A fines del año pasado, DEMOCRACIA advertía sobre la instalación en la ciudad de un asentamiento precario integrado por alrededor de 20 familias que vivían del “cirujeo” y estaban ocupando propiedad privada, por lo que aún pesa sobre ellos una orden de desalojo.
Hoy, esas familias viven en las mismas condiciones de irregularidad, falta de recursos y dignidad que meses atrás, cuando este diario sacó a la luz esa situación.
Mientras se extiende esta modalidad de tomar, literalmente, lotes privados y construir precarias viviendas (una práctica que en el conurbano bonaerense y en Capital Federal es habitual pero que en nuestra ciudad, afortunadamente, aún provoca estupor) aumenta la preocupación de los vecinos de Junín.
El llamado anónimo de un vecino a la redacción del diario encendió la luz de alarma: “Hay gente de la Villa 31 tomando tierras en el barrio San Antonio.”
El mensaje, en principio, poco verosímil (no significa que no fuese cierto) hizo que un cronista y un fotógrafo se dirigieran a ese barrio de gente humilde pero trabajadora.
El dato de que efectivamente sean habitantes de la Villa 31 no pudo ser chequeado por este medio.
Pero la información de que un precario asentamiento se erguía en un lote del barrio san Antonio resultó cierta, tan cierta como las cinco casillas, los materiales para la obra (ladrillos, arena, piedras, cemento) y la reticencia de los vecinos a hablar, por miedo a sufrir algún tipo de represalia.
En Tula y Laprida, varias familias levantaron sus casas en un terreno ocupado, ante la mirada atónita de los vecinos y la inacción de las autoridades municipales y policiales.
“Ocuparon este terreno, primero vino una sola familia y después fueron viniendo más, y ahora quién los saca”, contó una vecina a DEMOCRACIA.
Más ocupaciones
Además de los dos asentamientos mencionados, hay otros que amenazan con extenderse, como el que está ubicado en las inmediaciones de la calle Pastor Bauman y Chávez, donde viven varias familias dentro de precarias casas de chapa, aisladas con nylon y cartones, sin los servicios básicos.
Asimismo, hay otro pequeño aglomerado de casas en la calle Chile y las vías del ferrocarril.
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