Esta semana, autoridades municipales se hicieron presente en el barrio Eusebio Marcilla para inaugurar el programa de reconversión de luminarias que se puso en marcha en el último tiempo. Se trata de un proceso que se viene desarrollando desde hace dos años, primero con la colocación de columnas, luego con la incorporación de luces de sodio donde hacían falta y, finalmente, con una renovación completa de las luces existentes por tecnología Led en todo el sector donde hay asfalto y cordón cuneta. De esta manera, se sumaron 188 luminarias.
“Eso favoreció bastante al barrio, hay más claridad, menos gasto, nos vino muy bien”, señala el presidente de la sociedad de fomento, Jorge Carena. Es que esta es una muestra más del avance en un barrio donde están presentes la mayoría de las prestaciones básicas.
Sin embargo, hay temas pendientes de resolución y los fomentistas trabajan para sumar más servicios: la extensión del gas natural y el asfalto son las prioridades. Además, piden respuestas a algunos reclamos históricos del lugar.
Infraestructura
Eusebio Marcilla cuenta con todos los servicios en un porcentaje importante de este barrio delimitado por las avenidas Benito de Miguel, Pastor Bauman, Ramón Hernández, y la Ruta Nacional Nº 7.
No obstante, la zona cercana a la Ruta 7 tiene carencias específicas. Una de ellas es el gas natural. “Nos está faltando cubrir unas doce cuadras con este servicio”, explica la secretaria de la sociedad de fomento, Nora de Regazi. Y agrega: “Nos dieron una linda noticia y es que, próximamente, habrá conexiones para todo lo que falta. Tenemos que esperar que se construya la nueva planta y parece que con eso va a llegar hasta la calle Dellepiane, que es la última”.
Sería, en caso de concretarse, la respuesta a un reclamo que se viene realizando desde hace años.
Lo mismo que sucede con el pavimento, que falta en al menos catorce cuadras. “Estamos en tratativas de hacer consorcio para el cordón cuneta y asfalto también -comenta Carena-, los vecinos nos están llamando para averiguar, nos apoyan en este pedido y aseguran que van a aportar lo que sea necesario para que esto se concrete”.
Se trata de una zona en la que hay muchas viviendas y varios talleres y emprendimientos.
A esto se le agrega la necesidad de abrir dos calles. Tanto Cervantes como Guido Spano están cerradas por un gran terreno, lo que impide el desarrollo del sector. “Pedimos la apertura de esas calles para poder completar con el gas, el cordón cuneta y todos los servicios”, puntualiza Carena.
Los lugareños consideran que esto traería beneficios al vecindario en un sector donde, además, se empieza a acumular basura por el estado de semi abandono: “Estamos hablando con el Municipio y con los dueños de los lotes para ver cómo se puede hacer. Alguno de los propietarios ya accedió, con otro seguimos en tratativas”.
Un poste peligroso
Los vecinos de este barrio alertan por los riesgos que genera un poste de Edén ubicado prácticamente en el medio de la calle Fusé, a pocos metros de Ramón Hernández.
“Los autos estacionan en la vereda y el poste está en la calle -comenta Nora-, esto fue tratado en la municipalidad y en Edén. Esperemos que lo saquen, porque al lado hay otro poste preparado, solamente se trata de cambiar los cables de uno a otro. Es un verdadero peligro. Este reclamo también viene desde hace tiempo, por lo menos cinco años”.
Cámaras
En relación al tránsito en Eusebio Marcilla, Carena considera que “está normal”, aunque desde la sociedad de fomento creen que sería importante colocar alguna cámara del sistema de videovigilancia para tratar esta y otras temáticas.
“Esto tiene que ver con la seguridad y con el tránsito -explica el dirigente barrial-, porque hay calles que son de mano única y se toman como si fueran de ida y vuelta. En este caso, esto ya está pedido al Municipio y nos dijeron que es factible”.
La Sociedad de Fomento
En la sociedad de fomento del barrio Eusebio Marcilla se muestran preocupados por las dificultades que tienen para hacer frente a los gastos que genera el salón y los arreglos que deberían hacer allí.
“Lo estamos solventando entre los integrantes de la comisión, como se puede, porque no tenemos ingresos desde hace un año y medio. Es muy difícil mantenerse así”, explica el presidente, Jorge Carena.
La secretaria, Nora de Regazi, agrega que el edificio tiene algunos inconvenientes: “Hay filtraciones de agua, así que hay que arreglar primero eso para, después, pintar y embellecer. Queremos que el barrio venga a hacer sus talleres, como lo hacíamos antes, o alquilarlo. La pandemia paró todo. Esperemos prontamente retomar los talleres, porque hay muchos adultos mayores en este barrio, y es muy necesario”.
Volver a poner la sede en marcha les permitiría, no solo hacer alguna obra necesaria, sino también afrontar el pago de impuestos y servicios.
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