cubrebocas coronavirus
El Gobierno nacional dispuso que, a partir del 1 de octubre, ya no será obligatorio el uso del tapaboca en espacios abiertos.
AVANCES EN LA SITUACIÓN SANITARIA

Luego de que se fijaran más aperturas, Junín instrumenta la nueva normalidad

Nación anunció flexibilizaciones y nuestra ciudad planifica la convivencia con el Covid en esta nueva etapa de la pandemia. Con todas las actividades comerciales en marcha, advierten que los riesgos no terminaron y ponen el ojo en la variante Delta. En el área de Seguridad, están en alerta por el mayor movimiento y los indicadores sociales en baja. Además, se busca consolidar a la ciudad como destino turístico.

Más allá del debate sobre si hubo motivaciones sanitarias, políticas o electorales, esta semana el Gobierno nacional anunció que habrá una mayor apertura de las actividades que estaban restringidas por la pandemia de Covid-19 y, además, a partir del 1 de octubre se permitirá circular sin tapaboca al aire libre.
En ese contexto, en nuestra ciudad ya se está planificando cómo será la convivencia con el virus en esta de la pandemia.
“Si hablamos de normalidad, no va a hacer absoluta, como la que teníamos antes de la pandemia. Estamos obligados a tener ciertas normas de prevención. Bien cabría decir que es una nueva normalidad, pero también es una etapa de transición porque no sabemos qué es lo que vendrá”, explica el doctor Carlos Lombardi, secretario de Salud del Municipio.
Es que para el funcionario municipal es importante remarcar que “la pandemia no pasó” y, aun cuando se está atravesando “una situación epidemiológica mucho más favorable de la de hace unos meses”, el virus “sigue estando y no sabemos qué puede pasar de acá a un mes porque esto se ha comportado de manera muy distinta en diferentes lugares”.
Lo cierto es que Junín tiene un promedio de menos de cuatro casos diarios en lo que va de septiembre y, actualmente, más de 67 mil habitantes (dos tercios de la población) tienen el esquema completo de vacunación y otros 9318 cuentan con una dosis aplicada. Estos son números que abren buenas perspectivas para la ciudad.


“Yo entiendo la liberación desde el punto de vista de la necesidad por múltiples aspectos, ya se económico, social, recreativo, emocional, pero toda esta liberación tiene que ser con medidas de protección”, insiste Lombardi, quien remarca enfáticamente que la Nación anunció que se va a permitir el no uso del tapaboca en espacios abiertos “en forma individual”. Y puntualiza: “Si estoy solo o con algún miembro de mi burbuja, no lo necesito, pero si me voy a contactar con otras personas, por más que esté al aire libre, hay que usarlo”.
Por eso el secretario de Salud comunal considera que las aperturas tienen que ser graduales y manteniendo normas de prevención, como los aforos reducidos, el distanciamiento, la ventilación, el uso de cubre boca, y la higiene de manos y superficies. “Si esta tendencia se mantiene y pasamos un tiempo prolongado sin casos, paulatinamente entraremos en la normalidad absoluta. Pero si llega a haber algún rebrote, tendremos que retrotraernos y volver a cuidarnos. Así que podría ser transitorio, viendo la evolución de la pandemia. Es una nueva normalidad porque ya no es 2019, tenemos que cumplir algunas cosas”, concluye.

Todas las actividades en marcha
En la actualidad, no hay actividades comerciales completamente restringidas en Junín, salvo los partidos de fútbol de Sarmiento que, se suponen, volverán a tener público en dos semanas.
Los últimos rubros que reiniciaron fueron los boliches y los eventos sociales, actividades que están permitidas por la Provincia, pero que no tienen un protocolo oficial establecido, por lo que la ciudad autorizó su apertura mediante el protocolo de evento masivo que publicó el Gobierno bonaerense hace poco más de un mes.
“Hoy la Provincia permite estas actividades, estableció un aforo, pero no se indicó cómo hacerlo. Ante esta circunstancia, y teniendo en cuenta que en Junín teníamos una problemática muy compleja en lo que hace a los jóvenes y la nocturnidad, decidimos aplicar el protocolo de eventos masivos a los boliches”, explica la secretaria de Gobierno local, Agustina de Miguel.
En el Municipio se tomó esta medida para tratar de contrarrestar las fiestas clandestinas que se organizan en casas, quintas o campos, e inclusive, porque notaban que no pocos jóvenes estaban yendo a bailar a lugares que abrían en otras localidades de la zona, que suelen ser muy chicos, lo que generaba riesgos, no solo por el factor ocupacional de estos espacios, sino por la ida y vuelta en las rutas a la madrugada.


Ya el fin de semana pasado empezaron a funcionar dos boliches en Junín. Allí se pidió a los asistentes la constancia de vacunación, el ingreso con tapaboca, el mantenimiento de las burbujas de hasta diez personas adentro, y la ventilación permanente de los locales.
Para de Miguel, la clave de este tiempo es el alto porcentaje de la población local vacunada y ahora hay que poner la mirada sobre lo que pase con la variante Delta: “Se estimaba que iba a llegar a la zona de Buenos Aires para el 15 de septiembre, hecho que no ocurrió, después se supuso podría ser un mes y medio más adelante, así que, al estar con esta expectativa viendo si esto va a impactar o no, las barreras no se levantan del todo”.
Por eso, ante las flexibilizaciones dispuestas por Nación, de Miguel considera que “en lo personal, iría por el mismo camino”, aunque esa es una discusión que se dará, llegado el caso, dentro de la Mesa Sanitaria que dispuso el Ejecutivo local.
A propósito de esa mesa, la secretaria de Gobierno admite que hace tiempo que no se reúnen porque “hubo mucho desgaste” para los integrantes del sistema sanitario local en todo este tiempo habida cuenta del gran trabajo que realizan. “Si hay alguna mínima luz que nos indique que se empiece a complicar, inmediatamente volveremos a convocarla”, concluye.

La seguridad en alerta
La cuarentena que se dispuso en el momento más álgido de la pandemia hizo que, así como bajó la actividad comercial, también disminuyeron los delitos. En esa realidad influyó, más allá de las políticas implementadas, el menor movimiento que hubo en las calles. En ese contexto, las autoridades del área de Seguridad empiezan a considerar una prevención más exhaustiva ahora que se está regresando a una cierta normalidad.
“Nosotros trabajamos para mantener los números de delito y conflictividad que tenemos que, creemos que, para una ciudad como Junín, de más de cien mil habitantes, del Interior de la provincia de Buenos Aires, es un número bajo”, explica el secretario de Seguridad del Municipio, Andrés Rosa.
“Obviamente que no nos queremos ceñir solo a las estadísticas -agrega- nosotros estudiamos mucho las cifras de la Procuración provincial, que marca a Junín como una ciudad con un número de delitos que ha bajado. Esto no quiere decir que no haya delitos”.
Lo cierto es que podría ser esperable que haya una situación diferente a partir del hecho de que vuelve a haber un movimiento de casi normalidad en las calles.


“Y también por un agravamiento de la situación social -puntualiza Rosa- este es un tema que no podemos dejar de lado cuando discutimos los temas de seguridad, los índices sociales han desmejorado todos. Como Gobierno estamos muy atentos a eso porque impacta en cuestiones de violencia y de distintas conflictividades urbanas. Y esto ya se ha expresado en tomas de tierra, violencia, por eso se hace un trabajo mucho más integral, más allá del tema específico de la seguridad. Hay que mejorar estos índices porque, si empeora lo social, no habrá policía ni seguridad pública que pueda contener semejante problemática”.
Para Rosa, Junín está transitando una etapa de nueva normalidad. “Más allá de mi función específica, ejerzo un rol político desde hace muchos años, y puedo decir que hemos tenido una mirada muy crítica de cómo manejaron la pandemia los Gobiernos nacional y provincial. No hubo un equilibrio entre la salud y el trabajo y se afectó muchísimo a la producción y el desarrollo. Hay actividades a las que se les ha dado un golpe mortal”, sentencia el secretario de Seguridad.
Es por ello que cree que “es bienvenida esta situación más normal, entre comillas” que se da en este momento a partir de la baja en la cantidad de casos y el porcentaje importante de vacunados en la ciudad: “Obviamente que hay que seguir con los cuidados necesarios, pero nosotros lo vimos el 21 de septiembre: ahí se vio la necesidad, no solo de los jóvenes, sino de todas las familias que expresaban el deseo de poder disfrutar un evento de esas características”.

Junín como destino turístico atractivo
El turismo y las actividades que lo involucran fueron de las más castigadas por la pandemia y, en este escenario, esperan poder dar un paso adelante. 
Para el director de Turismo local, Luis Bortolato, la actual situación, que “se define como una nueva normalidad”, podría significar una oportunidad.
Luego de que el año pasado Junín fuera una de las 62 ciudades argentinas que obtuvo un sello de calidad otorgado por el Ministerio de Turismo de la Nación que se basaba en la implementación de protocolos Covid, mañana se lanzará la segunda edición de este sello de calidad. “Y esto tiene que ver con la forma en que nos preparamos para recibir al turismo en esta nueva realidad, bajo este nuevo formato”, explica Bortolato.


Según su análisis, “hay muchas expectativas en cuanto a la venida de turistas” porque en el panorama actual, el nuevo viajero tiene preferencias por destinos cercanos, basados en atractivos naturales, que insuman no más de dos a cinco días de vacaciones y que apliquen protocolos de atención, requisitos con los que cumple nuestra ciudad. “El verano pasado fue un ejemplo cabal de eso -asegura Bortolato- porque Junín tenía un mes y medio de temporada, desde Reyes hasta fines de febrero, y en el último verano tuvimos ocupación plena en alojamientos extra hoteleros en el Parque Natural Laguna de Gómez desde el 1 de diciembre hasta Semana Santa. Y en la hotelería, en general, tuvimos muy buenos niveles de ocupación prácticamente en todo el verano”.
El vaso medio vacío de esta ecuación es que “la oferta todavía no logró recuperarse”, con una ciudad en la que cerraron siete hoteles, lo que implica un 30% menos de plazas disponibles.
No obstante, para el Municipio el trabajo en este rubro pasa por ratificar el rumbo trazado la temporada anterior: “Hay que insistir, consolidar y afianzar el trabajo en calidad de atención, posicionarnos como un destino turístico seguro, que aplica protocolos Covid, garantizándole al turista que brindamos un servicio cuidando su salud y su bienestar”.

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