que marcaron a varias generaciones

Uno a uno, cines y teatros fueron abriendo sus puertas y albergaron espectáculos de calidad en sus años dorados, cuando estas ramas del arte eran súmamente apreciadas por la sociedad. Hoy quedaron solo en el recuerdo de varias generaciones de juninenses.

Los cines y teatros han cumplido ciclos importantes en la vida cultural de Junín y casi todos ellos han sucumbido al paso del tiempo, al olvido o ante la falta de recursos económicos para llevar adelante las refacciones necesarias.
Actualmente, quedan un teatro y un cine, pocas alternativas para las nuevas generaciones de nuestra comunidad.
En 2016 hubo un resurgir del cine con la inauguración de Tu Cine, ubicado en calle Newbery 635, con gran afluencia de público ante una nutrida oferta cinematográfica en las tres salas que se disponen allí, junto con una amplia sala de estar y un bar.
Desde que inauguró, el público juninense y el de localidades vecinas va a ver películas, con gran interés por los estrenos nacionales e internacionales.
Pero la historia de la pantalla grande y de los teatros en nuestra ciudad se remonta a fines del siglo XIX, a la par de la primera película proyectada en París, en 1895.

Confitería Durisch
Uno de los establecimientos que corresponde mencionar es la Confitería Durisch que se encontraba ubicada en Bartolomé Mitre 16/30, frente de la plaza 25 de Mayo.


Fundada en 1883 por José Durisch, fue siempre un punto obligado de reunión, donde se disfrutaba, además, de momentos de expansión y entretenimientos, con un servicio esmeradísimo y un excelente trato por parte de su personal.
En ese salón, también, se realizaron las exhibiciones cinematográficas más notables que eran proyectadas en las grandes capitales.
En el ramo de confitería y fabricación de masas y dulces, se distinguía especialmente por la exquisitez de sus productos, cuya elaboración se practicaba con las más rigurosas exigencias de higiene. 

El teatro Víctor Hugo 
Con la misión de convertirse en un espacio de contención e intercambio para los inmigrantes que llegaban a Junín, en el año 1894 se fundó la Sociedad Francesa. 
Como indica un informe elaborado por el Instituto de Estudios Patrimoniales perteneciente al Colegio de Arquitectos del Distrito 6, la finalidad de la sociedad era la de socorrer a sus miembros en casos de enfermedad, mantener las tradiciones culturales y difundirlas, así como disfrutar la cultura local y ofrecer a la comunidad juninense un lugar donde desarrollar su vida social y cultural.
Corría el año 1907 cuando finalmente fue inaugurado el edificio de la sede social en calle Rivadavia 120/122 con una importante impronta neobarroca demarcada en el portal de acceso, cuyo tratamiento ornamental denota la jerarquía del edificio. A su vez, el hall de acceso se encuentra con un tratamiento que lo destaca con agregado de columnas y molduras clásicas.
Como sede social y cultural de la institución francesa,  también fue sede de socorros mutuos, eventos sociales y teatro. El salón teatro principal del edificio de la Alianza Francesa,  se denominó Víctor Hugo en homenaje al poeta y novelista francés.
La Alianza Francesa vivió su esplendor en el edificio de calle Rivadavia donde se realizaban reuniones y espectáculos culturales de todo tipo que forjaron, junto a otras instituciones similares de la ciudad, la historia social y cultural de la comunidad.
El teatro Víctor Hugo fue testigo de las tres presentaciones de Carlos Gardel en 1921, la proyección de la primera película sonora exhibida en Junín en 1930 y el debut del pianista francés Gilles Guillbert en 1947.
Hoy, convertido en un inmueble vacío, fue adquirido por la empresa Pardo y se mantiene en pie en la memoria de quienes lograron verlo en su esplendor.

Italiano
En los primeros años del 1900, la Sociedad Italiana construyó el edificio destinado al teatro. Se inauguró el 14 de noviembre de 1903 y tuvo sus años de gloria, enmarcada por una arquitectura europea destacada para la ciudad. Desde hace años está sin funcionar, pero hace unos meses fue puesto en valor y será restaurado.
Fue el segundo en Junín, siendo el primero el Español, inaugurado el año anterior. De su fisonomía se destaca la pintura del cielorraso, realizada por el pintor, músico y escultor Juan De Marchi. 
El teatro se construyó en un predio que fue comprado -en 1899 y por 3500 pesos- a la viuda del intendente de la Sota-. La escritura de compra fue firmada el 21 de junio de 1901.
Esta sala se constituyó desde su fundación en el escenario de todo tipo de manifestaciones artísticas, políticas, compañías teatrales argentinas y extranjeras, músicos, cantantes, instrumentistas, compañías de óperas, zarzuelas, dramas y comedias.

Ambos Mundos
El cine o “biógrafo” Ambos Mundos funcionó en la esquina de Mendoza y José C. Paz (hoy Roque Sáenz Peña y Remedios de Escalada de San Martín) durante el primer cuarto del siglo XX. Actualmente, en ese lugar se encuentra el edificio Junín I.
En 1909, su propietario  era José Bonanni, quien se lo alquiló al empresario José Camps Molinet, en 1911. En aquel entonces había siete salas de espectáculos en Junín, y el Cine Ambos Mundos tenía un importante estado de abandono. Pero Camps supo encaminar el negocio y la sala se convirtió en un popular centro de reuniones sociales de la ciudad. Además de proyectarse películas, el “biógrafo” ofrecía shows en vivo.
Bonanni falleció en 1915, cuando tenía apenas 33 años de edad. Camps continuó con el negocio llegando a manejar buena parte del espectáculo juninense a través de cuatro salas: Ambos Mundos, Víctor Hugo, Guaraní y el Teatro Italiano, dando trabajo a 21 empleados.
Pero la historia del Cine Ambos Mundos terminaría trágicamente al ser completamente destruido por un incendio el 3 de abril de 1924. Posteriormente, se instalaría en el mismo lugar la tienda El Hogar, que sería consumida por otro incendio 50 años después, en enero de 1974.
Camps continuó manejando las otras salas hasta su fallecimiento ocurrido en julio de 1930.

Guaraní
El cine Guaraní fue creado el 9 de marzo de 1911, en calle España, siendo su propietario Arturo Amorío. Con el nombre de “Gran Café”, bar y cinematógrafo “El Guaraní”, mezcló películas con mesas de café, algo típico de la época de principios del siglo XX.
Hasta 1930 (año en que se inaugura en Junín la proyección de películas sonoras), el público pudo conocer las más interesantes obras del cine mudo en una etapa del séptimo arte que en algunos aspectos no ha sido superada.
Supo albergar al público de barrio, aquel que consideraba el cine un atractivo para salir solo, con amigos o en familia.

Crystal
Fue en 1925 cuando los hermanos arquitectos Andrés y Jorge Kálnay iniciaron la construcción del Teatro Crystal Palace en la calle Roque Sáenz Peña 70/74, siendo inaugurado el 5 de junio del año siguiente.
El Crystal fue puesto a la venta en diciembre de 1991, instalándose en su edificio la empresa Musimundo y luego Le Utthe, negocio de venta de ropa.
Entre las actuaciones más importantes, en esta sala se destacan dos presentaciones de Carlos Gardel, en 1930 y 1933.  Actuó los días 18 y 19 de enero de 1930, secundado por las guitarras de Guillermo Barbieri y José María Aguilar. 
Su despedida de Junín fue el jueves 3 de agosto de 1933, en esta ocasión con sus cuatro guitarristas, Horacio Pettorossi, Guillermo Barbieri, Ángel Domingo Riverol y Domingo Julio Vivas, tal como menciona Miguel Ángel Morena en su libro “Historia Artística de Carlos Gardel”. 
Recordando su última presentación, fue colocada una placa el 11 de diciembre de 1985, fecha en que Carlos Gardel hubiera cumplido 95 años.
De los años dorados del cine Crystal solo quedan los recuerdos y la fachada del edificio, donde aún se puede leer su nombre.

“El coloso”
El Cine Teatro San Carlos no funciona en la actualidad, desde hace muchos años, y no hay noticias de que algún empresario u organismo estatal esté interesado y pueda reactivarlo.
Se puso en marcha el 15 de marzo de 1946, en calle Arias, entre General Paz y Quintana. La amplia sala fue destinada, desde su inauguración, casi exclusivamente para la exhibición de películas cinematográficas, pero también se pudieron apreciar importantes espectáculos teatrales y de otras ramas de la cultura.
 Algunos podrán recordar la actuación de la famosa actriz Lola Membrives con su elenco, Eduardo Falú, Mercedes Sosa, y en música de tango, la orquesta de Osvaldo Pugliese, Agustín Magaldi (hijo) y Jorge Vidal, entre otros.
Más recientes fueron las actuaciones del inolvidable Sandro, María Marta Serra Lima, el Chaqueño Palavecino, por mencionar unos pocos de los muchos artistas que se lucieron en esta sala.
La sala fue construida en base a un proyecto del arquitecto Gastón Cartier, por la constructora E. Dell'Acqua y Cía, tras la demolición del edificio que pertenecía a los grandes almacenes de la firma Ordiales, Peón y Cía.
Tiene una capacidad para 1200 butacas, más las 800 de la planta alta, un escenario de 20 metros de ancho y la boca de 14.
El subsuelo tiene una superficie de 600 metros cuadrados, allí estaban ubicados los camarines, toilette, hall de artistas, sala de calderas y depósito de materiales.

Cine de la Acción Católica
Durante de la década del 60 funcionó en el barrio Belgrano el Cine de la Acción Católica. Estaba ubicado en calle Siria, entre Dorrego y Comandante Escribano.
Según recuerdan los vecinos “había un salón y arriba estaba el cine que empezaba a funcionar los domingos, desde las 14, con películas para chicos”.
Y explican que “cuando salían de la misa, les daban un bono para la función”.

La Ranchería
En cuanto a teatros, es para destacar la gran actividad, incesante, del Teatro La Ranchería, de la órbita municipal, que ya cumplió 50 años de historia este año.
Se inauguró el 29 de mayo de 1971, cumpliendo los sueños de una sociedad que amaba el teatro de autores nacionales. Su nombre y parte de su construcción son un homenaje al primer escenario argentino, el “Teatro de la Ranchería”,  inaugurado el 30 de noviembre de 1783 en la esquina de las actuales calles Alsina y Perú, en Buenos Aires y que fuera destruido en 1792 por un incendio.
El 16 de octubre de 1974, tomó el nombre de "Teatro Municipal José De la Cámara" en homenaje al eximio poeta, docente y escritor juninense. Pero en 1995 se realizó una importante remodelación en el teatro y fue declarado de interés municipal. 
El 22 de abril de ese año se realizó la reinauguración oficial, devolviéndole la denominación de "Teatro La Ranchería" y asignándole el nombre "Horacio J. De la Cámara" a la sala.
La sala tiene capacidad para 440 personas y climatización para invierno y verano.

El reencuentro con el cine
En marzo de 2002 abrió sus puertas el cine Lumiere, que funcionó hasta diciembre de 2006 en calle remedios Escalada de San Martín, a metros de General Paz.
En el complejo se exhibieron más de 300 títulos de películas nacionales y extranjeras en 2500 funciones, con un promedio de 6 proyecciones diarias. Esta modalidad fue imaginada para que la ciudad de Junín recuperara su plaza cinematográfica y una oferta continua de programación de títulos, luego de haber sido interrumpida durante casi veinte años a causa de las crisis del mercado del cine en particular y de las crisis económicas en general.
El proyecto de apertura de las salas se llevó a cabo entre 2001 y 2002. Sin embargo, estas salas fueron terminadas, abiertas y mantenidas a lo largo de casi cinco años en los que la comunidad juninense volvió a encontrarse con la posibilidad cotidiana de ir al cine.

Cinema
En abril de 2011 abrió sus puertas Cinema Junín,  donde los más chiquitos pudieron disfrutar de la famosa y linda película Río, entre otras.
Por entonces, se le devolvió a los juninenses la magia del cine, en un lugar bastante cerca del centro, en Benito de Miguel 266, hasta 2016, ya que apenas cumplidos cinco años de funcionamiento, la sala de cine cerró sus puertas.

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