empleo joven
Otros tiempos: el camión de Empleo Joven estuvo varias veces en nuestra ciudad. Hoy es un grupo etario con muchas dificultades para insertarse en el mercado laboral.
EL TRABAJO EN JUNÍN

Preocupa el alto nivel de desempleo entre los jóvenes de nuestra ciudad

Para determinados puestos, sobre todo los que no requieren formación específica, se pueden recibir más de 700 postulaciones. En esos casos, la mayoría de los aspirantes son menores de 21 años, a los que les cuesta insertarse en el mercado laboral. Como contrapartida, también sucede que ciertas profesiones no cubren su demanda: en oficios como torneros o soldadores no se consigue ningún postulante.

Hace algunos días, el propietario de un local gastronómico de Junín inició una búsqueda laboral para un puesto de ayudante de cocina y su sorpresa fue mayúscula cuando llegaron a su negocio más de 130 currículums de aspirantes a ese trabajo. Es que, cuando hizo anteriormente búsquedas similares, recibió 60 postulaciones en 2019 y 18 en 2015. Una característica que advirtió el empresario gastronómico en este caso fue que, aproximadamente, un centenar de currículums recibidos correspondían a menores de 21 años.
El concejal José Bruzzone, que también se dedica a la gastronomía, observa que “la pandemia paralizó la economía y destruyó el empleo en todo el mundo, pero en Argentina llegó para agravar un proceso que ya había elevado la desocupación un 50% con el Gobierno anterior”. Y, en tal sentido, remarca que “el sector más afectado seguramente es el de los más jóvenes”.
El caso del gastronómico no es un ejemplo aislado. En efecto, en Junín se observa cómo hay determinados puestos, principalmente los que no requieren una formación específica, en los que la oferta es extremadamente superior a la demanda.
La licenciada Susana Benedetti, titular de la consultora Sumar Recursos Humanos, recuerda que en una de las últimas búsquedas publicadas para un empleo de atención al público en un comercio “llegaron unos 500 currículums”.
Algo que también observó días pasados el senador provincial Juan Fiorini, que tiene y administra el sitio Trabajum. Allí se incorporó la oferta de un puesto de limpieza que “tuvo 704 postulantes”.
En todos los casos, la mayor parte de los aspirantes corresponde a jóvenes. Un escenario que refleja que en Junín se replica el escenario que, a nivel nacional, ya había mostrado el Indec, cuya última estadística señala que casi dos de cada diez jóvenes (19,3%) están desempleados.

“Hay un desbalance”
Benedetti, que también es profesora titular en la Unnoba de la materia Gestión del Talento Humano, comenta que “para puestos de atención al público, operarios, gastronómicos, siempre llegan centenares de postulaciones”.
Según su análisis, el mercado laboral “se reactivó bastante” en los últimos meses ya que “hay mucha gente buscando trabajo” y, al mismo tiempo, en su consultora ingresaron “muchos pedidos de distintos tipos, profesionales y no”. Aunque aclara que “es difícil que se encuentre el que busca trabajo con la empresa”.
Lo que sucede es que hay fuertes dificultades para el segmento de los jóvenes que quieren ingresar o sostenerse en el mercado laboral sin más capacitación que el secundario. “Es raro que se busque alguien sin experiencia para cubrir un puesto”, afirma Benedetti.
En ese marco, lo que suele suceder con estos muchachos y muchachas que no tienen formación o experiencia, es que terminan en empleos no registrados o con condiciones de contratación poco favorables.
La contracara de este escenario es la dificultad que tienen algunas empresas en cubrir puestos técnicos o profesionales. “Es difícil encontrar experiencias específicas”, indica Benedetti, para luego ampliar: “Lo que tiene que ver con oficios es algo de lo más complejo. Por ejemplo, estuvimos haciendo búsqueda de tornero o de soldador y no hay. Entonces la empresa termina tomando a un chico joven para formarlo, aunque la necesidad era otra. Esto también es muy bueno porque se incorpora alguien al mercado laboral, pero la realidad es que no hay gente con experiencia en algunos rubros”.
Entonces se da lo que Benedetti llama “un desbalance” entre la escasa oferta y alta demanda en ciertos segmentos, y las ofertas que no pueden ser cubiertas en otros: “Otro ejemplo es el sector de tecnología, donde todavía no hay la cantidad de gente suficiente como para cubrir la demanda”.
No obstante, la licenciada en Administración considera que este no es un escenario nuevo, sino que es algo que viene desde antes de la pandemia y ahora se acentuó. “De hecho, se lanzó el programa ‘Práctica’, donde las empresas tienen posibilidades de incorporar jóvenes, con algunos beneficios. Están tratando de estimular que los jóvenes, sobre todo los que no tienen experiencia, puedan empezar a insertarse”, añade.
Finalmente, Benedetti propone a los jóvenes que no se queden solamente con el secundario: “Hay muchas capacitaciones que no son largas, de hecho, esa va a ser una tendencia, que las carreras sean cada vez más cortas y se vaya a una especialización. Así que lo recomendable es formarse en algo que les permita encontrar una salida laboral”.

“Hay una fuerte demanda de trabajo”
“En mis redes personales uno de los reclamos más fuertes que me llega tiene que ver con el trabajo y, sobre todo, entre los más jóvenes”, explica Fiorini, y agrega: “Hay que tener en cuenta que yo publico ofertas de trabajo entonces hay una identificación con eso, por eso me mandan constantemente currículums. Sobre todo en Instagram, que es donde están más los jóvenes, ahí es constante”.
Según dice, todos los días le “llegan varios”.
En su análisis, Fiorini observa que en Trabajum se publican ofertas “de todo tipo y se ve claramente que, en las que no se necesita mucha capacitación, formación o especificación, hay muchísimas postulaciones”. Mientras que “en las que se solicita experiencia, o un título, o un oficio, no se postula nadie”.
Ahí radica la situación problemática: hay una sobre postulación para los puestos básicos o simples y se advierte una dificultad muy grande en cubrir posiciones específicas.
“Muchos te dicen ‘nunca me llaman’ y es porque se anotan para puestos administrativos, limpieza, operarios o niñera. Para esos puestos puede haber hasta 700 postulantes. Cuando la publicación pide un ingeniero agrónomo, un ingeniero en sistemas o para un oficio, no hay propuestas. Pedís un soldador y la respuesta es cero, entonces uno se pregunta: ¿no hay soldadores?”
En definitiva, Fiorini coincide en que hay un desequilibrio que hace que haya ofertas para trabajos calificados o específicos sin poder cubrir y muchos aspirantes para actividades en las que hay pocos puestos disponibles: “Tenemos escasa postulación para los específicos y sobredemanda para trabajos más comunes, para los que no hay tanta oferta. Ahí está el problema que tenemos en Junín, de acuerdo a lo que yo veo en nuestra página”.
Asimismo, el actual candidato a concejal por Juntos asevera que, cuando ve los currículums que le llegan, “la gran mayoría no tiene estudios terciarios o universitarios, con lo que se hace muy difícil competir, entonces quedan afuera”.
Y esto tiene otro impacto que es la sobre calificación en trabajos más básicos. De esta manera, hay casos en los que se toma -por ejemplo- un contador para un puesto administrativo. “Uno eso lo ve -puntualiza el actual senador- por ahí les sirve para empezar a meterse en el mercado laboral, a trabajar, para después ver cómo siguen. Y eso se ve en diferentes rubros: alguien con un título que puede empezar como vendedor. Esto hace que, de alguna manera, les ‘saquen’ el lugar a otro que no tiene estudios terciarios o universitarios que podría haber calificado para ese puesto”.
En ese contexto, Fiorini recuerda que la municipalidad tiene la Oficina de Empleo, “donde se hacen entrevistas, se presentan los programas que se ofrecen y conectan a los que buscan trabajo con los que tienen puestos por cubrir”.
Al momento, hace un análisis general, observa que la pandemia generó cambios “y mucha gente se reconvirtió priorizando sus posibilidades laborales”, más allá de su formación o su vocación, “ya que la necesidad obligó a elegir la alternativa posible”, dentro de un escenario complejo: “Muchas personas tuvieron que empezar con un emprendimiento, a partir de que no pudieron ejercer más su actividad por las restricciones. Entonces, por un lado, veo que la gente no se queda quieta y busca la manera de obtener ingresos, muchas veces con un emprendimiento, algo que en el último tiempo se vio facilitado por las redes sociales. Y, por el otro, hay una fuerte demanda de trabajo y es uno de los temas principales, sobre todo en la juventud”.
Con todo, considera que en nuestra ciudad el panorama no es tan sombrío como en otras: “Aunque no hay estadísticas de la Provincia segmentada por ciudades, es probable que en Junín estemos un poco mejor que la media en cuanto a desempleo. Y también nos beneficia el hecho de tener la universidad. Por otro lado, hay muchos jóvenes que están dejando de estudiar, la pandemia hizo que se alejen un poco, y por eso no hay tanta gente que quiera aplicar para los oficios o puestos específicos”.

Los jóvenes, más afectados
Por su parte, José Bruzzone cree que “recuperar los puestos de trabajo que se destruyeron desde 2016 es la tarea impostergable de este momento”.
Estudioso del tema, la tesina con la que Bruzzone se recibió de sociólogo incluyó una pormenorizada investigación sobre el pico de desempleo que tuvo la Argentina entre 1995 y 1999.
Según su análisis de la actualidad, “como resultado de las medidas tomadas por este Gobierno nacional en 2020, el empleo registrado no sufrió proporcionalmente tanto. Y ahonda: “La prohibición de despedir sin causa y la doble indemnización salvaron muchos puestos e impidieron que las empresas aprovecharan la situación para reducir planteles. Los ATP y los Repro también colaboraron”.
No obstante, el sector no registrado no tuvo la misma suerte. “Ahí sí se perdieron muchos puestos y hay que dar una respuesta rápida”, enfatiza: “El sector más afectado seguramente es el de los más jóvenes. Año a año se suman al mercado de trabajo nuevas camadas que desde 2016 no encuentran su lugar. Además, durante el macrismo, con la suspensión de becas y otros incentivos para estudiar, más y más jóvenes salieron a competir por los escasos puestos disponibles”.
Para Bruzzone, “cuando se implementan ajustes como el de (Mauricio) Macri, se genera un círculo vicioso de desempleo muy complicado. Ante la caída en los ingresos del jefe de hogar, más miembros de la familia salen a buscar trabajos que la economía no genera”.
Es por ello que considera que “hoy la situación es muy complicada” en el país y en nuestra ciudad: “La reactivación que está empezando a darse por ahora no es suficiente para recuperar lo que se perdió en materia de puestos de trabajo. En Argentina, cada vez que se lograron buenos resultados en esta materia, fue mejorando el salario real y estimulando la demanda. Retirar oferta de mano de obra y crear puestos de trabajo hasta lograr una tendencia inversa a la de hoy”.

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